Productores agrícolas y ciudadanos de los estados de Baja California, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Guanajuato y Zacatecas, reconocidos en el Frente Nacional por el Rescaté del Campo Mexicano, acordaron hacer la siguiente declaración respecto a los recortes presupuestales que afectarán a la economía nacional y profundizarán la crisis del sector primario:
Presidenta Claudia Sheinbaum: Presupuesto para el campo y saque los granos básicos del TMEC.
Estamos a unos días de que se apruebe el presupuesto federal para el 2025, sobre el que pesa un ajuste fiscal desproporcionado, cuya magnitud no se registraba desde la crisis presupuestal de 1994. La exigencia de los tenedores de la deuda pública, es que la reducción del déficit fiscal recaiga sobre los servicios prestados por el estado, como la educación y la salud; y sobre las actividades productivas como la agricultura.
Contado en dólares, el ajuste asciende a más de 50 mil millones de dólares (aproximadamente un billón de pesos). Un recorte que se plantea dejar sin apoyos emergentes a más de un millón de hectáreas de las zonas de riego del país afectadas por la sequía, en los estados del norte y del centro que soportan la producción nacional de granos básicos.
La consecuencia es que se registrará una caída vertical en la producción de trigo, maíz, frijol y sorgo, profundizando el deslizamiento de los últimos años y con ello la creciente dependencia alimentaria.
El largo período neoliberal, y su hijo más gordo, el TMEC, subvirtieron el concepto de agricultura nacional, torciéndolo con el epíteto de “agricultura comercial”, para instrumentar esquemas que han terminado por subcontratar y condicionar las regiones de riego del país a los requerimientos de un mercado de exportación controlado por entidades que no tienen interés en que México fortalezca su agricultura y reduzca su dependencia alimentaria; por el contrario ocupan un país dependiente y un mercado subyugado a sus intereses especulativos.
Doctora Sheinbaum, ha llegado la hora de que México rompa de verdad con los esquemas y dogmas del neoliberalismo. Un buen principio es rescatar para el fortalecimiento del mercado nacional a los más de cinco millones de hectáreas ubicadas en las zonas de riego, con capacidad para producir granos básicos, protegerlas con precios de garantía, créditos refaccionarios y de avío, para incorporarlas a un plan de metas nacionales de producción, como el que México tuvo a partir del gobierno de Lázaro Cárdenas hasta la presidencia de José López Portillo.
Esto exige que los granos básicos, principalmente trigo, maíz y sorgo, salgan del esquema comercial del TMEC, en perspectiva de una política nacional de precios y de instrumentos arancelarios que los protejan para incrementar la producción y reducir la brecha en la dependencia alimentaria, capitalizando a los productores nacionales. Así mismo, como acción emergente, se requiere un ajuste al sector financiero, que tan solo por medio del FOBAPROA se pretende llevar 50 mil millones de pesos en pago de servicios. Recursos que para el 2025 se deberían de agregar al presupuesto de la Secretaria de Agricultura en atención a la situación dramática que vive el campo mexicano.
Estamos frente a una inestabilidad financiera y comercial de proporciones sistémicas, que tiene como epicentro la disfuncionalidad del sistema del dólar, cuyo proceso de desintegración empuja una tensión creciente hacia la guerra en el Sudoeste Asiático y en la Europa del Este. Eventos que contienen la amenaza de una guerra mundial.
En situaciones así, la mayor vulnerabilidad que enfrentan los paises es su dependencia alimentaria de mercados que tienden hacía una vorágine especulativa amenazando con el hambre a las naciones dependientes.
México no tiene porqué continuar como un viajero incondicional de bloques comerciales que le asignan el triste papel de ser proveedor de mano de obra barata y de materias primas, en un formato de características coloniales. Emergen en el mundo agrupamiento de naciones como el BRICS, que marchan a paso firme en la búsqueda de una nueva arquitectura financiera internacional, que comprenda no solo acuerdos de comercio, sino proyectos de infraestructura para incrementar las potencialidades productivas de las naciones asociadas.
México debe de explorar la incursión en el BRICS, y usarla como palanca para reformular la relación comercial y económica con Norteamérica.
Miércoles 11 de diciembre del 2024
Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano
Por la Coordinación Nacional:
Chihuahua
Heraclio Rodriguez Gómez
Sinaloa
Baltazar Valdez Armentía
Tamaulipas
Guillermo Aguilar
Guanajuato
Erasto Patiño
Armando Valencia
Baja California Norte
Horacio Gómez Carranza
Zacatecas
Fernando Galván
Alberto de Santiago Murillo
Sergio Hurtado
Jalisco
José Pavel Guerrero Velázquez.
Sonora
Alberto Vizcarra Ozuna