En México los homicidios dolosos son una tragedia insuperada, que en lo que va de este siglo suman 535 mil 970: 60 mil con Vicente Fox (2000-2006), 120 mil con Felipe Calderón (2006-2012), 156 mil con Enrique Peña Nieto (2012-2018) y los 199 mil 970 de Andrés Manuel López Obrador (2018-sep/24).
No hay una guerra en el mundo con ese número de muertes.
Esto dimensiona la violencia del país que vivimos y que heredó la presidenta Claudia Sheinbaum que, con su Gabinete de Seguridad y decisión política, se acabaron los abrazos del antecesor, ha logrado reducir la tendencia en cinco meses y 25 días de gobierno.
El otro tema terrible de esta guerra, hasta ahora perdida por gobiernos y sociedad, es el de los desaparecidos, que para muchos es emocionalmente más grave por la incertidumbre de no saber si un familiar vive, el no poder darle santa sepultura y que todos descansen en paz en lo que sobreviven decenas de miles de familias mexicanas.
La suma de los no localizados desde que se lleva este censo en los años sesenta supera los 115 mil, con un disparo a partir del sexenio de Calderón, 17 mil 54 desaparecidos; Peña Nieto, 34 mil 557, y López Obrador, 52 mil 500.
De ese total no hay información de los menores de edad, pero especialistas me hablan de al menos 20 por ciento. Por lo que son casi 24 mil niñas, niños y adolescentes menores de 18 años desaparecidos.
En México, según el Inegi, hay 38 millones de menores, de los cuales la inmensa mayoría, 33 millones, son indocumentados en su propio país al carecer de una identificación oficial, salvo los cinco millones que tendrían pasaporte, lo que facilita al crimen organizado su desaparición y dificulta al gobierno y familiares su localización.
¿No sería tiempo, presidenta Sheinbaum, de documentar a esas decenas de millones de indocumentados menores de edad en su plan para combatir las desapariciones?
Porque nadie lo ha hecho.
RETALES
1. PRUEBAS. Reté a Noroña a negar que hubiera viajado en Business a París y ayer lo tuvo que reconocer en medio de insultos, descalificaciones a críticos y loas a sí mismo. Solo le faltó una cosa: las pruebas de los pagos. Porque su palabra ya no vale cuando habla de los demás ni de él mismo;
2. PLENO. Hoy suben al pleno de la Cámara de Diputados el dictamen de la Sección Instructora dominada por el régimen que bateó el desafuero de Cuauhtémoc Blanco. Hay rechazo hasta en Morena. En San Lázaro hay 251 diputadas, que hacen mayoría. Veremos los tamaños de Ricardo Monreal. A ver si de verdad llegaron todas; y
3. CUENTAS. De todas las manzanas podridas que heredó López Obrador hoy son las finanzas. El crecimiento económico en enero fue de -0.2 por ciento para dejarlo anualizado en cero y la inflación en la primera quincena subió .14 por ciento. Y estamos en marzo.
Nos vemos mañana, pero en privado