Representantes del sector pesquero de San Felipe y del Golfo de Santa Clara señalaron que la veda ha generado graves afectaciones a la actividad
Andrea Jiménez / La Voz de la Frontera
Representantes del sector pesquero de San Felipe y del Golfo de Santa Clara advirtieron que si el gobierno federal no apoya su actividad, estarán condenados a desaparecer, sobre todo ante la veda internacional al producto del Golfo de California.
En rueda de prensa realizada ayer, Lorenzo García, representante de la Federación de Cooperativas Ribereñas “Andrés Rubio Castro” de San Felipe, destacó que el 80% de la economía de San Felipe se basa en la pesca y el 20% restante en las actividades turísticas, por ello resulta de vital importancia que se apoye a sector, ya que se encuentra a punto de desaparecer.
Abundó que por presiones internacionales se han impuesto polígonos a la pesca, que van más allá del área de donde se encuentra la vaquita marina y es donde se concentran muchas de las especies que tradicionalmente capturan y ya no pueden hacerlo.
De acrecentarse estos polígonos como se encuentran establecidos en los acuerdos de 2005 y 2020, será la muerte para San Felipe, aseveró.
Un problema nacional
Por su parte, Carlos Alberto Tirado Pineda, de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas Pescadores de la Reserva de la Biosfera, señaló que el problema no es sólo local, sino también nacional y si en el país el problema de la pesca está al 50%, en San Felipe y Santa Clara está al 30%, ya que a final de cuentas esta región tiene problemas de carácter internacional.
Reiteró que el sector se encuentra totalmente olvidado por el gobierno federal y los ha puesto en una situación en la que las comunidades del Alto Golfo de California dejarían de existir.
“Estamos en tiempos muy difíciles porque tenemos prohibido nuestro mercado, nuestras artes de pesca, nuestras áreas de pesca, están prohibidas de tal forma que afectan directamente a las comunidades. Entonces, lo que queremos de alguna forma es el acercamiento con el gobierno federal, de la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum y muy importante que Baja California y sus municipios cuenten con el apoyo para que en realidad exista un compromiso de la Federación para resolver el problema del Alto Golfo”, externó.
Se trata, dijo, de un tema internacional con características regionales, pero muy locales con la actividad que es la pesca, “administraciones van y vienen, pero no resuelven nada”.
“No hay en San Felipe ni en Santa Clara otra actividad que se pueda decir que el turismo u otras actividades pueden ser parte de ahí, pero lo fuerte de esas comunidades es la pesca”, insistió.
Tirado Pineda puntualizó que una de las acciones que pretenden que se haga es la modificación del acuerdo 2020, realizado por la pasada administración en ese año, en la que se aumenta la superficie del polígono más allá de Puertecitos. Dicho acuerdo lo estableció el gobierno federal por presiones internacionales, en la que se establecieron horarios tan absurdos que no se pueden imponer, ya que decían que tenían que salir desde las 6:00 de la tarde y llegar a las 5:00 de la tarde del día siguiente, cuando en realidad los pescadores salen desde las 4:00 de la mañana y regresan a las 10:00 de la noche.
Expuso que también se encuentra latente un acuerdo de 2005, un área de polígono más grande, en la que el polígono de exclusión se encuentra frente a San Felipe, con lo que le daría el tiro de gracia al puerto.
Por presiones internacionales les han propuesto un arte de pesca que no ha dado resultados, pero en este momento están pescando con sus redes tradicionales, con las que siempre lo han hecho, aunque en este momento la producción ha estado muy baja.
Con las redes que les propusieron, apenas sacaron un par de kilos de camarón, es decir, no son adecuadas para estas aguas.
ANTECEDENTE
Debido al peligro inminente de la extinción de la vaquita marina en 2015, el gobierno federal encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto decretó un área de exclusión a la pesca por los siguientes 2 años, que se extendieron a 4, en la que pagarían una compensación a los pescadores, así como a los permisionarios, dando al traste a la economía del puerto que se soporta principalmente por la pesca.
Aunado a lo anterior, se desató la pesca furtiva de la totoaba, que es otra especie endémica del Golfo de California, ya que el precio de la vejiga natatoria de este pez se disparó en el mercado asiático, llegando a ser nombrado como la “cocaína del mar”.
Esta situación provocó que los productos del Alto Golfo de California sufrieran un embargo internacional por la pesca indiscriminada de especies marinas, satanizando las labores de pesca. En la rueda de prensa también estuvo presente Ramón Franco Díaz.