Los 51 hombres acusados de abusar de Giselè mientras ella estaba bajo sumisión química podrían recibir sentencias de entre 3 y 20 años de cárcel
Agencias EFE y AFP
Este jueves se dictó sentencia contra Dominique Pelicot, el hombre que durante casi una década drogó a su esposa Giselè Pelicot con medicamentos para invitar a decenas de hombres a que abusaran de ella.
Pelicot, que se dijo a sí mismo ser un violador, fue sentenciado a 20 años de cárcel en el macrojuicio en Aviñón, Francia, donde se juzgó a otros 51 hombres por haber abusado sexualmente de la mujer de 72 años mientras ella estaba inconsciente.
“Señor Pelicot, respecto al conjunto de los hechos, lo declaramos culpable de violación con agravantes”, declaró Roger Arata, el presidente del tribunal.
¿Qué sentencia recibirán los acusados?
Los acusados son personas de entre 27 y 74 años con todo tipo de profesiones, desde periodistas hasta bomberos e incluso enfermeros y jubilados.
Dominique Pelicot, de 72 años, deberá cumplir al menos dos tercios de su condena entre rejas, pero después tendrá la oportunidad de acceder a la libertad condicional.
Las penas menos severas ascendieron a tres años y el total de las condenas para los 51 acusados ascendió a algo más de 400 años de encarcelamiento, una cifra significativamente inferior a los 652 años que sumaban las penas reclamadas por la Fiscalía.
Después de la del propio Pelicot, la pena más amplia fue para un hombre de 63 años que llegó a ir hasta 6 veces al domicilio de la entonces pareja en la pequeña localidad de Mazan (próxima a Aviñón), para violar a la víctima. A él se le castigó con 15 años, tres menos de los que reclamaba la Fiscalía.
Otro de los acusados principales en este juicio, Jean-Pierre Maréchal, un hombre acusado de replicar junto a Dominique Pelicot sus métodos de sumisión química con su propia esposa, fue condenado a 12 años frente a los 17 solicitados por la acusación pública.
Además, seis de los acusados quedarán en libertad, ya sea porque las penas están exentas de cumplimiento en la cárcel o porque ya han cumplido parte de ellas en detención provisional.
Gisèle Pelicot, por su parte, se ha convertido en todo un símbolo feminista a nivel global tras decidir que el juicio fuera público “para que la vergüenza cambie de bando”