Exgobernador de Tamaulipas, el político panista intenta defender su inocencia ante la Fiscalía, que le acusa de narcotráfico y blanqueo y no le da tregua
Zedrik Raziel
Francisco García Cabeza de Vaca, exgobernador del Estado de Tamaulipas y militante del conservador PAN, intenta por todos los medios sacudirse el persistente asedio de la Fiscalía General de la República (FGR), que desde hace años intenta llevarlo ante la justicia por los presuntos delitos de crimen organizado y blanqueo de capitales. A resguardo fuera de México —tiene la nacionalidad estadounidense y propiedades en ese país—, la Fiscalía ha obtenido al menos dos órdenes de captura que no ha logrado cumplir graci…
as a la dura defensa legal del panista, que alega su inocencia y sostiene que es objeto de una persecución política. El último recurso del Gobierno mexicano ha sido obtener hace unos años una ficha roja de la Interpol contra el exgobernador para que sea detenido en cualquier país y extraditado a México. Ese ha sido, precisamente, el más reciente episodio en el camino cuesta arriba de Cabeza de Vaca, de 57 años. El panista aseguró el fin de semana que la Interpol ha cancelado esa ficha de búsqueda, algo que la FGR ha salido a negar este lunes, con el argumento de que se trata solo de una suspensión, como resultado de un recurso legal promovido por la defensa del político en los tribunales nacionales.
Exalcalde de Reynosa (Tamaulipas), exdiputado federal y local, exsenador y exfuncionario del presidente Felipe Calderón (PAN), Cabeza de Vaca ha vivido durante años rodeado de polémica. En 2020, cuando ya era gobernador de su Estado, la FGR inició una carpeta de investigación en su contra por presunto blanqueo de recursos del Cártel del Golfo, con base en escuchas telefónicas aportadas por la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, según dio a conocer Animal Político. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) proporcionó además pruebas de supuesto enriquecimiento ilícito —el panista construyó un imperio inmobiliario en EE UU—, desvío de recursos públicos y fraude fiscal. La investigación alcanzaba al círculo familiar y posibles testaferros de Cabeza de Vaca. Por si fuera poco, Emilio Lozoya, el titular de Pemex en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, le implicó en la trama de los sobornos pagados por Odebrecht a legisladores para facilitar la aprobación de la reforma energética impulsada por el PRI.
La cacería de Cabeza de Vaca arreció durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, aunque funcionarios federales de esa Administración afirmaron que las investigaciones comenzaron desde la era de Peña Nieto. En 2021, en el meridiano del Gobierno de López Obrador, la FGR solicitó al Congreso federal que le quitase el fuero al panista, una protección especial a la que acceden algunos funcionarios, como magistrados, legisladores y gobernantes, frente a posibles atropellos del poder. La UIF se sumó a la petición de desafuero con un expediente donde le acusó de presunto fraude fiscal por simular la venta de un departamento y de blanqueo de recursos, ahora del Cártel de Sinaloa. De nueva cuenta, Cabeza de Vaca denunció una persecución con trasfondo político.
El proceso de desafuero derivó en un embrollo de vuelos constitucionales. La Cámara de Diputados, dominada en aquel momento por una abrumadora mayoría de Morena, aprobó anular la inmunidad de Cabeza de Vaca, lo que lo ponía finalmente a disposición de la Fiscalía, aunque solo para que procesara al gobernador por el delito de defraudación fiscal. Sin embargo, el Congreso de Tamaulipas, controlado por el PAN, rechazó la decisión del Legislativo federal con el argumento de que la autoridad a la que le correspondía despachar el trámite de desafuero era, en todo caso, la Cámara de Diputados del Estado que le eligió para ser mandatario. El asunto llegó a la Suprema Corte de Justicia, que estableció que la Federación únicamente podría perseguir a Cabeza de Vaca cuando concluyera su periodo de mandatario.
Con dos órdenes de captura sobre su cuello emitidas por jueces en 2021 y 2022, el político se marchó a Estados Unidos nada más terminar su gubernatura, el 30 de septiembre de 2022. De ello deriva la petición de México a la Interpol para pedir la detención del ahora exgobernador. Desde EE UU, Cabeza de Vaca hizo campaña para convertirse en senador del PAN en las elecciones de junio de 2024, pero el Tribunal Electoral anuló su postulación por considerarle inelegible, debido a las órdenes de aprehensión en su contra y que el panista estaba, técnicamente, prófugo de la justicia. Razón suficiente para que en estos años no haya visitado México.
El atribulado camino de Cabeza de Vaca suma ahora la polémica en torno a si la ficha roja de la Interpol continúa vigente o no. El panista publicó en redes sociales la imagen de una hoja que él atribuye a la Interpol y que señala, sucintamente, que no está sujeto a una notificación u orden de búsqueda de la organización internacional. El exmandatario señaló que ello significaba que la Interpol había “anulado” la ficha roja que “infundadamente” había emitido para capturarle. Aunque la imagen que difundió no aporta argumento alguno, Cabeza de Vaca afirmó que la determinación de la Interpol “se basó en un exhaustivo examen del caso”. “Con esto se pudo determinar que las denuncias presentadas por la Fiscalía carecen de todo fundamento y sustento legal y únicamente han estado motivadas por la larga campaña de persecución política en mi contra”, señaló.
La FGR ha afirmado este lunes que “es falso” que la Interpol haya cancelado la ficha de búsqueda por considerar infundadas las acusaciones. La Fiscalía ha sostenido que, en cambio, la organización internacional suspendió temporalmente la ficha roja luego de que la defensa de Cabeza de Vaca obtuvo un amparo, que impugnó la FGR y cuyo fondo aún no se resuelve en definitiva. “Ello es con base en un criterio general de ese organismo internacional de suspender ese tipo de notificaciones cuando el caso lleva más de seis meses en determinado estatus, lo cual puede variar en función del resultado de los recursos que estén en curso”, ha indicado la dependencia.