Hoy amanecí optimista, gracias al editorial de hoy del portal de la revista EIR, que cita a Lyndon LaRouche, su fundador: “el problema formal central del conocimiento contemporáneo es el hecho de que, lo que la opinión ingenua toma como la base elemental o simple del conocimiento humano, resulta, tras un examen crítico, ser una autoridad altamente sospechosa. El concepto de ‘hecho’, que descubrimos a través de la reflexión, es el resultado de un proceso de juicio y, por lo tanto, de ninguna manera es tan simple o evidente como supone la opinión ingenua” (Economía Dialéctica).
Y en efecto, debemos preguntarnos: ¿Cuáles son los verdaderos “hechos” sobre la guerra de la OTAN en Ucrania; el conflicto sirio; la explosión del oleoducto Nord Stream; la destrucción de Libia en 2011; la guerra de Afganistán y el tráfico de drogas; Gaza e Israel; 11 de septiembre; la próxima guerra con China; y, lo más importante de todo, los hechos sobre la “relación especial” británica-estadounidense y su actual impulso conjunto hacia la guerra termonuclear, que subyace a todos estos asuntos?. Todas estas cuestiones, y muchas más, se debaten ahora mismo, popularmente, en el mundo transatlántico e internacionalmente por primera vez.
Los ciudadanos de la anglósfera, sin embargo, alerta el autor del mencionado editorial, Dennis Speed, “deben tener cuidado de no dejarse abrumar por la fealdad, a medida que se cae la máscara del ‘Biden colectivo’, de los diversos líderes títeres de Europa, de sus economías falsas y completamente en bancarrota y de su verborrea moralmente en bancarrota sobre la ‘democracia’, la ‘justicia’ y el ‘estado de derecho’ ”.
“Sería un eufemismo decir que el tablero de ajedrez ha sido volcado este año debido a los supuestos de cada ‘autoridad muy respetada’ y de cada institución de ‘Occidente’ que todavía pretenda presidir cualquier cosa que pudiera llamarse de manera creíble ‘estabilidad’ o ‘normalidad’.”
En esta aparente oscuridad, la verdad, expresada como política y en pos de establecer una nueva arquitectura estratégica y de desarrollo, finalmente será escuchada ahora, porque la humanidad lo requiere. La conferencia del Instituto Schiller del 7 y 8 de diciembre, que será transmitida por zoom, “En el espíritu de Beethoven, todos los hombres se hacen hermanos”, es un paso importante hacia la realización de la misión adoptada por su fundadora, Helga Zepp-LaRouche, cuando creó la organización hace 40 años: Decir la verdad, con valentía, sin artificios, pero con belleza, pungencia y poder.
El camino de la mentira ya no funciona.
Las naciones transatlánticas que financiaron a Ucrania para “no entrar directamente en una guerra con Rusia” ahora están directamente en guerra con Rusia. El lanzamiento de armas de largo alcance a territorio ruso, una medida que antes se habría considerado demasiado inverosímil para la trama de una novela de la Guerra Fría, ahora es descrita por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y el Departamento de Estado como “insuficiente para proporcionar una razón para que Putin recurra a la guerra termonuclear”. Se dice que imponer sanciones masivas contra las empresas chinas de semiconductores, y tal vez incluso imponer aranceles del 100%, se puede hacer con relativa impunidad, aunque, según Tara Murphy Dougherty, directora ejecutiva de la empresa de análisis de datos Govini, “cuando se observa el conjunto de países extranjeros que aparecen en las cadenas de suministro de defensa –y realmente, las cadenas de suministro del gobierno de Estados Unidos– China es el más destacado y el que más contribuye, incluso en niveles increíblemente altos de las cadenas de suministro. No se trata, ya saben, de componentes centrales enterrados que no importan. Estos son tan altos como los proveedores del primer nivel”.
