El artista plástico mexicano Enrique Chiu celebra nueve años de su Mural de la Hermandad, proyecto que plasma historias de migrantes en la barda entre México y EU
Ernesto Méndez
Testigo de la historia, Enrique Chiu ha presenciado en primera fila el endurecimiento progresivo de las políticas de seguridad y control en la frontera entre Estados Unidos y México.
Frente a sus ojos han desfilado un sin número de connacionales en busca del llamado sueño americano, así como las primeras oleadas de haitianos expulsados por catástrofes naturales o las caravanas masivas de centroamericanos que huyen de la violencia y las bandas del crimen organizado.
En su memoria ha quedado registrada la evolución física del muro que genera una profunda cicatriz en la región de Norteamérica.
Enrique Chiu es un artista plástico nacido en Guadalajara pero avecindado en Tijuana, que este 2025 cumple nueve años con su proyecto del Mural de la Hermandad.
Su obra utiliza como un gran lienzo el muro de acero y concreto que nace en el Océano Pacífico y que abarca mil 36 kilómetros en línea recta, es decir, que está instalado en el 33% de los más de tres mil 200 kilómetros de frontera compartida.
“En diciembre de 2016 comenzamos pintando el muro todo de azul cielo, para tratar de borrarlo en el horizonte. Después se acercaron muchísimos niños, asociaciones civiles, escuelas y universidades, que querían participar, entonces empezamos a meterle color y más color, para que fuera un muro lleno de ideas, huellas, pensamientos, credos, poesía y música”, relató.
Justo donde comienza la patria, Enrique Chiu, inició el Mural de la Hermandad, luego de obtener el permiso de la administración de Barack Obama y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
“Envíe una carta a la Casa Blanca y al poco tiempo me respondieron que podíamos comenzar a pintar el muro del lado mexicano”, comentó.
En este sitio se han contado cientos de historias, tristes separaciones, felices reencuentros, así como anécdotas de momentos muy especiales como la celebración de bodas, con el esposo de un lado y la esposa del otro, en ceremonias que ninguna valla pudo detener.
“Hubo bodas, sí claro, hubo bodas aquí, la última fue cuando se abrió la Puerta de La Esperanza para que los novios pudieran besarse”, recordó el artista plástico.
Poco antes de la pandemia de covid 19, desapareció la Puerta de la Esperanza en Playas de Tijuana, que era el acceso al “Parque Binacional de la Amistad, inaugurado en 1971 por la primera dama Pat Nixon, que de vez en cuando permitía la convivencia de las familias separadas durante años por el muro fronterizo.
“Les daban entre tres y cinco minutos a los familiares para que se pudieran reunir y platicar”, detalló.
Alrededor del Mural de la Hermandad, se han realizado actividades recreativas, artísticas y culturales como juegos de voleibol donde el muro sirve como red; clases simultáneas de yoga en ambos lados de la frontera y la colocación de juegos de “sube y baja” que atraviesan los límites geográficos para diversión de chicos y grandes.
En nueve años, las voces se multiplicaron en el “Mural de la Hermandad”, con pinceladas, barrote por barrote, tramo por tramo, en una gran obra, que en su mejores días alcanzó cuatro kilómetros de extensión.
Tan sólo en Tijuana se lograron colorear dos kilómetros lineales, antes del cambio y reforzamiento de la valla en la frontera entre Tijuana y San Diego, durante el primer gobierno de Donald Trump.
”Se pintó medio kilómetro en Tecate, casi medio kilómetro en Mexicali, además del muro en Ciudad Juárez, Reynosa, y hasta el Río Bravo”, puntualizó Enrique Chiu.
Hoy el muro fronterizo parece más alto, más fuerte y menos poroso con el regreso de Donald Trump a la Oficina Oval, aunque siempre queda la esperanza de un futuro mejor para las personas que deciden migrar.
“Yo creo que van a haber más deportaciones, y más gente que va a venir para acá; sabemos que muchos creen todavía en ese sueño del mito americano, y llegarán a esta frontera a tratar de suavizar su proceso de vida y conseguir tener algo mejor”, remató el artista plástico.