México se posiciona como un actor emergente en la industria del litio, un metal clave para la producción de baterías y la electromovilidad
El litio es un metal que se encuentra en la naturaleza mezclado con distintos elementos. Cuando se refina, se transforma para la producción de insumos relacionados a la atención médica, la cerámica, el vidrio y, sobre todo en los últimos años, para las baterías. Su despegue como materia prima de interés internacional, comenzó hace algunos años, con la creciente demanda de equipos electrónicos, que utilizan baterías de ion litio, pero sobre todo con el boom de los vehículos eléctricos.
En el mundo hay regiones bien definidas donde se encuentran las mayores reservas de litio, la principal es el “Triángulo del Litio” conformado por Argentina, Bolivia y Chile, con más del 50 por ciento, le sigue Australia con 25 por ciento y China 12 por ciento. Estos cinco países tienen alrededor del 90 por ciento del total. Aunque es relevante distinguir entre el nivel de reservas mencionado y la producción efectiva que estos países pueden extraer. En 2023, Australia fue el líder mundial en producción de litio, con un volumen estimado de 86 mil toneladas métricas; Chile y China ocupaban el segundo y tercer lugar, con 44 mil y 33 mil toneladas métricas, respectivamente. Cabe destacar que Australia alberga la mayor mina de litio de roca dura del mundo, de donde extrae principalmente el metal alcalino de la espodumena, un mineral que contiene litio. El metal puede estar en otras presentaciones, como salmuera y arcilla.
Llama la atención que en el ranking de los mayores productores de este mineral, Estados Unidos este ausente, ya que es uno de los cinco países del mundo con mayor volumen de reservas, sin embargo, satisface más del 90 por ciento de su demanda con exportaciones de Chile y Argentina. En Nevada es de los pocos lugares donde ha desarrollado industria para refinación del litio. México se encuentra en una posición emergente en el mapa del litio. Se estima que el país podría tener reservas significativas, aunque aún se necesita más exploración y análisis para determinar su magnitud exacta, el papel de nuestro país en la industria a nivel global está por verse en los siguientes años.
La principal pregunta que podemos hacernos es ¿para qué queremos litio?, lo necesitamos para integrarlo en la cadena de valor de la electromovilidad. En caso de que se asegure en los siguientes años un elevado potencial de explotación en el país, la refinación del litio sería piedra angular de una nueva industria nacional, que generaría más y mejores empleos. La Presidenta Claudia Sheinbaum comentó que México desarrollará el primer vehículo particular eléctrico a gran escala. Además, el proyecto Taruk, primer autobús eléctrico 100 por ciento mexicano, fue desarrollado por Conahcyt, Litio para México, entre otros entes nacionales y ya está en pruebas preoperativas. Por lo que, es oportuno comenzar a considerar que las reservas que pudiera haber en el país deben ser empleadas para impulsar la electromovilidad, recordando que el sector transporte está en segundo lugar en término de emisiones de gases de efecto invernadero y atajar su crecimiento con acciones de política pública in imperante.