También se están produciendo varias desestabilizaciones peculiares de naciones. Lo más probable es que, a partir de hoy, Francia ya no tenga gobierno, tal vez durante meses. En Corea del Sur se ha producido en las últimas 48 horas un intento de imponer la ley marcial, al que se ha opuesto la Asamblea Nacional. “Declaro la ley marcial para proteger a la República libre de Corea de la amenaza de las fuerzas comunistas de Corea del Norte, para erradicar las despreciables fuerzas antiestatales pronorcoreanas que están saqueando la libertad y la felicidad de nuestro pueblo, y para proteger el orden constitucional libre”, dijo el presidente Yoon Suk Yeol. ¿De verdad? ¿Sabía algo de esto Estados Unidos, que tiene una fuerza de 28,500 soldados en Corea del Sur y la ha ocupado militarmente desde 1950, durante 75 años?
En la nación de Georgia, la “presidenta sin poderes”, Salomé Zourabichvili, “se mantiene firme en defensa de la democracia”, en el espíritu de la “Revolución Rosa” de noviembre de 2003 financiado por George Soros, desafiando las elecciones del 26 de octubre en las que ganó el partido pro ruso Sueño Georgiano. Zourabichvili, que nació en París y sirvió en el servicio diplomático de Francia durante tres décadas, antes de ser transferida en 2004 para convertirse en Ministra de Asuntos Exteriores de Georgia, fue formada personalmente por Zbigniew Brzezinski en 1972-73 en la Universidad de Columbia sobre política soviética y diplomacia de la Guerra Fría. En 1992, fue nombrada Primera Secretaria de la Misión Permanente de Francia ante la OTAN, y en 2001 pasó a ser directora de Asuntos Internacionales y Estratégicos de la Secretaría General de Defensa Nacional y trabajó en la Oficina de Asuntos Estratégicos de la OTAN. ¿Te suena esto a la Revolución del Maidan?.
Y hablando de Maidan, por supuesto, ¿quién puede ignorar la conmovedora historia del compasivo “Joe Biden” que perdonó a su hijo adicto al crack, Hunter, cuya computadora portátil ayudó a desacreditar con éxito a más de 50 jefes de inteligencia estadounidenses como mentirosos empedernidos hace cuatro años? Un indulto más extenso que el que concedió el presidente Gerald Ford al expresidente Richard Nixon el 8 de septiembre de 1974, hace medio siglo, se extiende convenientemente hasta el 1 de enero de 2014, la época del “Maidan de Ucrania”, cuyo “policía de turno” fue Joe Biden. Algunos concluirían erróneamente que “Joe Biden se perdonó a sí mismo”, ignorando que “el Biden colectivo” también existía en 2014. Pregúntenle a Victoria Nuland.
Aunque incluso la realidad –como el hecho de que Rusia no puede ser derrotada por la OTAN en su conflicto en Ucrania– puede no ser suficiente para disuadir a los locos satánicos de su “encuentro con el destino”, su locura no debe definir “los hechos de la vida” para los estadounidenses ni para el resto de nosotros. Podemos, como aspiramos los de “la Mayoría Global,” elegir la vida, el progreso, el fin del colonialismo y la paz con soberanía. El 2 de diciembre, Vladimir Putin dijo en una reunión de 7.000 jóvenes científicos de 62 países: “Este foro es sumamente representativo. Subraya una vez más que la ciencia, al igual que la educación y las artes, sirve para unir a personas de diversas nacionalidades, perspectivas y religiones, sentando las bases para el avance colectivo y el progreso de la humanidad… Sin duda saben ustedes que, en los próximos tres años, debemos formar aproximadamente a un millón de personas en ingeniería. Para 2030, esta cifra debería ampliarse a casi 2 millones (1,8 millones, para ser precisos)”.
“¿Por qué, entonces, deberíamos estar en guerra?”, concluye Speed, “Las palabras de Isaías, ‘y forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se aprenderán más para la guerra’, ahora deben convertirse en política”. Y depende de nosotros, incluyéndote a tí, querido lector, si participas en la conferencia del Instituto Schiller este sábado 7 y domingo 8 de diciembre, que así sea.
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Hugo López Ochoa es Analista Político y Delegado del Instituto Schiller en el Noroeste de México.