Una red de relaciones familiares dedicada a la facturación, con transferencias de miles de millones de pesos, conecta a los parientes de dos personajes ampliamente conocidos en la vida pública: el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, y el exfuncionario peñanietista Víctor Manuel Álvarez Puga, hoy prófugo de la justicia.
Esa red y sus operaciones intersecan con los escándalos de corrupción más sonados de la última década: el del propio Álvarez Puga y su pareja, Inés Gómez Mont; el de los García Pons, relacionados con el caso de Emilio Lozoya Austin, e inclusive con Genaro García Luna y su colaborador estelar, Luis Cárdenas Palomino.
En el centro de la trama, de acuerdo con un expediente de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León (FGJNL), consultado por Proceso, se encuentra la firma Lergar, SA de CV, en la que es accionista mayoritaria Rosario Asenat García Morales, hija del abogado Samuel Orlando García Mascorro y media hermana del gobernador Samuel García Sepúlveda.
En su edición de septiembre, Proceso publicó la presunta operación documentada por la misma FGJNL sobre las operaciones de triangulación millonaria de padre e hijo mediante dos despachos jurídicos. Dicha información fue negada por el mandatario neoleonés en mensajes en sus redes sociales.
Con un esquema similar, los montos de Lergar, la empresa de Rosario Asenat, superan las cantidades manejadas por los despachos y se relacionan con la red facturera de Álvarez Puga.
El caso de Álvarez Puga ha recibido especial atención popular por ser marido de Inés Gómez Mont, presentadora y actriz de televisión, quien, por lo demás, es heredera de una dinastía de prosapia panista, pues su abuelo Felipe Gómez Mont fue fundador del PAN, su padre Fernando Gómez Mont fue secretario de Gobernación con Felipe Calderón, mientras que sus tíos y tías, importantes funcionarios durante ese sexenio.
Álvarez Puga y Samuel García. Red de depósitos millonarios. Imagen: Antonio Fouilloux
Víctor Álvarez Puga y su hermano Alejandro, así como Inés, se encuentran prófugos porque enfrentan acusaciones por la operación de empresas fantasma que habrían servido para lavar dinero, evadir al fisco y desfalcar al gobierno durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando el primero fue funcionario de la Secretaría de Gobernación y, de acuerdo a la Fiscalía General de la República (FGR), además de los delitos de cuello blanco, habrían esquilmado al erario unos tres mil millones de pesos.
Entre los operadores de la red de Álvarez Puga, según los avances de la FGJNL, destaca su primo Fernán Pavia Puga, un fiscalista que es socio de empresas a las que Lergar, la empresa de Rosario Asenat García, habría transferido enormes cantidades de dinero.
La exitosa Lergar
En 2013, a los 27 años, Rosario Asenat García Morales creó la empresa Lergar, SA de CV, asumiendo el control de la firma con 70% de las acciones, mientras que su socio Julio Alfonso Lerma Garza se quedó con 30%; la empresa tiene como objeto, de acuerdo con su constancia de situación fiscal, la administración de negocios y la consultoría en administración de negocios.
Los registros de sus operaciones acreditan que para 2014 ya era un negocio exitoso, pues tuvo ingresos por 37 millones 309 mil pesos. Al año siguiente sus ingresos aumentaron a 73 millones, para 2016 fueron de 146 millones, en 2017 ingresó 198 millones y en 2019, 370 millones. En 2020 ingresó 179 millones y en 2021 fueron 105 millones de pesos.
La nómina de Lergar ha sido abultada. Los ingresos anuales y la nómina son más o menos coincidentes de manera que, entre ingresos y nómina de 2014 a 2023, tuvo un total de ingresos por mil 317 millones de pesos de los cuales pagó nómina por mil 83 millones.
De ahí que el contraste sea grave entre ingresos y egresos, con una nómina que prácticamente se come todo el ingreso. Por ejemplo, si en 2014 sólo obtuvo 37 millones 309 mil pesos, registró una nómina de 29 millones, pero gastó casi 10 veces más, pues los datos acreditan 366 millones 169 mil pesos de egresos. La situación se repite cada año con variación en los montos siendo 2017 el año de mayor contraste porque fue cuando tuvo egresos por mil 277 millones de pesos, una nómina por 137 millones, pero ingresó 198 millones de pesos…
Fragmento del reportaje principal publicado en la edición 0018 de la revista Proceso, correspondiente a diciembre de 2024, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.