Nuestro país argumenta que el Rancho El Aribabi, un refugio privado de vida silvestre por donde atraviesa el proyecto ferroviario, ya no era área natural protegida cuando comenzaron a trabajar
ERNESTO MÉNDEZ
Tras solicitar una prórroga por vacaciones de fin de año, el gobierno de México respondió a la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA), órgano creado al amparo del T-MEC, sobre supuestas omisiones en la aplicación de la ley ambiental para la construcción del llamado Tren Fantasma, en Sonora.
El principal argumento del sector ambiental mexicano para tratar de que la CCA deseche la petición de organizaciones de la sociedad civil de realizar un Expediente de Hechos (Investigación a Fondo), es que el Rancho El Aribabi, un refugio privado de vida silvestre, por donde atraviesa el proyecto ferroviario, ya no era área natural protegida cuando comenzaron las obras.
La petición encabezada por el Centro para la Diversidad Biológica, con base en el artículo 24.27 del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, establece que el gobierno mexicano avanzó durante más de un año con los trabajos sin los permisos ambientales requeridos, fragmentando el corredor biológico del jaguar en la reserva natural Rancho El Aribabi.
En la respuesta de 35 páginas, la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), explicó que no fue posible obtener una opinión técnica sobre posibles impactos por la Reubicación de las Vías Férreas de Nogales, debido a que los dueños originales del Rancho El Aribabi, presentaron la cancelación anticipada de los certificados que le otorgaban el estatus de Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC).
La DGVS, detalló que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), se quedó sin materia, porque los predios identificados como Rancho El Aribabi Fracción A y Fracción B, ya no cuentan con la protección federal, que tenían con la figura de ADVC, vigente desde 2011-2012, y que contemplaba un período de 15 años, es decir, hasta 2026-2027.
De acuerdo con las reglas establecidas, los propietarios de Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), pueden realizar la cancelación anticipada de los certificados con un simple trámite ante las direcciones regionales de la Conanp.
En caso de no realizar estos cambios, la propia Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, advierte que se pone en riesgo el control de las actividades que se realizan dentro de los predios, pudiendo ocasionar daños a los recursos naturales existentes, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), debe verificar e inspeccionar que se actúe conforme a derecho.
A pesar de que la petición de las organizaciones de la sociedad civil a la Comisión de Cooperación Ambiental gira en torno al hábitat del jaguar, especie en peligro de extinción que comparten México y Estados Unidos, el gobierno mexicano no lo menciona ni una sola vez en sus alegatos presentados el pasado 7 de febrero.
SIGUE TENIENDO PROTECCIÓN
En un simple búsqueda de información realizada en bases de datos de la Conanp, pudimos constatar que el Rancho El Aribabi cuenta todavía con los certificados vigentes como Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC), o por lo menos seguían activos hasta diciembre de 2024, que es la lista pública más reciente que se puede revisar en internet, con fecha de actualización al 8 de enero de 2025.
Además, fuentes consultadas por Excélsior, confirmaron que la cancelación anticipada de los certificados de ADVC, se realizó apenas a finales del año pasado, y el trámite todavía no concluye, porque lo que se pretende es sólo modificar las coordenadas, para retirar la protección federal a los tramos que se vendieron para el Tren Fantasma, y mantener el resto del terreno bajo la misma figura, que tienen desde hace 12-13 años.
El listado de la Conanp indica que el certificado vigente CONANP-250/2011, es para el Rancho El Aribabi Fracción A, con una extensión de tres mil 951 hectáreas y el certificado vigente CONANP-317/2012, es para el Rancho El Aribabi Fracción B, con una extensión de tres mil 955.18 hectáreas.
Excélsior viajó a la zona desde noviembre de 2023, para documentar las primeras incursiones de los ingenieros del Ejército en el Rancho El Aribbi, con el fin de marcar los trazos de la obra y establecer los sitios por dónde pasarían las vías del ferrocarril.
El 4 de marzo de 2024, Sky Island Alliance, realizó un sobrevuelo con dron, y obtuvo vídeos y fotografías, que confirman el inicio de las obras de construcción del Tren Fantasma dentro del Rancho El Aribabi.
En las imágenes se observa maquinaria pesada haciendo aplanado de terreno desmontado muy cerca del inmueble que servía como centro de visitantes y alojamiento en esta reserva natural.
Las mismas fuentes a las que tuvimos acceso, corroboraron que los trabajos en forma en el rancho El Aribabi arrancaron en marzo de 2024, y con base en su grado de avance, se espera que continúen al menos durante todo 2025.
De esta forma, se puede establecer que el Rancho El Aribabi, aún estaba protegido cuando empezaron las obras, lo que contradice la versión oficial y refuerza la posibilidad de que el proyecto haya avanzado sin cumplir con la normativa ambiental.
El Rancho El Aribabi, ubicado en la zona serrana al norte de Sonora, en las llamadas Islas del Cielo, entre los municipios de Ímuris y Cananea, a sólo 50 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, es el hábitat de más de 200 especies de aves, 40 de reptiles y anfibios, así como de 30 especies protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059, como el oso negro, ocelote, monstruo de Gila y el jaguar.
Además, sobre este refugio natural, propiedad privada hasta 2024, corren 14 kilómetros del Río Cocóspera, la única fuente de agua superficial que queda limpia en Sonora.