La frase es de Germán Martínez, me la expresó ayer en Madrid, por donde pasó al vuelo. Oponerse, oponerse, oponerse: a las leyes de la 4T, a sus nombramientos, mentiras, raterías, soberbia; nada de oposición responsable, eso funciona en la normalidad democrática y México vive en una anormalidad democrática. Por ello, reafirma el diputado Germán, lo responsable es ser de oposición. Cita a Unamuno: hay que gritarle mentiroso al que miente, ladrón al que roba. Sus palabras van destinadas a Jorge Romero, quien hoy asumirá la presidencia del PAN y hace tres días pensaba que la presidenta Sheinbaum saludaría de buen grado su mano extendida y en cambio le recetó un severo uno-dos-tres en las mañaneras: de corrupto, lo etiquetó tres veces. El PAN, como sea, es el principal partido de oposición. “Que quede claro que, por la gente, ofrecimos el diálogo y recibimos un azotón de puerta”, me dice ahora Romero. “Me da muchísima pena, porque creo que el modelo para sacar adelante a México es el de unidad nacional. Pero si eso quiere, el tono está fijado, será póquer abierto”. Veremos. Mentiroso al que miente, ladrón al que roba, criminal al que deja que mueran los que no tendrían por qué morir.