El presidente estadounidense lanza el mensaje tras las medidas de represalia que anunció este miércoles Bruselas en respuesta al castigo al acero y al aluminio impuesto por Washington
Iker Seisdedos
Ni un solo día sin su amenaza arancelaria. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado este jueves con imponer gravámenes del 200% a productos alcohólicos provenientes de Francia u otros países europeos. La medida respondería a los aranceles anunciados este martes por la Unión Europea, entre ellos al burbon norteamericano, como represalia a la tasa del 25% que Estados Unidos puso esta semana a las importaciones de acero y aluminio….
Trump ha manifestado su última advertencia, como acostumbra, en Truth, su red social. “La Unión Europea”, escribió, es “una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, creada con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos”, y “acaba de imponer un arancel del 50% al whisky. Si este arancel no se elimina de inmediato, Estados Unidos impondrá en breve un arancel del 200% a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países representados por la UE. Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en Estados Unidos”.
Los aranceles de represalia anunciados este miércoles por las autoridades comunitarias son por un valor de 26.000 millones y están diseñados para atacar a la línea de flotación del modo de vida tradicional estadounidense, pues afectan a símbolos como el burbon de Kentucky, los pantalones de la marca Levi’s o las motocicletas Harley Davidson.
La imposición en Washington de gravámenes al acero y el aluminio también provocaron el miércoles la respuesta de Canadá, la principal damnificada por ambas medidas. Ottawa anunció este miércoles que aplicaría tasas a Estados Unidos por valor de 21.000 millones de dólares (30.000 millones de dólares canadienses; 19.000 millones de euros). Estaba previsto que entraran en vigor este jueves y se dividan entre contraaranceles directos a las importaciones de acero y aluminio y tasas a otros productos, como ordenadores, calderas o material deportivo.
De hacerse realidad, la última amenaza de Trump supondría una considerable escalada en la guerra comercial transatlántica desatada desde su llegada a la Casa Blanca para un segundo mandato. También aviva los temores de que sus caóticas y agresivas medidas económicas desemboquen en una recesión en Estados Unidos, como muchos analistas se temen ya. Ni esos miedos ni el desplome de los mercados, que el lunes firmaron su jornada más negra en lo que va de año, parecen influir en el ánimo del presidente y de su secretario de Comercio, Howard Lutnick, que en declaraciones a Fox News pareció este jueves resignado a las peores perspectivas.