Tres familiares desaparecidos al cruzar los límites de Sinaloa y Nayarit; el caso refleja el aumento de desapariciones en la región y la inacción de las autoridades.
LA VERDAD NOTICIAS
La desaparición de Laura Elena Acosta Pérez (48 años), Roel López Duarte (46 años) y Jesús Manuel Serrano Avendaño (20 años) ha despertado un profundo temor en Culiacán y más allá. Esta familia fue vista por última vez el pasado 8 de enero, mientras viajaban desde Hermosillo, Sonora, con destino a Tepic, Nayarit. El contacto con ellos se perdió en los límites entre Sinaloa y Nayarit, cerca de los municipios de Escuinapa y Acaponeta.
Sheila Acosta, hermana de Laura Elena, expresó en redes sociales el dolor que enfrenta la familia:
“La angustia es insoportable, cada minuto que pasa sin noticias aumenta el dolor y la desesperación de toda la familia”, escribió en Facebook mientras pedía ayuda a las autoridades y ciudadanos.
Contexto alarmante: desapariciones en cifras históricas
La desaparición de esta familia no es un caso aislado. Según cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), Culiacán vive un aumento sin precedentes en desapariciones, con un total de 320 víctimas en 2024. De este total, 61.56% pertenecen a personas de entre 20 y 40 años.
El periodo más crítico ocurrió en septiembre de 2024, con un incremento de casos hasta 10 veces mayor en comparación con el mismo mes en 2023. Las cifras han alarmado a colectivos como las Madres Buscadoras de Sinaloa, quienes demandan mayores esfuerzos por parte de las autoridades.
Factores detrás de la crisis: violencia y abandono estatal
El incremento de desapariciones en la región no puede entenderse sin considerar la presencia del Cártel de Sinaloa. Las constantes luchas internas entre facciones delictivas han dejado una estela de violencia en municipios como Escuinapa y Acaponeta. Sin embargo, el problema se agrava por la falta de recursos e interés por parte de las autoridades.
Pese al panorama crítico, las familias afectadas enfrentan barreras burocráticas y desinterés institucional. En palabras de Sheila Acosta:
«No se trata de estadísticas, sino de vidas y familias destrozadas por la incertidumbre.»
Los esfuerzos ciudadanos: Madres Buscadoras al frente
Grupos como las Madres Buscadoras de Sinaloa han asumido una labor que las autoridades han abandonado. Estas mujeres recorren terrenos peligrosos, guiadas por pistas anónimas, en busca de fosas clandestinas. En 2024, encontraron más de 50 cuerpos en la región, una cifra que refleja el nivel de descomposición social.
Llamado a la acción y esperanza
Mientras las familias esperan respuestas, es esencial que la sociedad y los medios mantengan la presión para que las autoridades actúen. Casos como el de Laura Elena, Roel y Jesús Manuel deben convertirse en un llamado urgente para enfrentar la crisis de desapariciones en México.
Sheila Acosta resume la situación en una frase que resuena con miles de familias mexicanas:
“Necesitamos respuestas, porque vivir en esta incertidumbre es una forma de morir cada día.”