Órdenes ejecutivas firmadas por Trump marcan, entre otras cosas, qué áreas de su gobierno presentarán en abril reportes sobre los avances de México en el combate al fentanilo. Y que, con base en ello, Washington orientaría eventuales acciones punitivas. ¿Con qué estadística confiable contrarrestará el gobierno mexicano la información que considere incorrecta? En dos conversaciones en la semana escuché de funcionarios que el tema preocupa en la administración de Sheinbaum, porque a esta Casa Blanca será difícil encararla de arranque con charlatanería. Está el ejemplo de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas y Alcohol, no actualizada desde 2016-17. Ahora sé, y puedo decir que el año pasado, en efecto, el gobierno de López Obrador levantó una nueva encuesta. Pero algo falló en las entrevistas al grado de arrojar resultados como que sólo 4% de los mexicanos consumen alcohol en exceso (versus 19.8% en la Encuesta 2016-17). Ni López Obrador se atrevió a difundir esos números, por lo que a máxima velocidad se está reelaborando lo que se hizo mal. Inventar mundos felices a partir de “otros datos” no parece una fórmula que vaya a funcionar ante un Trump con ganas de morder.
X: @CiroGómezL