César Arellano García
Ciudad de México. Los nombramientos para la integración del Comité de Evaluación del Poder Judicial de la Federación (PJF), uno de los tres que se encargará de ser el primer filtro sobre los candidatos a jueces, magistrados y ministros para las elecciones de junio de 2025, no garantiza la independencia de poderes, señaló el magistrado José Rogelio Alanís García, del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.
“No hay ninguna garantía de que vayan a poder seleccionar perfiles que cumplan con lo que manda realmente la parte más profunda de la Constitución, que es división de poderes, que es juego democrático y que es experiencia y profesionalismo para garantizar la independencia”, dijo.
El magistrado, quien participó en la llamada “conferencia matutina de los jueces”, apuntó que hay varios problemas que tienen los comités, entre ellos los que se están conformando precisamente en el Congreso de la Unión.
“Vemos con mucha preocupación que las personas que lo van a integrar son claramente afines al grupo político mayoritario. Eso tiene implicaciones muy graves. Necesitamos jueces imparciales e independientes. Si las personas que van a filtrar a quienes vayan a poder acudir a las elecciones son todas, como parece en el caso, partidarias de una sola fuerza política, simplemente no va a haber garantía de que las personas que vayan a poder ir a elección sean imparciales e independientes, es decir, no se garantiza que vaya a haber un Poder Judicial independiente, habría solamente dos poderes y eso es el fin de la República”.
Además, agregó que la manera en que están diseñados los Comités de Evaluación tanto por la reforma constitucional como por las reglas que se han emitido en la convocatoria como “muy vagamente” en las leyes que ya han salido, “no permiten garantizar que las personas que vayan a integrar esos comités puedan tener perfiles amplios de reconocimiento jurídico, experiencia para poder saber quiénes son mejores para ser jueces o no. En segundo lugar porque se está dejando demasiada libertad a los comités para que establezcan sus propias normatividades sin parámetros, sin principios”.