Hoy inicia, apenas, el segundo mes de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ninguna sucesión presidencial ha sido como esta, entre la presión del antecesor y los suyos, y la realidad de su proyecto de gobierno.
Estamos ante dos Méxicos: el que discursó López Obrador y el que busca renacer con la nueva presidenta.
Y lo empezamos a ver, ya, con decisiones.
Su programa de salud, que quiere resolver el desastre que heredó cuando tendríamos un sistema mejor que el de Dinamarca y luego que el mejor de todo el mundo, lo que retrata su obsesión y engaño, con un programa, ahora organizado, que busca atender las necesidades de los mexicanos, pendientes y desatendidos durante los pasados cinco años y diez meses del lopezobradorismo.
Me podrán reclamar algunos puntos, pero les respondo que estamos, sin duda, ante un régimen diferente en cuanto a protagonismos, discursos, propaganda y engaños.
Son muchos los temas pendientes, algunos gravísimos, que hereda Sheinbaum, que ya atiende sin necesidad de romper, lo que desde la finca de Palenque no sé si tenga claro, a partir de la soberbia de quienes no están conmigo, están contra mí.
El anuncio, ayer, con el doctor David Kershenobich, en materia de salud, medicinas y atención, que en el gobierno anterior fue un desastre de corrupción, es una señal.
Otro es su asistencia a la cumbre del G-20 el 18 de noviembre en Río de Janeiro, lo que marca una presencia internacional tras seis años de ausencia de López Obrador de los foros mundiales y su acomplejado localismo.
En fin, que estamos viendo el surgimiento del personal estilo de gobernar de Claudia Sheinbaum, por encima del yugo de Palenque y de su operador filial en Morena, lo que confirma que, por encima de todo y todos, este gobierno no será una réplica del anterior y que el Maximato es un tema de hace cien años.
Y que no se equivoque el de Palenque.
RETALES
1. LÍNEA. He insistido en el factor Andrés Manuel López Beltrán, hijo de López Obrador, como operador de Morena, por encima de Luisa María Alcalde, que trae su caso, como operador de su padre en la línea política de la 4T y en su apuesta presidencial. No se equivoquen;
2. SINODALES. Ya quedaron los 15 sinodales que aprobarán a los nuevos ministros, magistrados y jueces de distrito. Del Poder Judicial, todos de Morena; del Ejecutivo mancha la lista y manda mensaje Arturo Zaldívar, que debería haberse excusado, y los de la Corte la mayoría es morenista; y
3. DIGNIDAD. Son 859 juzgadores los que declinaron participar en la elección prevista para junio cuando se elegirán ministros de la Corte, magistrados y jueces de distrito. De 386 cargos de jueces en disputa, 349 renunciaron y de 464 magistraturas, 510 magistrados. Lo que retrata la crisis del Poder Judicial.
Nos vemos el martes, pero en privado