Hermosillo, Son. La reciente suspensión de exportaciones de ganado mexicano a Estados Unidos ha interrumpido el flujo de alrededor de 10 mil cabezas provenientes de Sonora, pese a que este estado mantiene uno de los estándares sanitarios más altos del país. La medida, activada por un caso de gusano barrenador en la frontera sur de México, obedece a protocolos internacionales que buscan evitar la propagación de esta amenaza parasitaria, que puede devastar la producción ganadera en este cierre de año.
Según las estimaciones de la Unión Ganadera Regional de Sonora, desde el día sábado (23 de noviembre) al jueves que será Día de Acción de Gracias, serán 10 mil cabezas de ganado varadas por el cierre de exportaciones. Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) hizo un llamado a los productores de ganado en Sonora a mantener la calma, también los exhortó a evitar el traslado de ganado a la zona fronteriza, luego que tras el cierre podrían aglomerarse las reses en la línea internacional. “El sector ganadero sonorense es resiliente, y con el respaldo de nuestras autoridades podremos superar este desafío”, aseguró.
En entrevista para La Jornada, el líder de los vaqueros en Sonora, expuso que el hato ganadero en Estados Unidos cayó de 120 millones a 90 millones por la sequía, razón por la cual también se mantienen ocupados de resolver el cierre a las exportaciones. “Hasta el pasado viernes, Sonora había exportado 98 mil cabezas de ganado, dentro del nuevo ciclo ganadero, en comparación a 400 mil del pasado ciclo, de llevaba muy buen ritmo”, expuso.
“Cada cabeza la podemos valorar en números prácticos en unos mil 300 dólares, y serían un millón 300 mil por frontera, cuando menos dos y medio millones de dólares diarios, es bastante, es fuerte, obviamente el ganado tiene un buen precio y es importante que esto ya se abra”, añadió Ochoa Valenzuela.
Jesús Ancheta Molina, director de Comercialización de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), destacó que el estado no registra presencia de gusano barrenador desde 1981, un logro sostenido por estrictos controles fronterizos que limitan el tránsito de animales foráneos. “Sonora es una referencia internacional en sanidad ganadera, y confiamos en que este reconocimiento agilizará la reapertura de la frontera”, expresó.
El gusano barrenador, larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, es un parásito capaz de destruir tejidos vivos en animales, y, en casos extremos, en humanos. Su aparición en la frontera con Guatemala encendió alarmas tanto en México como en Estados Unidos, obligando a las autoridades a aplicar protocolos de emergencia.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) calificó la medida de “precautoria” y destacó que el riesgo de infestación puede derivar en pérdidas económicas masivas si no se controla a tiempo. Entre los efectos más graves para el ganado infectado están fiebre, pérdida de apetito y, en casos avanzados, la muerte.
Mientras las autoridades trabajan para reactivar las exportaciones, los ganaderos sonorenses enfrentan ajustes en sus operaciones. El gobernador Alfonso Durazo ha intervenido directamente en las negociaciones con organismos internacionales, buscando soluciones que minimicen el impacto económico.
A nivel local, la titular de la Sagarhpa, Célida Teresa López Cárdenas, señaló que Sonora, con más de cinco décadas libre del parásito, enfrenta un reto global inesperado. “El esfuerzo se centra en coordinar acciones entre los gobiernos estatal y federal, además de trabajar con autoridades internacionales como la Organización Mundial de Sanidad Animal”, afirmó.
Para Sonora, cuya economía depende en gran medida de las exportaciones ganaderas, esta suspensión representa un desafío estratégico. En el primer semestre del año, el estado estableció un récord con la exportación de 354 mil 480 cabezas, superando su máximo histórico del ciclo 2019-2020. Este logro consolidó a la entidad como un referente en la producción ganadera a nivel nacional.