QUINTA FUERZA
La temporada navideña en México no solo trae luces, posadas y villancicos, sino también el esperado aguinaldo, ese ingreso extra que nos recuerda que, al menos por unos días, podemos darnos ciertos “lujitos”.
Este año, una mujer de Hermosillo, Sonora, decidió que no había mejor manera de aprovechar su aguinaldo que invertirlo en un festín memorable: un jugoso pollo asado acompañado de medio kilo de pasta fría.
Su elección rápidamente se viralizó en redes sociales, pues varios usuarios señalaron que era chistosa la gran emoción que mostró por haber podido comprar un complemento para su comida y también recordaron la trama de Macario.
La usuaria de TikTok identificada como Grace Verdugo (@grace.verdugo) publicó en TikTok lo primero que compró con su aguinaldo.
“Plebes, hoy me pagaron el aguinaldo y adivinen que fue lo primero que me fui a comprar. Un pollo asado y dejen ustedes, yo siempre quiero comprarme la sopa fría, pero no me alcanza”, comenzó a decir.
La joven mostró muy contenta la bolsa de plástico que contenía su adquisición y destacó que su felicidad era mayor debido a la cantidad de sopa que pudo comprarse.
“Pero hoy no sólo me alcanzó para la sopa fría, sino para medio litro de sopa fría. No compré el cuarto, compré el medio y me voy a comer un pollito asado”, dijo.
Usuarios en redes sociales no tardaron en reaccionar y varios de ellos se mostraron divertidos, incluso, algunos hicieron referencia a una clásica película del cine mexicano.
La película Macario (1960), dirigida por Roberto Gavaldón, es una película de la Época del Cine de Oro Mexicano basada en la novela homónima de Bruno Traven.
La cinta narra la vida de Macario (actuada por Ignacio López Tarso), un leñador que vive en la pobreza junto con su numerosa familia. El protagonista tiene un deseo profundo y aparentemente imposible: comer un pollo entero él solo, sin tener que compartirlo. Un día, su esposa, movida por su amor y compasión, logra robar un pollo para cumplir este sueño.
Sin embargo, cuando Macario va al bosque para degustar su manjar, se encuentra con el diablo, que le quiere dar riqueza a cambio del pollo. Luego se encuentra con Dios, quien le pide que comparta el alimento como un mero acto de caridad y finalmente la muerte, quien le pide el pollo sin ofrecerle nada a cambio.
Estas tres entidades se presentan disfrazadas de personas comunes y Macario decide compartir el pollo con la muerte. Debido a esto, dicho personaje le da un poder curativo al hombre y a partir de ahí se desarrolla una trama reflexiva con un desenlace inesperado.