El 68% cree que podrá financiar su jubilación con recursos gubernamentales, al tiempo la precariedad del mercado laboral hace que los retiros anticipados por desempleo de los fondos privados sigan creciendo, mermando su función original
Con 44 años, Hugo López se ha cuestionado cómo vivirá cuando llegue a la vejez, aunque tiene la percepción de que seguirá trabajando. “No quiero dejar de trabajar, pero haciendo lo que me gusta y que no sea por una necesidad económica”, responde el emprendedor. Como él, millones de mexicanos encuentran incertidumbre y pocas certezas sobre su futuro cuando cumplan 65 años, cuando los trabajadores pueden pedir su pensión por vejez. Las expectativas de los trabajadores muestra que la mayor parte cree que sus gastos serán financiados por el Gobierno, su familia o que tendrá que seguir trabajando, prácticamente, hasta morir. “Yo he visto mi Afore, y creo que a este paso voy a tener que seguir lab…
orando hasta que no pueda más”, refiere Aidé Martínez, una programadora de 36 años.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), presentada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ha mostrado por un lado factores positivos en cuanto a la adopción de medios de pago y bancarización, pero por otro, muestra una baja planeación financiera hacia el futuro. Además, cada vez más mexicanos echan mano por anticipado de sus fondos privados para el retiro (Afore) con salidas récord de dinero para compensar su entrada en el desempleo.
“Lo delicado y lo peligroso es depender de un tercero, llámese Gobierno, familiares o la empresa en la que se trabaja, pero el problema es el tiempo: pueden pasar veinte o treinta años”, indica en entrevista Moisés Pérez Peñaloza, experto en temas de retiro y fundador de la firma Yo Jubilado. “En otros países ya hemos visto el costo creciente de un esquema de pensiones gubernamentales, pero adicionalmente la longevidad, los esquemas de apoyos gubernamentales no contributivos deben de mantenerse por largos periodos de tiempo”, comenta.
Hasta enero de 2025, 12,3 millones de personas mayores de 65 años dependen de los apoyos gubernamentales, incluidos en la Constitución por iniciativa de Andrés Manuel López Obrador, quienes reciben 6.200 pesos bimestrales (poco más de 300 dólares). “Te habla de una realidad en de nuestro país, donde muchos mexicanos no ahorran para su retiro y consideran que es suficiente con los apoyos del Gobierno, que es insuficiente a todas luces, pero una ayuda al fin”, considera Carlos Ramírez, socio de Integralia Consultores y expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Conservar los apoyos a los adultos mayores podría comprometer, además, las finanzas públicas, según cree Pérez Peñaloza y por la cual se hizo la reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro en 1997. “Es insostenible en el largo plazo mantener a una población cada vez más creciente en número y en longevidad, un esquema de jubilación a largo plazo, y que son apoyos que con los años crecen en número y en monto”, comenta.
Para los analistas privados en pensiones, el talón de Aquiles de las finanzas de los mexicanos es el ahorro. De acuerdo con la ENIF, al cierre del año pasado, 42.2% de la población contaba con una cuenta para el retiro o administradora de fondos para el retiro (Afore). De ellas, solo 7,9% realizaron ahorro de manera voluntaria, aunque se trata de un aumento de 3.8% respecto a lo registrado en la ENIF en su edición de 2015.
Ante un problema inmediato, como el desempleo, muchos mexicanos echan mano de sus ahorros para el retiro. Los retiros por desempleo en las Afores continúan al alza. De acuerdo con las cifras más recientes de la Consar, en febrero de 2025 se registraron retiros por 2.519 millones de pesos, la cifra más alta para un mismo periodo desde que se tiene registro en 2005, mientras que en enero se retiraron 2.809 millones de pesos.
“Nos estamos comiendo la cena en el desayuno”, refiere Pérez Peñaloza. Aunque realizar retiros por concepto de desempleo es un derecho contemplado en la ley para todos los trabajadores, hacer uso de ello tiene consecuencias inmediatas como una disminución en las semanas cotizadas, un requisito indispensable para acceder al retiro laboral, o bien, puede influir directamente en el monto de pensión que recibe el empleado.
De enero a diciembre de 2024, 1,7 millones de personas hicieron uso de este derecho, con un retiro promedio de 17.890 pesos (unos 885 dólares). “Mucha gente desconoce que el efecto del retiro por desempleo no nada más es una merma en su saldo de ahorro de dinero, sino también el efecto que tiene unas semanas, lo que retrasa en algunos casos hasta un año su retiro”, detalla el experto.
Lo cierto es que muchos agentes promotores de Afores pueden ofrecer este beneficio como un gancho para cambiarte de administradora, detalla Ramírez. “Nadie está pensando en el retiro. Nadie. Y aquellos que saben que tienen un Afore, pues siempre van a privilegiar el corto plazo, sacar lo que se pueda”, comenta.