
Perladas de sudor las frentes, comenzaron a llegar de uno en uno, en parejas, familias enteras hasta ser miles bajo el sol quemante, ese que por décadas secó estanques y pastizales hasta convertir aquello que en su tiempo fue la principal atracción turística de Hermosillo en un agreste paraje lleno de ruinas y olvidos.
Más daño que el implacable clima hicieron la corrupción y la negligencia gubernamentales durante al menos un par de décadas acabaron con el parque recreativo La Sauceda, que hoy comienza a levantarse de entre las ruinas con un nuevo concepto, más acorde a las nuevas realidades, señaladamente la que mueve a la urgencia de optimizar el agua, potenciar la reforestación y aprovechar los espacios para la recreación, el entretenimiento, el deporte y la cultura.
Para las tres de la tarde ya había un bullicio de plebes correteando en las nuevas zonas arboladas, retando a la suerte en los juegos infantiles y dejando volar la greña en los ‘go karts’ o divirtiéndose en las cajas de bateo y el mini golf. Jóvenes y adultos preferían las sombras de las palapas o el recorrido por la zona de food trucks donde se ofrece una amplia variedad de alimentos y bebidas…
La Sauceda volvió a ser, ayer domingo sede del encuentro de miles de familias, muchas de ellas integradas por padres y madres que volvieron para recrear las nostalgias de sus infancias de aventuras que hoy les cuentan a sus hijos, haciendo su propia crónica de lo que significa el rescate de lo que está tomando forma nuevamente como el principal pulmón de la ciudad, y un espacio que la capital y sus habitantes merecen.
Para las cinco ya el clima comenzaba a ponerse cómplice. Un vientecillo fresco hizo más amable la estancia y los grupos convocados para amenizar la tarde ambientaban la fiesta en el Teatro al Aire Libre, un foro amplísimo que fue completamente remodelado y habilitado con miles de sillas donde la gente esperaba la llegada del ídolo del momento, Carín León, invitado especial a la inauguración.
Llegó acompañado del gobernador Alfonso Durazo que brevemente hizo el recuento de las acciones: 200 millones de pesos invertidos en la primera etapa; el inicio de la segunda y la promesa de que la tercera incluirá la incorporación de 160 hectáreas del Cerro de la Cementera donde se tiene proyectado un ambicioso programa de reforestación. Y una góndola que bajará desde el cerro más alto hasta el nuevo bosque urbano. Este fue un anuncio nuevo que arrancó un nutrido aplauso.
Lo demás fue disfrutar la tarde del domingo y anticipar lo que seguramente se volverá costumbre en la capital: los días de diversión en este espacio rescatado al olvido y a la negligencia para el goce gratuito de la gente que ayer tuvo su probadita con el concierto de Kakalo, Natalia Aguilar, Dámaris Bójor, Pata de Palo, Buena Vibra Social Sound, Isaac Montijo, entre otros artistas, destacando desde luego Carín León que con cuatro canciones confirmó su vigencia como el cantante sonorense más cotizado en el gusto popular.
II
Y si de fiestas y celebraciones hablamos, un día antes el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán inauguró la Octava Muestra Gastronómica de San Pedro, un evento que la pandemia de Covid 19 canceló en 2020, y que su administración retomó en 2022 y que relanzó su primera administración para posicionarlo como referencia anual en la zona rural oriente de esta capital.
Y es que San Pedro no solo es el bucólico paisaje de la puerta de entrada a la sierra sonorense; también es, por definición el espacio donde se conservan las tradiciones culinarias regionales; donde el carbón y la leña de mezquite se convierten en un ingrediente más en el sazón de los platillos que le han dado fama y gloria a las fusiones gastronómicas de los pueblos originarios con la cocina europea, resultando en un agasajo de paladares que nadie quiere perderse.
La Muestra es además una actividad que se realiza ahora durante dos días y que esta vez tuvo una derrama económica superior a los 20 millones de pesos, significativa para el comercio y los servicios locales, en un ambiente familiar de reencuentro con el gusto por la gastronomía sierreña.
La verdad es que no había ni para dónde voltear: acá la carne con chile colorado, allá los tamales de carne y de elote; más allá la riquísima variedad de dulces regionales; por ahí el cocido y la gallina pinta, la carne asada, el chicharrón prensado, los frijolitos maneados o refritos y por acá lo que a mi ver se llevó la tarde del sábado: un cochito ‘a la vuelta y vuelta’ que, si no lo han visto y probado, déjenme decirles que ha perdido lastimosamente buena parte de sus vidas.
Exitazo, esta octava edición de la muestra.
III
Y bueno, como no todo es jolgorio y placeres, también hubo grilla trepidante este fin de semana. Alito Moreno, el dirigente nacional del PRI llegó para alborotar la bitachera al edificio de Kennedy y Colosio, un cruce de calles que siempre me ha parecido un memorial al magnicidio, sobre todo porque toca al Parque Madero, que recuerda a otro personaje vilmente asesinado en sendos episodios trágicos de la política, en diferente lugar, en diferente momento.
