EMEEQUIS entrevistó a uno de los exempleados de la supuesta doctora Marilyn Cote, quien revela que, además de acoso laboral, amenazas y humillaciones, durante su estadía le suministró un tranquilizante sin consultarlo.
Maricarmen Gutiérrez Romero / Emeequis
Las redes sociales llevan un par de días atiborradas de opiniones con el caso de la supuesta doctora Marilyn Cote, quien, mediante una identidad falsa construida en redes sociales, presuntamente se hace pasar por una multipremiada y reconocida especialista en el área de la salud mental.
Con fotos claramente elucubradas en Photoshop, se declara experta en desórdenes mentales y neurociencias. Presume de credenciales supuestamente otorgadas por Universidades como Oslo y Harvard.
En sus redes sociales, ofrece servicios de psiquiatría y psicología en Puebla y San Diego, California, en Estados Unidos, donde afirma tener una clínica administrada por su hermana, quien al parecer también estuvo involucrada en la farsa.
EMEEQUIS logró contactar con uno de los exempleados de la supuesta doctora quien revela que, además de acoso, amenazas y humillaciones, durante su estadía la doctora le suministró un tranquilizante sin siquiera consultarlo.
Jonathan, quien fue víctima de violencia laboral, sobreexplotación e incluso humillaciones, estuvo trabajando con Marilyn por cerca de cuatro meses, aunque versiones en redes sociales indican que la posible impostora puede haber operado con este modus operandi desde hace más de 8 años (fecha desde que hay publicaciones en su instagram).
Desde hace dos semanas habría dejado la Torre Médica en Puebla donde se dedicaba a dar “consultas”.
El pasante de psicología llegó en agosto de 2019 al consultorio de Cote, donde fue entrevistado por la hermana de la supuesta doctora, ella le comentó que no residía en México sino en Estados Unidos, supuestamente se encontraba a cargo de la clínica de San Diego, California.
Sus labores iniciaron como asistente, sin embargo, pese a que su título aún estaba en trámite pronto la doctora le solicitó que comenzara a dar talleres para los pacientes diagnosticados con narcisismo, su labor en los talleres duró cerca de un mes. Él le informó la situación de sus documentos como especialista de la salud por lo que ella admitió estar con él en los talleres, sin embargo, a la segunda sesión, Marilyn lo dejó solo sin dar una explicación.
En su labor como asistente, Jonathan (prefiere omitir apellidos) tenía que agendar las citas de los pacientes, llevar los expedientes y el inventario de los medicamentos que se administraban.
Cuenta que, de cada cinco pacientes, aproximadamente tres eran medicados con narcóticos, que la propia “doctora” entregaba. Todos eran enviados al “taller de narcisismo” sin importar su edad o padecimiento, si iban por temas de suicidio o drogadicción.
“Había casos, en verdad, que no era narcisismo. Había chicas que habían tenido alguna tentativa de suicidio. Había personas que eran drogadictos y demás, pero a todos los mandaba al taller de narcisismo, en verdad, todos”.
Para los medicamentos que por prescripción legal deben surtirse bajo un estricto control, había un proveedor que cada semana iba al consultorio a dejar cajas de los mismos.
Jonathan desconoce el tipo de contrato que existía entre la doctora y el proveedor farmacéutico. Tampoco se realizaban estudios médicos previo a determinar la dosis.
Esta fue una de las primeras banderas rojas que a Jonathan le hizo saber que las cosas no iban bien. Además, la doctora que estaba previamente a cargo de los talleres se fue, debido a que no estaba de acuerdo con la forma en que Marilyn estaba atendiendo a los pacientes.
“Eran personas de todas las edades, encontrabas chicas menores de edad como personas adultas, de a lo mejor unos 40- 45 años en el mismo grupo”.
Durante su “paso” por el FBI.
Otra de las banderas rojas que Jonathan detectó fue que Marilyn tenía algunas inconsistencias en sus pláticas. Llegando a mencionar que toda su vida residió en Italia, pero tenía un título de maestría en la Universidad Libre de Psicología. Además, sin razón alguna, mencionaba que era prima del exgobernador Rafael Moreno Valle, con quien supuestamente había pasado toda su infancia.
“Al menos en el momento que yo estuve, hacía mucho énfasis en que era familiar del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle; que supuestamente eran muy cercanos, que vivían juntos desde chicos y que él le decía que en todo lo que ella quisiera, él la iba a apoyar”.
En su vida privada, las inconsistencias también continúan pues ella dijo que era viuda desde hace muchos años, pero después apareció un marido con el que incluso daba cursos, pláticas y comentaba sus libros.
