Los principales motivos son la variabilidad de los costos, altas tasas de interés y la reconfiguración de proyectos habitacionales y de infraestructura.
Esmeralda Lázaro / EL ECONOMISTA
La industria de la construcción, un sector estratégico para la economía mexicana durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en un periodo de crisis tras la culminación de obras insignia y una nueva política de infraestructura.
A nivel subnacional, Tabasco es el estado más sumergido en una recesión del sector, pues a noviembre pasado, hila dos años con caídas anuales en el valor de producción, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A la entidad petrolera le siguieron Aguascalientes, Sinaloa y Sonora, cada uno con una racha de 11 meses con disminuciones en la industria de la construcción.
“La economía de Tabasco está estrechamente vinculada a la industria petrolera, la situación fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la disminución en la extracción petrolera han generado una crisis industrial en la región; la paraestatal tiene adeudos con proveedores locales, cuya falta de pagos afectó la operación de empresas, especialmente pequeñas y medianas, derivando en la pérdida de empleos formales”, explicó el analista económico Héctor Magaña.
A esta situación de crisis se suma a la finalización del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, obras por las cuales la entidad tuvo altos valores de inversión y empleos en el sector, los cuales han ido a la baja, generando una contracción en la industria de la construcción.
Por su parte, en Sinaloa, la falta de trabajadores especializados en la industria de la construcción, así como los crecientes problemas de inseguridad que atraviesa la entidad, “han comprometido el desarrollo de proyectos en la región”, agregó el experto.
Cambios en edificación
A pesar de la percepción de auge en el sector de la construcción en Aguascalientes, el subsector de edificación, que incluye la construcción de viviendas residenciales, no ha mostrado un desempeño positivo como en años anteriores, explicó Dafne Viramontes, presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes.
“Esta desaceleración podría estar relacionada con factores nacionales e internacionales que afectaron los precios de los insumos y generaron incertidumbre entre las empresas, el año 2024 fue un periodo complicado para invertir en el sector de la construcción debido a las condiciones del mercado”, dijo.
“La construcción en Aguascalientes ha sido fluctuante, pero con una tendencia al alza durante el 2024, según datos del Indicador Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE), en los primeros nueve meses del año, hubo un crecimiento acumulado del 2.9%, que parece estar vinculado con la inversión en infraestructura hídrica, de electricidad y telecomunicaciones”, agregó.
Cautela
Para Kristobal Meléndez, analista económico y financiero, señaló que la caída en la construcción se debe en parte a un cambio de modelo en la vivienda, por lo que algunos proyectos están siendo cautelosos a las nuevas reglas y al enfoque en la rehabilitación de vivienda abandonada.
“Una vez que el nuevo modelo esté asentado, los niveles de construcción se irán recuperando”, contextualizó.
“Aunque hay indicadores que nos permiten identificar un comportamiento adecuado del sector de la construcción en Aguascalientes, el subsector de edificación aún podría ver cambios en el futuro cercano, con el arranque de un programa de vivienda social promovido por el gobierno estatal para el 2025, que podría influir en el crecimiento de este segmento en los próximos meses, sin descuidar inversiones en obras de urbanización y transporte”, añadió Dafne Viramontes.
En el caso de Sonora, su desempeño puede estar relacionado con las altas tasas de interés todavía vigentes que encarecen el financiamiento para proyectos de construcción, “lo que puede desalentar tanto a inversionistas como a desarrolladores; si a esto se añaden las condiciones del mercado puede llevar a retrasos o cancelaciones”, concluyó Héctor Magaña.
