EL DEBATE
En un operativo conjunto, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) y la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) asestaron un duro golpe a la delincuencia organizada al desmantelar un campamento clandestino en las inmediaciones de El Sásabe.
La operación, llevada a cabo el 29 de octubre de 2024, fue el resultado de un meticuloso trabajo de inteligencia que involucró vuelos de reconocimiento con aviones y un helicóptero Black Hawk.
Durante estos vuelos, se detectaron varios vehículos sospechosos que, al ser inspeccionados, revelaron un arsenal de armas, explosivos, municiones y equipo táctico.
Entre el armamento confiscado se encontraban dos fusiles AK-47, dos fusiles AR-15, dos rifles calibre .30-06, 13,336 cartuchos útiles de diferentes calibres, 100 cargadores para armas largas y doce chalecos balísticos. Las autoridades también incautaron doce radios de comunicación y una cantidad alarmante de 46 artefactos explosivos, que fueron destruidos de manera segura por personal especializado de la Armada de México.
El arsenal bélico no era lo único que escondía el campamento
Las fuerzas del orden también aseguraron una flotilla de seis vehículos, incluyendo camionetas de las marcas Chevrolet, Ford y Toyota.
Uno de los vehículos, una Ford F-150, contaba con blindaje y había sido reportada como robada en Estados Unidos.
Similarmente, una camioneta Chevrolet Suburban blindada y una Toyota Tundra modelo 2017 también formaban parte del botín. La Tundra tenía reporte de robo en Santa Ana, Sonora.
Completaban la lista una Chevrolet pickup gris, una Ford pickup gris (también robada en EUA) y una cuatrimoto Honda roja sin registro.
En el lugar también se encontraron 79 paquetes con hierba verde y seca, con características similares a la marihuana.
Todos los vehículos, armas, municiones, explosivos y la presunta droga fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Federación para las investigaciones correspondientes.
Este exitoso operativo conjunto, coordinado por el Gabinete de Seguridad, subraya el compromiso inquebrantable de las autoridades para combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de los sonorenses.
La magnitud del decomiso no tiene precedentes en la región y representa un duro golpe a las estructuras criminales que operan en la zona.
Las autoridades no han revelado si se realizaron detenciones durante el operativo.
La investigación continúa abierta para determinar la procedencia del armamento y la posible conexión del campamento con otros delitos en la región.