En cuanto al impacto arancelario dijo que Estados exportadores lo resentiran de forma severa, debido a su liderazgo en productos que se venden al extranjero
Bertha Becerra / El Sol de México
La imposición de aranceles del 25 por ciento por parte de Estados Unidos a las exportaciones agroalimentarias que en 2024 fueron de 54 mil 430 millones de dólares, desencadenará una recesión en el sector rural y un golpe severo a la economía.
Y entidades como Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Sinaloa y Veracruz recibirán fuerte impacto ya que son productores de aguacate, berries, tomate, nuez y uva asi como de carne de bovino, tequila y cerveza, además de la exportación de ganado en pie.
Así lo manifestó César Rafael Ocaña, director de NexusAgronegocios, quien dijo que ante este panorama, la incertidumbre generada por la administración de Donald Trump, no solo afecta la relacion comercial con México sino que también pone en riesgo las remesas y la situación de los trabajadores migrantes.
“Y esto genera doble impacto en los ingresos de muchas regiones agrícolas dependientes de este flujo económico”, refirió el especialista en análisis agropecuarios.
Respecto a las exportaciones agroalimentarias señaló que significan más recursos que las ventas al exterior de petróleo, que solo representaron el año pasado 28 mil 436.1 millones de dólares, según el boletín de la Balanza Comercial de Mercancías de México del INEGI.
El especialista dijo que de acuerdo al documento del INEGI, el año pasado, tan solo las exportaciones agropecuarias ascendieron a 23 mil 355.4 millones de dólares, Esto fue un incremento de 7 por ciento en comparación con el año 2023.
En tanto las exportaciones petroleras tuvieron una caída de 14.4 por ciento en 2024.
Señaló que a la amenaza arancelaria estadounidense, se suma el contexto de crisis en el sector pecuario, derivada del período de cierre de la frontera de Estados Unidos de la exportación de ganado en pie, debido al gusano barrenador y la sequía.
Así como la vulnerabilidad de la política agroalimentaria, que le apuesta a la autosuficiencia en granos, pero sin resolver los déficits estructurales en maíz, frijol, trigo y sorgo, productos en los que México es importador neto.
En cuanto al impacto arancelario dijo que Estados exportadores lo resentiran de forma severa, debido a su liderazgo en productos que se venden al extranjero.
Citó el caso de Sinaloa que no solo será golpeado por el arancel al tomate, sino que ya está en crisis por los bajos precios del maíz y por la sequía. “Y así sucede con otros cultivos y regiones del país”, precisó Ocaña.
Luego advirtió que sí no se toman medidas inmediatas, México enfrentará ua crisis económica de gran magnitud. La actual política agroalimentaria requiere cambios. “Necesita un giro urgente hacia la diversificación de mercados, fortalecer el consumo interno y mejorar la producción de granos”.
Subrayó que si el gobierno no actúa rápido, la combinación de aranceles, sequía, caída de precios. crisis pecuaria y dependencia de importaciones de granos, puede llevar a quiebras masivas de productores, con impactos económicos y sociales profundos que generará una recesión en el campo, que tendrá efectos por muchos años.
Afirmó que el mundo está cambiando, hay necesidades de adaptación global para actuar localmente. Los retos que enfrenta el sector agroalimentario requieren estrategia con visión de largo plazo y unidad, pues la incertidumbre en la relación con Estados Unidos no desaparecerá pronto.