Sea Shepherd y el sector ambiental aseguraron la presencia de la organización en el Alto Golfo de California, enfocándose en la protección de la vaquita marina.
Ernesto Méndez
El reciente convenio de concertación firmado por el sector ambiental y Sea Shepherd Conservation Society, allana el camino para que la organización internacional mantenga su presencia en el Alto Golfo de California hasta septiembre de 2030, con el fin de implementar acciones orientadas a la protección y conservación de la vaquita marina.
El documento de 16 cuartillas en poder de Excélsior, establece que los pastores del mar (Sea Shepherd), realizarán investigación científica en la región, incluido el monitoreo del mamífero marino en mayor peligro del mundo, “mediante la realización de cruceros de investigación y otros estudios destinados a incrementar el conocimiento sobre la especie, su distribución, tamaño poblacional, uso del hábitat, y otros factores clave para su conservación”.
Además de la formación de recursos humanos locales en técnicas de observación de mamíferos marinos, particularmente de vaquita y otras especies de megafauna presentes en las aguas del Alto Golfo de California.
Combate a las redes ilegales en hábitad de la vaquita marina
De igual forma, se refrenda la participación de Sea Shepherd en la detección, recuperación y destrucción de artes de pesca perdidas, abandonadas o descartadas en el Área de Refugio de la Vaquita Marina, con particular énfasis en la llamada Zona de Tolerancia Cero.
Un punto importante es que en el anterior convenio firmado el 23 de junio de 2021, se establecía claramente que ante cualquier hallazgo de una red ilegal, Sea Shepherd tenía que avisar a los elementos de la Secretaría de Marina (Semar), Conapesca y Profepa, para que fueran ellos quienes personalmente acudieran a extraer las llamadas “redes fantasma”, y parece que ahora les dan mayor libertad para actuar.
No obstante, el nuevo acuerdo reitera que las funciones de Inspección y Vigilancia competen a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “por lo que, la suscripción del presente instrumento jurídico no implica o constituye delegación de esta atribución, ni una autorización a LA ORGANIZACIÓN para realizar inspecciones de personas y embarcaciones”.
Silencio total
Un apartado que se repite en esta ocasión es el de la confidencialidad, que obliga a Sea Shepherd a guardar silencio sobre todo lo que ocurre en el hábitat crítico de la vaquita marina y “no revelar la información sensible que sea de su conocimiento”.
“LAS PARTES acuerdan que todo su personal guardará estricta confidencialidad con respecto a la información técnica que sea de su conocimiento, y les haya sido proporcionada por cualquiera de LAS PARTES para el cumplimiento del objeto de este Convenio, y se comprometen a no divulgar en ninguna forma a personas ajenas al cumplimiento de dicho objeto, sin la autorización previa y por escrito de la parte que la haya proporcionado, quedando bajo su más estricta responsabilidad el mal uso o divulgación que pudiera hacer de ésta por causas imputables a él o a su personal”, indica el acuerdo.
Lo nuevo en el convenio es que contempla implementar acciones dirigidas a la conservación de la diversidad biológica marina, como monitoreo de especies, evaluación del estado de conservación de los ecosistemas marinos y servicios ecosistémicos dentro de las áreas marinas protegidas Parque Nacional Arrecifes del Golfo de México-Sur; Parque Nacional Bajos del Norte; Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe y Parque Nacional Revillagigedo, entre otras.
Por lo menos, el acuerdo no menciona directamente al Golfo de Ulloa, en Baja California Sur, donde el año pasado se tenía planeado que Sea Shepherd patrullara, con el fin de reducir la muerte masiva de tortuga caguama por la supuesta interacción con redes prohibidas.
Este proyecto quedó en la congeladora, ante las protestas de pescadores que se opusieron a la presencia de la organización internacional en sus aguas, pese al riesgo de un embargo comercial por parte de Estados Unidos. “
El convenio de concertación signado el pasado mes de noviembre, contiene las firmas de Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); Mariana Boy, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Pedro Álvarez-Icaza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), así como de Pritam Singh, presidente y CEO de Sea Shepherd Conservation Society.