Alito vino a tomar protesta a Lupita Soto y Onésimo Aguilera como dirigentes estatales del tricolor, pero ese evento quedó a la sombra del escándalo desatado por las declaraciones del exgobernador de Campeche, que en rueda de prensa previa le preguntaron sobre quien a todas luces es hoy su archirrival: Manlio Fabio Beltrones.
Y el campechano, campechanamente se fue hasta la cocina: aprovechó la pregunta para hacer cera y pabilo del exgobernador sonorense, de quien recordó todos los señalamientos que hay en su contra: por las cuentas en Andorra, por la Operación Safiro, por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, por sus vínculos con el narcotráfico y hasta por el nepotismo electoral que lo llevó a hacer senadora y luego diputada federal plurinominal a su hija Sylvana.
Y mentiras no dijo.
O sea, me vino a la mente la anécdota que cuenta el perredista Carlos Navarro de aquella vez cuando un militante le fue con el chisme a un alcalde: “Oiga mi presidente, andan diciendo que usted es un corrupto, un ratero y un baquetón”.
-¿Y tú qué piensas al respecto?, preguntó el aludido.
“Pues que es cierto”, le respondió el acomedido.
-¡Cómo que es cierto!, reaccionó el alcalde en cuestión.
“Pos es cierto que andan diciendo”, dijo tímidamente el mensajero.
Así Alito Moreno. No dijo nada que no se haya dicho antes sobre Manlio, independientemente de que haya pruebas o no las haya.
Notable, eso sí, que los priistas allí presentes, que apenas en la campaña del año pasado acompañaban festivos al entonces candidato al Senado, aplaudieran con entusiasmo la encarnizada crítica del campechano a Beltrones. Tiempos traen tiempos, no cabe duda.
Total que aquello fue un escándalo y a estas horas mucha gente está esperando la respuesta de Beltrones, que entre tiene entre sus frases lapidarias aquella que a la letra reza: “no soy rencoroso, pero tengo buena memoria”.
De la gira del campechano por Hermosillo conviene regresar con más calma sobre la declaración que hizo aludiendo al alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, como uno de los posibles candidatos a la gubernatura por una eventual alianza PRI-PAN. Porque de entrada sugirió que esos partidos no ganarían si van cada uno por su lado, pero también dijo que el PRI tiene cuadros competitivos (mencionó al Borrego Gándara, a Alfonso Elías Serrano y hasta a Lupita Soto), aunque matizó diciendo que si el Toño Astiazarán resulta el mejor posicionado, el PRI se sumaría a esa candidatura.
Y el Toño, presente en la primera fila del auditorio donde se llevó a cabo la toma de protesta de los nuevos dirigentes y donde se dieron cita la vieja y la no tan vieja guardia tricolor, nomás se dejaba querer y tuvo que levantarse en un par de ocasiones para agradecer los aplausos.
Por cierto, y nomás como dato random o mensaje subliminal. Al Toño Astiazarán lo acompañaron al evento con priistas algunos de sus más cercanos colaboradores: Flor Ayala Robles Linares, Carla Neudert, Sergio Pavlovich y Daniel García. A su lado estaba “El Vaquero” Alfonso Elías Serrano.
Digan que se los dijo un loco, pero Flor Ayala y “El Vaquero” comenzarán a sonar como aspirantes a la alcaldía de Hermosillo por la alianza opositora, y los otros tres como aspirantes a una diputación local. Guarden este tuit.
IV
Y en asuntos no menos candentes sobre los que la grillísima lectora, el perspicaz lector debería poner la lupa, anoten las intenciones de sobrevivencia política de ciertos personajes del padrecismo rampante que buscan regresar a la palestra en diferentes posiciones.
El bizarro proceso electoral para renovar al Poder Judicial, incluidos los tribunales electorales ya se contaminó en Sonora con varios nombres que deberían estar apuntados en la lista de personas juzgadas y no en la de personas juzgadoras.
Uno de ellos es el de Octavio Grijalva Vázquez. Sí, aquel padrecista que ocupó el cargo de visitador itinerante de la CEDH, pero cuyo nombre cobró relevancia como defensor de Sing Siddharth, aquel hombre de nacionalidad india que asesinó salvajemente a la joven hermosillense Priscilla Hernández, en un caso que sacudió a la sociedad sonorense.
Pues resulta que el Senado mexicano tiene en su lista de aspirantes al señor Grijalva Vázquez, que gracias a sus relaciones políticas se desempeña hoy como jefe de la Oficina de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, de quien se dice, lo está impulsando para el cargo de magistrado del Tribunal Estatal Electoral.
Ojo aquí, pues el también exconsejero electoral en Sonora, trae un abultado catálogo de procesos legales mercantiles, civiles y penales.
Entre ellos se cuentan expedientes como el amparo indirecto 665/2021 contra la Subdirección de Servicios Médicos del Isssteson; el 71/2020 contra el subdirector de Prestaciones Económicas y Sociales de ese mismo instituto; el 416/2002 contra el magistrado del Tribunal Unitario Agrario en Mexicali, BC; el 298/2010 relativas a demandas presentadas contra el Congreso de Sonora, entre otros.
El Senado tiene la palabra.
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