El organismo multilateral prevé que las economías en desarrollo, que aportan el 60% del crecimiento mundial, terminarán el primer cuarto del siglo XXI con las perspectivas de crecimiento a largo plazo más débiles desde el 2000.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La economía mundial se expandirá un 2.7% en 2025 y nuevamente en 2026, pero el crecimiento de México será menor, de apenas entre 1.5 y 1.6%, estimó el Banco Mundial.
El organismo multilateral prevé que las economías en desarrollo, que aportan el 60% del crecimiento mundial, terminarán el primer cuarto del siglo XXI con las perspectivas de crecimiento a largo plazo más débiles desde el 2000.
El organismo multilateral anticipa un crecimiento del 2.7% tanto en 2025 como en 2026, esto es idéntica cifra a la de 2024, gracias a la disminución gradual de la inflación y los tipos de interés. En su caso, los países en desarrollo avanzarán sobre un 4% en los próximos dos ejercicios.
“Aunque la economía mundial se estabilice en los próximos dos años, se prevé que las economías en desarrollo avancen más lentamente a la hora de alcanzar los niveles de renta de las economías avanzadas”, se lee en el último informe titulado Perspectivas de la economía mundial.
El crecimiento de América Latina y el Caribe se desaceleró al 2.2% en 2024, como reflejo de una disminución del consumo. Brasil mostró un desempeño sólido, mientras que México experimentó una marcada desaceleración.
La inflación se mantuvo un poco persistente hacia la segunda mitad del año, y se produjo un repunte de los precios de los alimentos y un ligero aumento de la inflación básica. Las tasas de interés disminuyeron en casi toda la región, pero se mantuvieron altas en Brasil y México. La desaceleración de la demanda de China incidió en las exportaciones, mientras que el superávit comercial de Argentina aumentó debido a la disminución de las importaciones.
Gobierno de Sheinbaum
El organismo refiere que el arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum no será favorable en materia económica, pues se espera que el crecimiento de México alcance un promedio de un 1.5%, limitado por la aplicación de una política monetaria restrictiva y la consolidación fiscal.
De acuerdo con los datos del organismo mundial, en 2022, el crecimiento de México fue de 3.7% y se espera que para 2026, termine ubicado en 1.6%. En el mismo periodo, Argentina tuvo un crecimiento en 2022 de 5.3% y concluirá en 4.7%.
El Banco Mundial además advirtió que esto puede ser variable, debido a la amenaza de Donald Trump y los aranceles.
“Estas previsiones están expuestas a varios riesgos, principalmente a la baja. Entre ellos figuran la inestabilidad fiscal, la persistencia de la inflación básica y el endurecimiento de las políticas monetarias. El escaso crecimiento de China podría reducir la demanda de productos básicos, especialmente en Chile y Perú. Las restricciones comerciales incluidas en la actualización del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podrían reducir las exportaciones, en tanto que las políticas migratorias más estrictas podrían disminuir las remesas, aunque el alcance de estos cambios normativos aún no está claro”, indica el documento.
Finalmente advierte que si bien la región de América Latina y el Caribe enfrentará dificultades económicas en 2024, se espera que muestre una recuperación en 2025 y 2026, apoyada por el descenso de la inflación y una política monetaria acomodaticia.
Por otra parte, el desempeño económico de la región dependerá de una combinación de factores internos e internacionales, en que los precios de los productos básicos y la demanda mundial tendrán un papel moderado.
Integración económica
En este sentido, el documento ha destacado como la integración económica mundial “se ha desinflado” desde la crisis de 2007-2008. Por ejemplo, la proporción de la inversión extranjera directa como porcentaje del PIB ha caído en las naciones en desarrollo hasta más o menos la mitad de lo registrado a principios de los 2000.
Asimismo, las restricciones al comercio en 2024 fueron cinco veces superiores a la media de 2010 a 2019. El Banco Mundial ha apuntado a que esto ha resultado en que el crecimiento promedio se haya reducido desde el 5.9% de los 2000 y el 5.1% de la década pasada al 3.5% de la actual.
Desde 2014, con la excepción de China e India, las tasas de crecimiento de la renta per cápita en las economías en desarrollo han sido medio punto porcentual inferiores a las de las economías ricas, lo que ha ampliado la brecha entre ricos y pobres.
“Los próximos 25 años serán más duros para las economías en desarrollo que los últimos 25”, resumió el economista jefe del Banco Mundial y vicepresidente de la división de economía del desarrollo, Indermit Gill.