En las últimas dos décadas, la vaquita marina mexicana ha sufrido una disminución de la población como resultado principalmente de los enredos en los aparejos de pesca mexicanos utilizados para capturar ilegal e indiscriminadamente el pez totoaba, también en peligro de extinción.
OCEANOGRAPHIC MAGAZINE
El gobierno mexicano afirma haber cumplido los objetivos establecidos en un plan de acción para 2023 creado para proteger a la vaquita marina, en peligro crítico de extinción, y al pez residente icónico del país, la totoaba, en una medida que ha calificado de “simbólica” de un compromiso tanto con la conservación del medio ambiente como con el cumplimiento internacional.
Las medidas adoptadas incluyen programas de educación pública y concienciación para fomentar la pesca legal y sostenible en aguas mexicanas clave y una serie de medidas de cumplimiento, incluido un aumento de la actividad de inspección y vigilancia de la tierra en toda la cadena de valor de la pesca nacional.
Con la implementación de estas medidas, el objetivo del gobierno es acabar con la pesca ilegal e indiscriminada de totoaba, una preciada captura cuya demanda se ha disparado en el mercado negro en los últimos 20 años, y revertir el destino de la vaquita marina, en peligro crítico de extinción, una especie cuyo grave declive está inextricablemente entrelazado con las prácticas utilizadas para pescar la totoaba.
La vaquita marina es una de las especies marinas más amenazadas del mundo. Según el último recuento, según los resultados de una encuesta realizada en verano, ahora solo quedan ocho individuos en estado salvaje, lo que supone un descenso respecto a los 10 a 13 individuos estimados en 2023.
En las últimas dos décadas, la vaquita marina, una especie de marsopa que vive únicamente en el norte del Golfo de California, ha sufrido una disminución de la población como resultado principalmente de enredos en los aparejos de pesca mexicanos utilizados para capturar ilegalmente la totoaba, también en peligro de extinción.
La totoaba, por su parte, es un pez grande y de crecimiento lento que se encuentra exclusivamente en el Mar de Cortés, donde es capaz de alcanzar más de seis pies de largo y pesar hasta 220 libras. La sobrepesca y la degradación del hábitat, que alguna vez fueron abundantes en la región, han llevado a su propio declive dramático, empujando a la especie al borde de la extinción.
Juntas, la totoaba y la vaquita comparten una trágica conexión. Impulsada por una demanda insaciable en el mercado negro de vejigas natatorias de totoaba para su uso en la medicina tradicional china; Las prácticas de pesca insostenibles, indiscriminadas e ilegales han demostrado ser mortales para ambas especies.
De hecho, la difícil situación de la pareja ha dado lugar al término “extinción dual”, un final trágico que espera tanto a la totoaba como a la vaquita marina si la crisis no se aborda.
La creciente presión ejercida sobre el gobierno mexicano, que incluye demandas y sanciones de grupos conservacionistas internacionales, ha obligado al país a enfrentar el problema directamente y aumentar la aplicación de la ley para proteger a las dos especies en disminución.
En 2023, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. incautaron vejigas natatorias de totoaba por valor de 2,7 millones de dólares que se transportaban ilegalmente a través del estado estadounidense de Arizona. A principios de ese mismo año, la Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) sancionó a México por no abordar adecuadamente sus problemas de pesca ilegal.
En respuesta, el gobierno mexicano finalmente adoptó un plan de acción en 2023 para combatir la pesca ilegal y proteger a las últimas vaquitas que quedan.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca de México (Conapesca) ha afirmado que los objetivos y proyectos de ese plan de acción se han cumplido. En los últimos dos años, la agencia ha realizado múltiples talleres informativos para fomentar las actividades de pesca legal. También han proporcionado orientación para informar a los pescadores locales sobre las regulaciones ilegales, no declaradas y no reglamentadas (INDNR).
En cuanto a la aplicación de la ley, el gobierno ha establecido más de 730 puntos de control aleatorios, con inspecciones realizadas en toda la cadena de valor, incluidos almacenes, centros de acopio, congeladores, mercados de pescado y restaurantes. Estas acciones incluyeron la inspección de más de 5.190 embarcaciones pequeñas a su salida y llegada, y la destrucción de más de 38.000 metros de redes de enmalle prohibidas y 30 trampas y jaulas.
También se ha establecido un Programa de Artes de Pesca Alternativas, y desde entonces se han expedido más de 230 permisos de pesca comercial para Artes de Pesca Alternativas.
La agencia también ha aumentado el registro para rastrear mejor quién participa legalmente en las pesquerías de la zona y está trabajando con la Armada de México para desarrollar un programa de monitoreo remoto que pueda garantizar que las embarcaciones pequeñas no estén operando en áreas protegidas.
Para intensificar sus esfuerzos, la Armada de México se ha asociado con el grupo conservacionista independiente, Sea Shepherd Conservation Society, para prevenir la pesca ilegal en el norte del Golfo de California, utilizando embarcaciones de aplicación de la ley y drones de vigilancia en la región para prevenir la pesca INDNR y eliminar las redes de enmalle del océano.
Un enfoque para 2025 será expandir esta asociación, ya que Sea Shepherd busca refinar las herramientas que se utilizan y llevar el modelo de protección a otras áreas críticas.
En una publicación emitida a través de su sitio web, Sea Shepherd dijo: “Con planes para extender las operaciones a Scorpion Reef y más allá, Sea Shepherd y el gobierno mexicano están estableciendo un nuevo punto de referencia para la conservación marina. Esta colaboración demuestra que, con las herramientas, la experiencia y las asociaciones adecuadas, se puede hacer frente a la pesca ilegal y se pueden defender los ecosistemas”.