La aparición del esposo se dio cuando él ya no laboraba con la supuesta doctora.
El día en que la “doctora” Marilyn le suministró un tranquilizante a Jonathan, sin siquiera notificarle, fue porque él solicitó irse temprano a casa para pasar al médico, debido a que por la carga de trabajo no se sentía bien.
“La doctora lo único que hizo fue decirme: ‘Mira, te voy a dar estas pastillas; te van a ayudar para el dolor de cabeza’. Pero hasta ahí, no me dijo otra cosa. El punto fue que esas pastillas me las dio aproximadamente a las 7 de la noche Yo me las tomé sin saber y logré llegar a mi casa (…) Esa noche, perdí completamente la noción de quién era.
“Al día siguiente, tuve que revisar los mensajes, y mis amigos me recordaron cosas que yo había estado haciendo, porque no recordaba nada. La doctora me había dado uno de los medicamentos tranquilizantes. Le dije: ‘¿Sabe qué, doctora? Me lo hubiera dicho, porque si no, yo me hubiera quedado en el camión, me habría perdido y habría sido complicado.’ Y ella me respondió: ‘Es que si te lo decía, no te lo ibas a tomar’.
“Esa fue la primera vez que tomé un tranquilizante y, créanme, no fue una muy buena experiencia”.
Por las fotografías alteradas con Photoshop, menciona que antes solamente las mostraba mediante el celular, las fotos que subía a redes sociales eran de ella en el cuerpo de un karateka o de la supuesta clínica de San Diego.
Pero después evolucionó y subió fotos aún más arriesgadas, como aquella en la que se presume al lado de Rafael Moreno Valle o a las afueras del FBI.
Montó su rostro en la imagen de una campeona de taekwondo real.
En su labor como asistente, Jonathan tenía que dar la cara a los pacientes, explicar por qué la doctora no llegaba a tiempo a las sesiones, cancelaba o necesitaba reagendar consultas. A veces llegaba 45 minutos tarde y solo daba 15 minutos de consulta. Aun así, en 2019 cobraba un mínimo de 700 pesos la consulta individual y 1200 si se trataba de terapia en pareja. Para 2020, el precio estaba proyectado a subir entre 800 y mil pesos.
Las buenas reseñas que están en sus páginas y son de perfiles reales, las conseguía porque al asistente en turno se le indicaba que los primeros pacientes, que salieran medicados, se les debía solicitar que antes de abandonar el consultorio dejarán una reseña, de no hacerlo él asistente terminaba regañado.
“Antes era supuestamente la ‘top’ en Doctoralia; tenía reseñas de pacientes que, o bien ya llevaban mucho tiempo con ella, o desde la primera sesión salían felices. Ya fuera con los medicamentos o simplemente porque salían contentos. Me decía: ‘¿Sabes qué? A este paciente me le haces la encuesta y le dices que va a tener tal beneficio.’”
Jonathan menciona que la única vez que los pacientes se fueron a quejar fue cuando, sin explicación alguna, la doctora canceló un taller de narcisismo y después, mediante audios, responsabilizó a los participantes de no cooperar.
El taller tenía un costo de 700 pesos y para ser emitido se necesitaba de al menos 10 personas. Previo a cancelar el taller, cuando supuestamente lo estaba capacitando para que lo pudiera impartir, Marilyn le mencionó a Jonathan:
“A las personas debes verlas tal cual, tiradas en el piso y tú encima de ellas, con un pie en el cuello, porque es la única forma en la que les vas a ganar”.
La jornada de Jonathan en un inicio comenzaba a las 9:00 de la mañana y terminaba hasta que se fuera el último paciente, algunas veces hasta las 9:00 o 10:00 de la noche. Cuando a sus actividades se sumaron los talleres, llegó a terminar la jornada hasta las 12:00 de la noche.
Debido a que debía cumplir ambas actividades al mismo tiempo y además tenía que encargarse del aseo del lugar, no todo estaba en orden para cuando la “doctora” llegaba, por lo que Marilyn contactaba a su hermana, misma que mediante llamadas telefónicas lo acosaba.
La situación salió de control el 19 de diciembre de 2019, un día antes de las vacaciones de Jonathan. Debido a la presión, la bodega, lugar al que sólo él y la “doctora” tenían acceso, no estaba organizada.
¿Cómo reaccionó Marilyn? arrojó sus cosas personales al bote de basura y lo puso sobre su asiento con un recado que decía: “A ver si no te da vergüenza tu cochinero”.
