Los facultativos comparecen para transmitir calma y explicar que el Pontífice necesitará tiempo: “Está en condiciones críticas, como es normal a su edad, pero está bien”
Iñigo Domínguez
Dos médicos del hospital Gemelli de Roma han comparecido esta tarde en rueda de prensa para dar explicaciones sobre la salud del papa Francisco, cuando se cumple una semana de su ingreso el 14 de febrero, y sobre todo para dar una sensación de tranquilidad. Han hablado en tono distendido e incluso hecho chistes, muy a la romana, para resumir que el Papa ha mejorado desde que llegó y se encuentra bien, pero tratándose de una persona de 88 años,
025-02-18/el-vaticano-anula-la-agenda-del-papa-francisco-i-hasta-el-domingo.html” target=”_blank” data-link-track-dtm=””>con una neumonía bilateral, está en una situación delicada. “Su vida no corre peligro, pero no está fuera de peligro”, ha dicho con claridad el doctor Sergio Alfieri, director del departamento de cirugía del hospital. “Basta poquísimo para desequilibrarlo”, ha añadido Luigi Carbone, responsable médico en el Vaticano. “Está en condiciones críticas, como es normal a su edad, pero está bien”, ha resumido Alfieri.
Por eso ya adelantan que seguirá todavía un tiempo indefinido en el hospital, “al menos toda la próxima semana” y es imposible hacer más previsiones. “Seguirá aquí el tiempo que sea necesario para poder regresar con seguridad. Ahora no lo mandamos de vuelta, porque se pondría a trabajar como antes”, han explicado, pero en todo caso se muestran convencidos de que si todo va bien volverá al Vaticano, aunque seguirá con “la parte crónica” de su enfermedad, la bronquitis, y deberá cuidarse para evitar nuevas complicaciones.
Los médicos han dado bastantes detalles a preguntas de los periodistas. En el Vaticano, el Papa estaba bien seguido ―”mejor no se podía hacer”― por enfermeros y especialistas en su residencia de Santa Marta, y “como mucha gente en este periodo, decidió curarse en casa”. Pero al final decidió ir al hospital cuando vio que empeoraba. No está continuamente postrado en la cama, se mueve y se sienta a comer, con apetito, y a trabajar. Hoy ha ido a rezar a la capilla situada junto a su habitación. Está perfectamente lúcido, “con la cabeza de un hombre de 60, o 50 años”, y ha pedido a los médicos que le digan la verdad: ”Me ha dicho que se da cuenta de que la situación es grave”, apunta Alfieri.
Jorge Mario Bergoglio no está intubado ni conectado a ninguna máquina y respira autónomamente. Solo a veces se le coloca una mascarilla en momentos en que tiene dificultad para respirar. Su corazón “está perfecto”. “Está como un hombre de 88 años con una infección polimicrobiana: virus, hongos, bacterias”, indicaron los facultativos, que precisaron que el Pontífice no tiene ninguna otra patología. En todo caso, mantiene el buen humor. “Esta mañana, cuando le dije: ‘buenos días, Santo Padre’, respondió: ‘buenos días, santo hijo’”, ha relatado Alfieri. También, en otro momento, el médico se acercó para hablarle en confianza y “entonces me preguntó: ‘¿qué pasa, se quiere confesar?’”.