Era conocido como el “Jack Sparrow” de Cardel, quien sufrió fractura de tibia y peroné de la pierna derecha y fue llevado inmediatamente al servicio de urgencias del Hospital que forma parte de los Servicios de Salud de Veracruz.
David Arcos / CRONICA DE XALAPA
Personal del Hospital General de Cardel, en el estado de Veracruz, logró que un hombre en condición de calle, originario del estado de Sonora, se reencontrará con su familia tras ser arrollado por una motocicleta en un cruce muy conocido de la localidad.
La noche del 11 de agosto de 2024 ocurrió un accidente en el que se vio involucrada una motocicleta que embistió a quien, hasta ese momento, era conocido como el “Jack Sparrow” de Cardel, quien sufrió fractura de tibia y peroné de la pierna derecha y fue llevado inmediatamente al servicio de urgencias del Hospital que forma parte de los Servicios de Salud de Veracruz.
El reencuentro se dará debido a que existe un protocolo al interior del sistema de salud, donde el área de Trabajo Social del hospital buscó algún familiar que pudiera hacerse responsable del paciente y autorizar su traslado a Boca del Río para ser intervenido quirúrgicamente, en este primer paso no hubo resultados positivos.
“Se levantó la ficha de búsqueda en Xalapa en lo que fue el departamento de búsqueda a personas, se hizo la ficha, nosotros la boletinamos para ver si se podía encontrar a la familia, pero pues finalmente no”, precisó Fabiola Santamaría Hernández, trabajadora social del turno vespertino.
Sin embargo, esto no fue impedimento para que todo el personal médico del Hospital General de Cardel se involucrara en la atención y cuidados de quien, hasta ese momento, permanecía internado en calidad de desconocido, como refirió la encargada de Trabajo Social Noemí Valdivia Estrella.
“Creo que todos los pacientes son valiosos. Nosotros llegamos a este mundo sin una identidad, no traemos una INE no traemos un CURP. Somos un ser humano y como ser humano tenemos derecho y ¿Cuál es el derecho?, pues a la salud”, detalló.
Con el respaldo y apoyo del director del hospital, Francisco Perrotín Cadena, todo el personal aportó su granito de arena para estabilizar al paciente, buscar que su fractura sanara, pero lo más importante, arroparlo y brindarle una mejor calidad de vida en su estancia de atención médica.
La cama 15
Mientras transcurría su recuperación, ya no era una persona en situación de calle, si no el paciente de la cama 15 que buscaba también a su familia.
“Yo sabía que lo teníamos que cuidar, darle todas las atenciones que cualquier persona merece; primero fue que le dimos un baño, le cortamos el cabello, las uñas”, señaló Jocelyn Joana Rojas Ortega, pasante de enfermería.
Conforme mejoraba, el paciente de la cama 15 dijo llamarse Gordon Valenzuela, pero sin recordar más sobre su persona o tener algún vínculo familiar en Cardel, de donde la mayoría pensaba que era originario.
Sin un familiar que diera el aval para que “Gordon” fuera intervenido quirúrgicamente de la pierna derecha, el director del Hospital General de Cardel realizó las gestiones necesarias ante el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la localidad para poder trasladar al paciente a un hospital de Boca del Río donde sería operado.
“Pero el paciente no quiso ser atendido, no se quiso operar en ese entonces. Entonces resolvieron colocando una bota de yeso”, reveló el doctor Francisco Perrotín Cadena.
A partir de ese momento, la recuperación satisfactoria de “Gordon” dependía en gran medida de las atenciones y cuidados de todos y cada uno de los que se involucraron en su proceso de sanación.
“Aquí lo tuvimos como cuatro meses más o menos que estuvo aquí hospitalizado y su trato, como a todo paciente, se le trata lo mejor que se puede”, indicó el camillero Jorge Ardiel Urdejo Vidal, quien entabló una relación de amistad y camaradería con quien, en confianza, le dijo llamarse Manuel Alberto Valenzuela.
Así que Manuel, el paciente de la cama 15, era conocido en la vía pública como el “Jack Sparrow de Cardel”, sobrenombre que los habitantes del lugar suelen ponerles a las personas en condición de calle que deambulan por las calles del pueblo.
La búsqueda
Y al darse a conocer el caso en redes sociales, la población de Cardel no dudó en brindarle su ayuda desinteresada al llevarle desde pañales para adulto hasta despensa para que le dieran de comer en el hospital.
Poco a poco, Manuel Alberto presentó mejoría en la pierna derecha y empezó a caminar con todo y bota de yeso que se le colocó para evitar que su fractura de tibia y peroné terminara en amputación de la extremidad.
A la par de su recuperación, el personal médico de los servicios de salud de Veracruz nunca dejó de preocuparse por dar con el paradero de sus familiares, sin imaginar cuál sería el desenlace de la historia.
La hospitalización continuó y conforme pasaron las semanas, le retiraron la bota de yeso en su pierna derecha y con la ayuda de un bastón, Manuel Alberto decidió que era momento de irse del hospital y volver a las calles. Nadie podía impedírselo pese a que en casi cinco meses ningún familiar lo había reclamado.
Lo dieron por muerto
Cuando ya debía ser dado de alta, la lluvia arreció. Entonces, en un momento de lucidez, Manuel Alberto recordó que era originario de Tetabiate, Sonora, y se lo hizo saber al camillero Jorge Ardiel, quien a su vez lo comunicó a la trabajadora social en turno.
“Justo ese día me dice el compañero, el camillero: Oye Fabi dice, hizo un comentario que el señor es de Tetabiate, Sonora y lo busque en Google ¡y sí existe!”, dijo visiblemente emocionada Fabiola Santamaría Hernández, trabajadora social del turno vespertino, quien también narró como realizó la búsqueda en internet.
“Dije pues Tetabiate sí existe y ya busqué un teléfono de Tetabiate, pero no me arrojó ningún dato dije: ¿bueno, de que municipio es?, no pues de San Ignacio Río Muerto y ya lo encontré”, añadió.
Fabiola no se dio por vencida y siguió intentando. “La policía siempre contesta, marcó y me atiende el sargento Duarte. Le mandé la foto de búsqueda, la foto actual y le di mi teléfono personal para que así nos mantuviéramos en contacto y cuál fue mi sorpresa que a eso de las 8, me dice que un policía de ahí conocía efectivamente a los familiares”.
Fue así que, en menos de tres horas, la trabajadora social del Hospital General de Cardel coronó el esfuerzo colectivo. La hermana de Manuel Alberto, Flor Estela Valenzuela Verdugo, avecindada en Tetabiate, municipio de San Ignacio Río Muerto, Sonora, acreditó la plena identificación del paciente y ordenó que se le retuviera en el hospital porque se había extraviado hace 16 años y cuatro años después lo dieron por muerto.
¿Cómo desapareció?
Manuel Alberto salió un día de su casa en Sonora para recorrer los más de dos mil kilómetros que corren hasta José Cardel, Veracruz, lugar que convirtió en su hogar y se ganó el corazón de propios y extraños.
Hoy, ya se encuentra en casa al lado de los suyos para seguir recuperándose del accidente que logró unir lazos con el personal de salud que le dio cobijo y nunca perdió la esperanza de devolverlo a casa con su familia, donde pasaría la Navidad y un Feliz Año 2025.