Él inmediatamente movilizó a los pacientes que iban a solicitar cita para que no vieran la humillación que la supuesta especialista en salud mental le estaba propinando.
Ya en sus vacaciones, la “doctora” le llamó para solicitar el libro de cuentas, debido a que él no tenía el celular de la empresa, no respondió de manera inmediata. Por lo que la hermana de la doctora le volvió a llamar e insinuó el despido.
Posterior a trabajar la información y entregarla en su periodo vacacional, Jonathan recibió una llamada de un supuesto médico de la clínica de San Diego, quien le mencionaba que cuando gustara las puertas estaban abiertas para cambiarlo de sede y que la doctora Marilyn lo había seleccionado para ser su suplente cuando ella se retirara de la clínica de Puebla, por lo que necesitaban su apoyo en Puebla.
Coloca su imagen al lado de doctores atractivos.
Tras llamadas telefónicas donde la doctora afirmó estar en Italia y su hermana en San Diego, se cuadró la planeación de trabajo para el 2020, donde a Jonathan le informaron que si deseaba mantenerse en el cargo podía hacerlo pero con más responsabilidades y de manera más estricta. Jonathan dijo que sí pero horas después le llamó a la doctora para informarle que deseaba quedarse únicamente con uno de los dos cargos y no con ambos. La “doctora” dijo que lo revisaría.
Al final la hermana volvió a llamarla para pedirle que se presentará el domingo para realizar una “limpieza a fondo del lugar”. Durante la jornada él llamó a ala doctora quien dijo que no podía atender debido a que seguía en Italia, en la Ópera
“Le marcaba y le mandaba mensajes por WhatsApp, pero no me contestaba. Me ponía pretextos, diciendo que estaba en la ópera, lo cual era raro por los horarios, ya que yo le estaba llamando alrededor de las 12 del mediodía de Italia. Busqué en Google la diferencia horaria que supuestamente había en Italia, y me di cuenta de que era un horario extraño para un concierto de Ópera”.
Al cabo de la jornada le llamaron para notificarle su despido y que tenía que regresar el uniforme y el dinero de aguinaldo y vacaciones que se le había entregado. Tras asesorarse con algunos amigos, decidió entragar el material y con la intención de no tener problemas llevó un poco de dinero.
Quien lo recibió fue la sobrina de la doctora, una menor de edad. Jonathan sospecha que Marilyn, pese a insistir que estaba en Italia, en realidad se encontraba escondida en uno de los consultorios.
Cuando él explicó que ya no podía entregar el dinero, Marilyn le llamó por teléfono y amenazó con “venadearlo”.
“Me dijo que, si no devolvía el dinero, me iba a arrepentir, que llegaría hasta las instancias legales más lejanas posibles y que no iba a ser solo por la vía legal, sino que me destruiría en todo sentido. Me amenazó con que me buscaría y me ‘venadearía’. Nunca había escuchado ese término; luego investigando, me dijeron que es una expresión que se refiere a un hostigamiento o seguimiento hasta acabar con la persona”.
En su consultorio.
Por algún tiempo continuó recibiendo amenazas pero con el paso del tiempo desistieron.
“Por la tarde, su hermana me llama para preguntarme qué había pasado y además. Le comento la situación, le digo todo esto, y ella empieza a reírse en tono burlón. Me dice que probablemente su hermana solo me lo había dicho para asustarme un poco, que no iba a llegar tan lejos, como intentando justificar entre burlas, sin embargo, comenzó a exigirme el dinero”. pero después desistieron de las llamadas.
¿Fin de la película? O habrá secuelas.
Al preguntarle a Jonathan si él considera si Marilyn padece alguna enfermedad o si es una estafadora profesional menciona: “Yo no creo que tenga una enfermedad, porque siento que ella es muy, muy hábil; sé que sabe lo que está haciendo. Pero eso no significa que lo que hace sea correcto. Tengo la impresión de que crea todo un entorno para vender una imagen, una mentira, y sabe que alguien que está desesperado y con necesidad le va a creer”.
Actualmente, la Secretaría de Salud suspendió el consultorio de la supuesta doctora Marilyn Cote. Además, la dirección General de Fifty Doctors, junto con Torres Médicas, informaron que procederá legalmente en contra la supuesta doctora Marilyn, quien hizo uso de la marca y se hizo pasar por parte del equipo sin tener permiso.
Enlace: https://m-x.com.mx/investigaciones/yo-trabaje-con-la-doctora-marilyn-cote/
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