Francisco Santacruz M.
Sin duda que en peregrinar de mi vida debo reconocer que logre muchas satisfacciones en beneficio personal y de mi familia, gracias a amigos que me apoyaron, pero también debo señalar que hubo muchas personas que sirvieron de escollos para que no lograra alcanzar mis metas en la vida.
Recuerdo que una de mis grandes satisfacciones en el periodismo, fue el hecho de que me tocara dar a conocer a través de Excélsior el “destape” como candidato a gobernador del Estado, al doctor Samuel Ocaña García, con quien me une una gran amistad desde los tiempos en que fue alcalde de Navojoa.
Precisamente el periódico de la vida nacional a través de la columna Frentes Políticos, de la cual era titular, Ángel Trinidad Ferreira, fue el primer medio escrito el que dio la noticia en una mañana de la tercera semana de enero del año de 1979, ya que la noche anterior lo había revelado por televisión en 24 horas Jacobo Zabludovsky.
Ramón Morones, reportero de Excélsior, que en los días de descanso de Trinidad Ferreira cubría la redacción de la columna, me llamo por teléfono y me pidió todos los datos que pudiera a cerca del doctor Ocaña, porque “es el bueno para Sonora” mañana lo dará a conocer en Tabasco El “negro” Carlos Sansores Pérez, líder nacional del PRI en Tabasco, me dijo.
Rápidamente puse manos a la obra y al primero que le hable, fue a Guillermo Ocaña, su hermano y le dije la noticia y de inmediato me paso toda la información.
Fue así como cundió como reguero de pólvora la noticia de que el doctor Samuel Ocaña García, sería el candidato al gobierno de Sonora, dejando en el camino a Salomón Faz Sánchez, a la sazón dirigente nacional de la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad; Francisco Vizcaíno Murray, Director de Uranio Mexicano; César Tapia Quijada, diputado federal; Alicia Arellano Tapia, ex diputada federal, senadora y ex alcaldesa de Magdalena y a Ernesto P. Uruchurtu, ex regente de la Ciudad de México.
Esa misma noche y tras conocerse la noticia me llovieron llamadas telefónicas de políticos, amigos y familiares, con el fin de conocer de dónde había salidos el “borrego” y que si era cierto entre ellos Daniel Acosta Cazares, Eduardo Cayetano Guacia Puebla y Alfonso Molina Ruibal, Fernando Romero Santander, quienes habían hecho un pacto de unirse y apoyar incondicionalmente a quien resultara candidato, ya que con todos llevaban buena amistad.
Así estuve que no me dejaban dormir, hasta que finalmente entro la llamada más importante para mí, Samuel Ocaña me hablo y me dio las gracias y me pidió que me sumara a su campaña y así lo hice. Luego de esa llamada descolgué el teléfono, pero no paso una hora, cuando una vecina toco la puerta de mi casa y me levante haber que se ofrecía y, era para decirme que me estaban llamando de Ciudad Obregón porque marcaban a mi casa y sonaba ocupado y es que lo había descolgado. Me reporte con mis familiares de Ciudad Obregón y era para darme la mala noticia de que había fallecido un hermano.
Llega el dia en que el candidato haría su arribo a Hermosillo y como se acostumbraba, pero esta vez mas desbordante en donde la gente se abalanzaba queriendo estrechar la mano del doctor Ocaña. Claro está, me uní al júbilo y a su campaña cubriendo toda la información para su publicación en Excélsior.
La campaña se inició en San Luis Rio Colorado, pero previo a ello los sectores Obrero, Campesino y Popular, hicieron sus convenciones para nominarlo su candidato.
Tal y como me lo había solicitado el propio doctor Ocaña, tuve mi oficina a un lado de la suya y con reporteros que cubrieran sus audiencias y apoyos. Pero un mal día, se me a pantera Eduardo Cayetano García Puebla y me dice que el doctor Ocaña le pidió que me corriera y que no me quería más en el comité de campaña y le digo, que eso no puede ser, que estoy ahí por instrucciones del propio doctor y que si así era su decisión que él me lo dijera y, me responde, que el doctor le dijo que no quería tratos conmigo, que no quería verme, que de ese día en adelante él se haría cargo de la información local y nacional, que los tratos con Excélsior el los haría directamente.
Al no poder ver al doctor me retire cabizbajo y pensando en donde estaría mi error.
Pero no me di por vencido y volvía al comité de campaña en busca de una entrevista con el doctor Ocaña, pero no me dejaba entrar un guardia.
Un día, García Puebla sale de su oficina y me amenaza con llenar la cajuela de mi carro con mariguana para que me detengan y ante ello, opte por retirarme.
Se llega el día de inicio de campaña y me manda decir que muy temprano me fuera con mi maleta al comité porque iba a salir el camión de prensa con los reporteros y le contesto que no iría que gracias.
Pero vuelve su chofer a mi casa y me dice que le dé la maleta y que en la mañana el vendría por mí y mi respuesta fue la misma, no voy a ir.
Hicieron varios intentos por convencerme de que fuera, pero solo les di mi negativa. Más tarde se presenta en mi casa el doctor Guillermo Ocaña y me pregunta porque no quiero ir y le comento todo lo que ha sucedido a lo que me responde que “Samuel no sabe nada”, … si, le digo, ya me imagino, pero no me ha dejado acercarme. “Yo voy a venir por ti y nos vamos a ir en un avión, está bien me dice”. Mira, le contesto, si voy a ir, pero dile al candidato que el venga por mí y que me voy a ir con él. Mira, mira, me dijo, le voy a decir y vas a ver que así va a ser. Y así fue.
Pues, llegue con el candidato al gran mitin de inicio de campaña con el asombro de muchos y Eduardo Cayetano García Puebla, no sabía dónde esconderse, hasta que se doblego y me habla para decirme que todo lo que se me ofreciera le dijera.
La información fue cintillo en la primera plana de Excélsior, ya que la de ocho columnas se la llevo la visita del Papa, que había arribado a México.
Recuerdo que cuando pase mi información los compañeros de México, me dijeron que, si también aquí había llegado el Papa, porque mi cálculo de personas abarrotadas en el mitin fue de 20 mil y se les hizo muchas.
Recordemos que Samuel Ocaña Gobernó Sonora de 1979 a 1985 y se le reconoce su estilo abierto de gobernar madrugador y creador de instituciones como Radio Sonora, El Colegio de Sonora, Crédito Educativo, el Cesues (hoy UES), el CIAD y el Cideson. También por sus obras de infraestructura educativa e hidráulica y la magna gestión de atraer a la Ford a Hermosillo.