Hoy deberá celebrarse en el Centro de Justicia del Reclusorio Norte la audiencia en que, hasta donde sé, cinco personas acusadas de tratar de matarme solicitarán el procedimiento abreviado. Es decir, aceptarían su responsabilidad a cambio de una sentencia con la pena mínima de ley. Tocará a la FGR, con mi visto bueno, concederlo o no. Independientemente de lo que ocurra es hora de agradecer a la FGR por el acompañamiento que me ha dado, en particular al fiscal de Delitos contra la Libertad de Expresión, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, y a la titular de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, Sara Irene Herrerías, quien ayer inició su campaña para ser ministra de la Suprema Corte. Conocí su disciplina, apego, dominio de la materia y trato, ella es el ministerio público que, imagino, muchos mexicanos quisieran encontrar. Sara Irene Herrerías, maestra en criminología, ha expresado que buscará formar parte de una Corte de procesos simplificados, más cercana a la ciudadanía, autónoma, pero que no malentienda el concepto de autonomía judicial, y que ponga siempre en primer lugar a las víctimas. Desde mi gratitud, le deseo la mayor de las suertes.
