Científicos monitorean la situación para evaluar sus efectos y posibles soluciones
Rocío Casas / POSTA
La Paz, Baja California Sur.- La ballena gris está enfrentando una temporada difícil en Baja California Sur. Luego de una recuperación en 2023 y 2024, tras años de alta mortalidad, en 2025 la situación se ha complicado nuevamente: menos crías, una migración más extensa y un aumento en el número de ballenas muertas.
El biólogo Jorge Urbán, de la UABCS, señaló que, aunque la temporada aún no ha concluido, la mortalidad de ballenas grises ya supera los niveles habituales. Como ejemplo, mencionó el reciente hallazgo de dos ejemplares sin vida en Bahía Magdalena.
¿Por qué disminuyeron un 90% los nacimientos de ballenas en santuarios de BCS?
Científicos advierten que la falta de alimento en sus zonas de alimentación podría estar alterando su migración y elevando la tasa de mortalidad de la especie.
El cambio climático ha impactado directamente la disponibilidad de sus principales fuentes de alimento en el Ártico, lo que genera mayor desgaste en la ballena gris.
A esto se suma el fenómeno de La Niña, que este año provocó un descenso de temperaturas en el océano, obligando a las ballenas a desplazarse más al sur de lo habitual, aumentando el estrés y el gasto energético.
Mueren ballenas, pero tampoco se reproducen.
Lo más preocupante es la disminución de nacimientos. Según especialistas, solo el 10% de las crías que nacen en una temporada normal fueron registradas este año, una reducción del 90% en comparación con 2017.
Esta situación enciende las alertas entre la comunidad, ya que la temporada de avistamientos de ballenas grises impulsan el turismo en pueblos pesquerosde Baja California Sur.
¿Qué sigue?
Expertos en Baja California Sur siguen monitoreando la situación de la especie a través de drones y análisis de salud, evaluando el estado físico de las ballenas y posibles causas de esta crisis.
Se mantiene la expectativa de si este evento volverá a ser clasificado como una “mortalidad inusual”, tal como ocurrió en 2020, cuando se registraron 88 muertes.
La incertidumbre persiste: ¿se trata de un fenómeno temporal o un problema más profundo para la especie? Los biólogos y las autoridades, junto con equipos internacionales, continúan trabajando en estudios.
Una imagen terrible, sin explicaciones todavía.
Además, es fundamental respetar las normativas del turismo de avistamiento para reducir el estrés en esta población vulnerable, evitando prácticas como nadar con las ballenas. Mientras tanto, se espera el cierre de la temporada para evaluar los efectos de este año.