El presidente de EE UU acusa al ucranio de “querer echarse atrás” en las negociaciones sobre el acuerdo desigual
Macarena Vidal
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado este domingo a su homólogo ucranio, Volodimir Zelenski, de querer echarse atrás en el acuerdo para la explotación conjunta de los recursos naturales de Ucrania, y le ha advertido de que si lo hace, afrontará “grandes problemas”.
Las declaraciones de Trump, a bordo del avión presidencial Air Force One que le trasladaba de regreso a Washington tras pasar el fin de semana en su residencia privada en Florida, Mar-a-Lago, llegaban después de que el viernes circulara en medios ucranios el borrador más reciente del acuerdo, mucho más duro que versiones previas e inaceptable para Kiev tal y como está.
La propuesta estadounidense prevé ahora que Washington sea beneficiario del 50% de los ingresos de la explotación de los recursos naturales del Estado ucranio, además de las infraestructuras vinculadas a ello, como minas, puertos o líneas ferroviarias. La Administración de Trump también pretende que Ucrania devuelva con intereses toda la ayuda militar que EE UU le entregó gratuitamente durante los tres años de guerra, que el presidente estadounidense sostiene que supera los 350.000 millones de dólares pero que organismos independientes calculan que es menos de la mitad.
Zelenski ha confirmado que “la nueva propuesta es completamente distinta a la acordada previamente” y podría vulnerar la Constitución de su país. Entre otras cosas, el borrador prevé que EE UU cuente con el control mayoritario de activos estatales estratégicos para la seguridad y el futuro del país. También, que la Casa Blanca tendrá capacidad de veto para la entrada de empresas de otros países en el sector minero y de recursos naturales de Ucrania. Es algo que podría no solo quebrar las leyes nacionales, sino también las de la Unión Europea, en la que Kiev aspira a integrarse en el futuro.
El presidente ucranio “está intentando salirse del acuerdo de minerales y si lo hace va a tener problemas. Problemas grandes, grandes”, afirmaba Trump. Zelenski “quiere ser miembro de la OTAN, pero nunca va a ser miembro de la OTAN. Eso lo entiende. Así que si quiere renegociar el acuerdo, va a tener grandes problemas”, agregaba, quizá confundiendo la Alianza Atlántica con la Unión Europea.
En el conflicto en Ucrania Trump siempre ha optado por ejercer una presión mucho más dura contra el país invadido, al que EE UU apoyó de manera incondicional durante el mandato de Joe Biden, que contra Rusia, el país agresor. Mientras que elogia al mandatario ruso, como alguien “muy inteligente”, y se suma a sus posiciones al rechazar que Kiev pueda ingresar en la OTAN en algún momento, entre otras cosas, ha abroncado en público en el Despacho Oval al líder ucranio y llegó a suspender la ayuda militar y de inteligencia como medida de presión. También ha llegado a calificar a Zelenski de “dictador” por no celebrar elecciones en tiempos de guerra —lo prohíben las leyes del país— y le ha acusado de provocar el conflicto.
No obstante, horas antes de sus declaraciones de este domingo a bordo del avión presidencial, el presidente estadounidense había dirigido sus advertencias hacia Vladímir Putin, su homólogo ruso, con el que revelaba que piensa volver a hablar por teléfono por tercera vez -que se sepa- desde febrero, cuando la primera conversación entre ambos lanzó el actual proceso de negociación. En una entrevista telefónica con la cadena de televisión NBC amenazaba con imponer aranceles secundarios, del 25 al 50%, “a todo el petróleo que salga de Rusia” si Moscú no da señales de querer poner fin a la guerra en Ucrania.Y ha precisado: “Eso quiere decir que quien compre petróleo de Rusia no podrá hacer negocios en Estados Unidos”.
En sus comentarios más críticos hasta el momento sobre su homólogo ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que esas sanciones podrían comenzar a aplicarse en un mes si para entonces no se ha acordado un alto el fuego. Es la segunda vez desde que comenzó el proceso de negociaciones de paz, y la tercera en la que va de año, que el republicano presiona en público al Kremlin, con el que se ha alineado una y otra vez frente a Ucrania.
Trump también ha asegurado que se sintió “muy enfadado” cuando Putin criticó la credibilidad del presidente ucranio, Volodímir Zelenski. El líder ruso propuso el viernes que una Administración interina bajo los auspicios de la ONU y EE UU reemplace a Zelenski al frente del país invadido por Moscú.
En sus declaraciones a bordo del Air Force One restaba importancia a ese supuesto enfado. “Algunas de las cosas que dijo durante el último día o dos sobre Zelenski, porque no le considera creíble… se supone que tiene que cerrar un trato con él, le caiga bien o no. Así que eso no me gustó. Pero creo que va a ser bueno, y desde luego no me gustaría imponer aranceles secundarios contra Rusia. Pero si los imponemos, no será muy bueno para ellos”.