El consumo de carne de cerdo en México sigue en aumento, consolidándose como una proteína esencial en la dieta nacional. Con un crecimiento proyectado del 1.12% anual hasta 2033, el país se posiciona como un actor clave en el mercado internacional.
México se perfila como uno de los principales consumidores de carne de cerdo para 2025, en línea con una tendencia global de aumento en el consumo de esta proteína.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se espera que el consumo mundial de carne de cerdo alcance los 131 millones de toneladas en 2033.
En México, el consumo proyectado crecerá de 2.6 millones de toneladas a 3 millones de toneladas en el mismo periodo, con un incremento anual del 1.12%.
Producción nacional y desafíos
El Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) reportó que, hasta junio de 2024, el consumo de carne de cerdo en México fue de 873,206 toneladas, un aumento del 2.5% respecto al año anterior.
Este crecimiento refleja la preferencia de los mexicanos por cortes como lomo, chuleta y costilla. Sin embargo, la producción nacional no logra satisfacer completamente la demanda interna, lo que ha llevado a un incremento en las importaciones de carne de cerdo.
La producción de carne de cerdo en México, según la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX), alcanzó las 873.2 mil toneladas de enero a diciembre de 2024, un aumento del 2.5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Estados como Jalisco, Sonora y Puebla son líderes en producción, generando empleo y desarrollo económico en sus comunidades. Estos estados son fundamentales para el sector porcícola, que es un motor económico en las zonas rurales y urbanas del país.
Importaciones y satisfacción de la demanda
A pesar del crecimiento en la producción, la demanda interna supera la capacidad de producción nacional. En 2024, México importó aproximadamente 9,697 mil toneladas de carne de cerdo, principalmente de China, Estados Unidos y Canadá.
Estas importaciones son esenciales para complementar la producción local y garantizar el abasto necesario para satisfacer las crecientes necesidades del mercado interno.
La carne de cerdo no solo es importante por su impacto económico, sino también por su perfil nutricional. Es una fuente rica en vitaminas del complejo B, Omega 9, y minerales como fósforo, zinc, hierro y magnesio.
Estos nutrientes son esenciales para el bienestar y desarrollo de la población, haciendo de esta proteína una opción ideal para una dieta balanceada y saludable.
Innovación y colaboración en el sector
MSD Salud Animal en México colabora estrechamente con los porcicultores para garantizar la salud y bienestar de los cerdos.
Esta colaboración es crucial para mantener altos estándares de calidad e inocuidad en los productos, reforzando la capacidad del sector para satisfacer la creciente demanda nacional de carne de cerdo.
Olivia Azlor, Directora de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal en México, destaca la importancia de este compromiso para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico del país.