México ha carecido del espíritu emprendedor suficiente para que se hubiera podido lanzar un proyecto nacional automotriz en décadas pasadas
La tentación del gobierno de entrar a competir en industrias donde el sector privado hace un mejor trabajo se convierte ya en inagotable. Parece no haber bastado el fracaso de las ocho rutas de Mexicana de Aviación, que refleja las severas limitaciones gerenciales de los burócratas. Envalentonado, el gobierno lanza ahora la armadora Olinia para competir en el sector automotor.
Montar una armadora de autos no es cualquier cosa, aunque los vehículos sean pequeñitos. México ha carecido del espíritu emprendedor suficiente para que se hubiera podido lanzar un proyecto nacional automotriz en décadas pasadas.
Ante esa carencia, el Gobierno de Claudia Sheinbaum piensa que una asociación público-privada, detonada desde el gobierno, puede competir con éxito en una industria donde hoy concurren al menos 40 empresas japonesas, coreanas, alemanas, estadounidenses y chinas, todas de capital privado y muchas de las cuales cotizan en el mercado de valores.
Pero ese es el sello del gobierno actual: alzar la voz para puntualizar que el grupo en el poder también puede hacerlo. No obstante, lecciones como el descalabro de Mexicana, el nonato proyecto de Litio MX, o la dilución de la empresa Gas Bienestar hacen pensar que el riesgo para Olinia es elevado.
A decir de lo que explicó ayer Roberto Capuano, responsable de Olinia, se trata de un vehículo cuyo diseño será pagado por nuestros impuestos, porque los investigadores del Politécnico Nacional y del Tecnológico de México ya recibieron la instrucción de focalizar su trabajo en el diseño de los tres vehículos presentados.
Se requeriría, cuando menos, un Consejo de Administración que vigile y audite cada peso gastado por este emprendimiento, así como un panel de expertos del sector que valide dónde se establecerán las plantas de ensamble, las agencias distribuidoras y los criterios para las campañas publicitarias. Tal como ocurre con cualquier automotriz.
Pero ya sabemos que eso no ocurrirá, porque el autito ha sido comisionado a la Secretaria de Ciencia y Tecnología, Rosaura Ruiz, quien velozmente calificó a éste como un proyecto que será “un parteaguas en la industria mexicana”, y lo asoció a la soberanía tecnológica. Es decir, y, como dijo ella misma, esto es algo que “va más allá de manufacturar mini-vehículos”.
Será sumamente interesante escuchar la reacción de las empresas automotrices privadas ante la llegada de Olinia. Porque un competidor nuevo, financiado con dinero público, y que tendrá ventajas anormales en la industria tiene el potencial del alterar con fuerza la dinámica del mercado en el sector.
VOLKSWAGEN
El CEO de Volkswagen en México, Holger Nestler, aseguró ayer que su empresa está utilizando la Inteligencia Artificial (IA) para “optimizar sus procesos de producción y mejorar la experiencia del cliente”. Sí.
POR: CARLOS MOTA
WHATSAPP: 56-1164-9060
TIKTOK: @SOYCARLOSMOTA