Las tarifas reforzadas de Trump impactarán a productos derivados de esos metales por un valor de casi 150,000 mdd, y amenazan con alzas de costos tanto para la industria como para los consumidores.
Staff / Forbes
Washington.- Los aranceles reforzados del presidente Donald Trump al acero y al aluminio, que se implementarán en las próximas horas, afectarán productos derivados de esos metales por valor de casi 150,000 millones de dólares, desde tuercas y tornillos hasta hojas de excavadoras, y amenazan con aumentos de costos tanto para la industria como para los consumidores.
Se estableció que los aranceles a los metales aumentarán efectivamente al 25% debido a que las exenciones, exclusiones y cuotas anteriores expirarán a las 12:01 horas EDT del miércoles (22:01 horas tiempo del centro de México) con cientos de productos derivados sujetos a los derechos por primera vez.
Trump arremetió el martes contra Canadá en medio de las crecientes tensiones comerciales con el aliado de Estados Unidos, amenazando con aranceles del 50% al acero y aluminio canadienses, pero luego dio marcha atrás después de que el primer ministro de Ontario, Doug Ford, retiró un recargo del 25% a las exportaciones de electricidad de la provincia a Estados Unidos.
Un análisis de Reuters sobre los productos sujetos a los nuevos aranceles según el plan de Trump revela que una amplia gama de piezas de automóviles y tractores importados, muebles metálicos, materiales de construcción y componentes de maquinaria estarán sujetos a estos impuestos.
La orden de Trump, emitida el mes pasado con el objetivo de reforzar los aranceles de seguridad nacional de la Sección 232 sobre el acero y el aluminio impuestos en su primer mandato, extiende las tarifas a productos tan diversos como fregaderos de acero inoxidable, estufas de gas, serpentines de evaporador de aire acondicionado, herraduras, sartenes de aluminio y bisagras de puertas de acero.
El valor total de las importaciones en 2024 para las 289 categorías de productos afectadas asciende a 147,300 millones de dólares, con casi dos tercios correspondientes a aluminio y un tercio a acero, según datos de la Oficina del Censo obtenidos a través del sistema DataWeb de la Comisión de Comercio Internacional de EU.
En comparación, las primeras dos rondas de aranceles punitivos de Trump sobre bienes industriales chinos en 2018 sumaron solo 50,000 millones de dólares en importaciones anuales.

Los aranceles impactarán más de 25,000 millones de dólares en componentes de aluminio importados para automóviles, camiones, autobuses, tractores y vehículos especiales, así como 15,000 millones de dólares en muebles de metal y piezas, según el análisis.
Canadá y México, las dos mayores fuentes de importaciones de estos metales, serán los más afectados. Ambos países, que son los mayores socios comerciales de EU, también enfrentan aranceles separados del 25% sobre todos los productos dentro de la estrategia de Trump para erradicar el tráfico de fentanilo. Sin embargo, estos últimos están mayormente pausados para bienes que cumplen con las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Los productores de acero y aluminio han argumentado durante mucho tiempo que la proliferación de exenciones y cuotas debilitó la efectividad de los aranceles de la Sección 232 impuestos en 2018, los cuales inicialmente dieron un impulso temporal a la capacidad de producción de acero y aluminio en EU.
“Estos no son los mismos aranceles al acero y al aluminio de la última vez”, dijo Dan Ujczo, abogado especializado en comercio entre EU y Canadá. “Estos son precisamente los productos cuyo impacto sentirán los consumidores en las tiendas, en la industria de la construcción y en el sector automotriz”.
Ujczo, abogado sénior en Thompson Hine en Columbus, Ohio, afirmó que algunos de sus clientes del sector inmobiliario están pausando proyectos de desarrollo porque no pueden estimar con precisión los costos de los materiales en los próximos seis a 12 meses debido a la incertidumbre generada por los aranceles.
Los objetivos de Trump al imponer estos aranceles son fortalecer la producción de acero y aluminio y traer más manufactura y empleos a EU. Esta medida forma parte de una serie de acciones arancelarias en sus primeras semanas en el cargo, que culminarán el 2 de abril con aranceles recíprocos destinados a igualar las tasas impositivas de otros países y contrarrestar sus barreras comerciales no arancelarias.
Aumento de precios en el horizonte
Sin embargo, fabricantes de equipos en Wisconsin advierten que los nuevos aranceles a los metales podrían simplemente elevar los costos, ya que gran parte de la base de suministro para componentes metálicos pequeños se ha trasladado al extranjero. Varios de ellos están considerando subir los precios.
Husco, una empresa con sede en Waukesha, Wisconsin, que fabrica componentes hidráulicos para automóviles y equipos de construcción, compra acero a nivel nacional pero enfrentará aumentos de costos en toda su cadena de suministro, especialmente para piezas importadas más pequeñas, como componentes de acero mecanizado, según su CEO, Austin Ramirez.
La compañía comenzó a trasladar parte de su producción fuera de China después de que Trump impusiera aranceles a bienes industriales chinos en 2018. Sin embargo, esto sería difícil para componentes con un alto contenido de mano de obra debido a los costos salariales en EU, señaló Ramirez.
“El impacto más fuerte será el incremento en nuestros costos de insumos”, dijo Ramirez, agregando que, para muchas piezas, incluso pagar un arancel del 25% seguiría siendo más barato que establecer producción nacional o encontrar proveedores en EU.
Los fabricantes de maquinaria agrícola probablemente anunciarán aumentos de precios en una o dos semanas, ya que los aranceles probablemente elevarán los precios internos del acero, advirtió Kip Eideberg, director de relaciones gubernamentales de la Asociación de Fabricantes de Equipos.
Los futuros del acero laminado en caliente en el Medio Oeste han subido más del 21%, o 166 dólares por tonelada, alcanzando los 925 dólares desde que Trump anunció las revisiones a los aranceles.
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“Si fabricar tractores y cosechadoras en EU se vuelve un 8% más caro, parte de ese costo inevitablemente, y desafortunadamente, se trasladará a los clientes”, dijo Eideberg.

Relocalización de la industria metalúrgica
Queda por verse si los aranceles de Trump traerán de vuelta la producción de metales a EU o si harán que algunos fabricantes nacionales sean menos competitivos frente a sus pares globales.
Pero Alan Price, abogado que dirige la práctica comercial de Wiley Rein en Washington, dijo que podrían ayudar a contrarrestar políticas como el programa IMMEX de México, que permite a empresas extranjeras, incluidas las estadounidenses, importar componentes libres de aranceles a México para ensamblarlos en productos terminados destinados a la exportación a EU.
“Sin duda, extender los aranceles a estos productos derivados cierra lagunas adicionales y reduce el atractivo de trasladar la producción fuera de EU”, dijo Price, agregando que los aranceles también incentivarán a los fabricantes a utilizar más acero y aluminio producidos en el país.
A diferencia de los aranceles relacionados con el fentanilo, Trump no ha mostrado señales de flexibilizar su postura antes de la fecha límite de medianoche.
La Casa Blanca declinó comentar sobre posibles aumentos de costos derivados de los aranceles, argumentando que estos forman parte de la agenda económica “America First” de Trump, que busca reconstruir la base industrial de EU, reducir impuestos e incrementar la producción de energía.
“En su segundo mandato, el presidente Trump volverá a utilizar aranceles para nivelar el campo de juego para los trabajadores estadounidenses y reavivar la potencia industrial de EU”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, en un comunicado.
Con información de Reuters