El próximo primer ministro y líder de la formación, exgobernador de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra, tendrá que afrontar una tensa relación con EE UU en plena guerra comercial lanzada por Trump
Jaime Porras
Los miembros del Partido Liberal de Canadá eligieron este domingo al economista Mark Carney como sucesor de Justin Trudeau. Exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Carney es la persona destinada a coger el timón de la formación política y del Gobierno, con la responsabilidad inmediata, a partir de los próximos días, de lidiar con la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump y, a corto plazo, de conducir al país hacia nuevas elecciones. El pasado 6 de enero, tras más de ocho años en el c…
argo, el primer ministro anunció que dimitiría cuando su partido seleccionara a un nuevo líder. Lo hizo empujado por una imparable caída de su popularidad y la proliferación de pugnas internas en su partido. Y el momento de ceder el testigo ha llegado. la guerra comercial que el magnate ha lanzado desde que regresó a la Casa Blanca.
El ganador de las elecciones internas competía con una lista de aspirantes integrada por el empresario Frank Baylis, que se desempeñó como diputado entre 2015 y 2019; Karina Gould, parlamentaria por Ontario, que ocupó hasta el 25 de enero el puesto de líder del Gobierno en la Cámara baja; y Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas hasta el pasado 16 de diciembre, que se ha situado en la segunda posición.
Unos 400.000 miembros del Partido Liberal se registraron para emitir su sufragio. El voto comenzó el pasado 26 de febrero y terminó a las tres de la tarde de este domingo, hora local de Ottawa (las 20.00 en España). Desde el pistoletazo de salida de la campaña, la contienda fue catalogada como un duelo entre Freeland y Carney. Este último, sin embargo, venía encabezando los sondeos y las cifras de recaudación, además de sumar el mayor número de apoyos entre ministros y diputados.
“Cuando los liberales elijan a su próximo líder el domingo, la política canadiense entrará en una nueva era”, publicó el influyente diario The Toronto Star. Trudeau se convirtió en jefe de los liberales en 2013. Dos años después venció a los conservadores en las elecciones gracias a una combinación de magnetismo y de promesas de grandes cambios. Entre sus logros más importantes destacan la prestación federal para familias con hijos, un sistema nacional de guarderías y la legalización del cannabis recreativo. Entre sus promesas incumplidas se cita la reforma electoral, el equilibro presupuestario y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Trudeau fue perdiendo popularidad con el paso de los años, aunque no sólo como consecuencia de tanto tiempo en el poder. Se recuerda su lista de escándalos por sus vínculos con las altas esferas económicas, su escasa tolerancia a las opiniones contrarias en el seno de su equipo y su insistencia en buscar un presentarse a un cuarto mandato. Tras casi una década en el poder, los liberales buscan un giro para reforzarse y seguir gobernando. A su vez, las relaciones entre Canadá y Estados Unidos pasan por su peor momento.
Si los contendientes a la jefatura liberal enfocaron en un principio sus promesas principalmente en asuntos fiscales y presupuestarios, las amenazas arancelarias de Trump y su puesta en marcha se convirtieron pronto en el asunto que condicionó la campaña. El Gobierno de Trudeau respondió a Trump aprobando cargas arancelarias similares, al tiempo que mantenía una constante colaboración con los primeros ministros provinciales. En este escenario complicado con el primer socio comercial, inquieta sobremanera el liderazgo que se ejerza desde Ottawa tras la salida de Trudeau.
Mark Carney declaró el pasado martes en un evento en Calgary: “Los canadienses estamos unidos y mostramos determinación”. Apuntaba así que su país está listo para ganar una guerra comercial a Estados Unidos. Este domingo, Howard Lutnick, secretario de Comercio estadounidense, confirmó que el 25% de aranceles al acero y al aluminio entrarán en vigor el próximo miércoles. Se trata de dos productos de suma importancia en el comercio entre los dos países vecinos.
Pese a que Carney se convertirá automáticamente en líder del Partido Liberal de Canadá, su toma de posesión como primer ministro se producirá en una fecha todavía por determinar, aunque Trudeau ha insistido en que espera “una transición rápida”. Los trabajos parlamentarios se reanudarán el 24 de marzo. Las próximas elecciones están programadas para octubre, pero podrían llegar antes. Los partidos de oposición ya han adelantado que votarán en contra en la primera sesión de confianza que se presente, para propiciar así la caída del Ejecutivo (ya que los liberales gobiernan en minoría). Además, cada vez más analistas se inclinan por pensar que el sucesor de Trudeau convocará rápidamente a elecciones anticipadas para aprovechar el momentum. En semanas recientes, la agrupación liberal ha reducido de forma considerable su desventaja frente al Partido Conservador de Canadá.
Pierre Poilievre, líder conservador, ha tenido que aparcar sus críticas constantes a los liberales en materia económica para ajustarse, con ciertas dificultades, al asunto de mayor interés: los embates de Washington. Poilievre ha señalado que, si gana en las próximas elecciones, será un primer ministro que protegerá con vigor a los canadienses frente a Trump, pronunciando frases impregnadas de patriotismo. Sin embargo, el líder conservador es visto por algunos sectores como un político con no pocas semejanzas con el republicano.