La incosteabilidad y la baja captura de especies obligan a los pescadores a suspender sus actividades, mientras buscan soluciones con legisladores para frenar la creciente problemática.
Redacción / CAMBIO 22
La incosteabilidad es lo que realmente obliga a pescadores ribereños a parar sus labores desde este arranque de año, ya que muchas veces el pobre volumen de capturas de ciertas especies, resultan más caros con el uso del combustible, el cual está cada día más caro y no se ve la forma de frenar esta situación, manifestó Leonel Sánchez Cota.
El presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Norte de Sinaloa, sur de Sonora indicó que por más que han gestionado el tema con los mismos legisladores federales a quienes les han expuesto lo caro de los combustibles, y haya una manera de que se hagan modificaciones o programas para los hombres del mar, no hay eco en este asunto, que hunde la actividad.
“Ahorita algunas embarcaciones paran por incosteabilidad de la salida a la pesca, no es que no haya qué pescar, lo que pasa que el producto vale menos que el costo, entonces lo que único que pasa el pescador sale porque tiene que comer, pero no paga su gasolina a la cooperativa y la cooperativa pide prestado para pagar, o comprar la gasolina”.
Dijo que por más que buscan convencer a los diputados para abordar el tema y juntos encontrar caminos que solventen las labores de la pesca, nadie da mayores visos de canalizarlo de fondo, salvo en diciembre pasado que hubo un apoyo del Gobierno estatal, lo cual agradecen porque es una bocanada de oxígeno, pero que al final resulta insuficiente.
“Nosotros compramos la gasolina como siete pesos más cara que en Estados Unidos, incluso que en la frontera, porque tenemos el sector está también en la zona libre, en lo que es la parte de Baja California con San Felipe, muchos pescadores, por ejemplo a ellos la gasolina les cuestan menos que a nosotros, los productores van al mismo mercado, entonces están resintiendo”.
Las capturas de especies marítimas, apuntó Sánchez Cota, son cada día menos y eso no alientan a salir a la mar, menos porque es más lo que gastan en movilizar las pequeñas embarcaciones que lo que realmente tendrán de pagos, y otros lo hacen como una medida de sustento para tener que comer en casa.