El presidente de la Cámara de Diputados respondió con una iniciativa de reformas a la decisión de seis consejeros electorales de impugnar ante la Corte las nuevas facultades que el Congreso dio a la presidencia del INE.
Fernando Damián
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, presentó una iniciativa para elevar a rango constitucional la facultad de la presidencia del Consejo General del INE para designar de forma directa a los titulares de los órganos ejecutivos y técnicos, sin necesidad de consultar al resto de los consejeros.
El legislador morenista hizo la propuesta a botepronto, después de que la mayoría del Consejo General del INE aprobó interponer ante la Suprema Corte una controversia constitucional para suspender las nuevas facultades que Morena y aliados en el Congreso dieron a la consejera presidenta Guadalupe Taddei.
La iniciativa de Gutiérrez Luna plantea modificar el artículo 41 de la Constitución en materia de organización interna del INE y prevé que “la presidencia del Consejo General designará de forma directa a las personas titulares de los órganos ejecutivos y técnicos.
En un mensaje en redes sociales, el diputado veracruzano subrayó su intención de impedir que los consejeros del INE puedan inconformarse con las facultades de la consejera Taddei.“Un grupo de consejeras y consejeros del INE pretende socavar la voluntad del Poder Legislativo. Por eso, como diputado federal, presenté iniciativa para elevar a rango constitucional que la presidencia del INE pueda designar titulares de los órganos ejecutivos y técnicos del instituto y así puedan avanzar los trabajos en este órgano”, puntualizó.
Aseguró que el organismo electoral enfrenta desafíos de modernización y eficiencia en la toma de decisiones, en especial con respecto a temas electorales.
Además, dijo, el INE necesita una administración eficaz y ágil, así como tener mayor capacidad de respuesta a cambios normativos internos.
Gutiérrez Luna sostuvo que la iniciativa de reforma constitucional busca fortalecer la autonomía operativa y administrativa del organismo electoral para evitar interferencias externas y optimizar tiempos de respuesta.
Igualmente se pretende dar al árbitro electoral un liderazgo más eficiente y flexible para que la presidencia del Consejo General nombre directamente a los titulares de órganos ejecutivos y técnicos.