Desde hace 59 años la región Sonora-Arizona se ha convertido en el mejor ejemplo de que las fronteras unen, no dividen.
desde entonces se ha formalizado una relación de buena vecindad y de cooperación binacional en prácticamente todos los ámbitos de la vida económica, comercial y cultural, que seguramente está siendo observada con especial atención desde Washington en estos días en que se aproxima la renegociación del T-MEC, un tema que ocupa un lugar importante en la agenda de las campañas presidenciales en EEUU.
Lo que ocurrió el fin de semana pasado en Hermosillo, donde se llevó a cabo la reunión plenaria de la Comisión Sonora-Estados Unidos es relevante en tanto muestra la vocación de ambos gobiernos, sectores productivos, financieros y académicos por mantener y mejorar los términos de esa cooperación que más de medio siglo antes de la entrada en vigor del TLC en 1994, ya se registraba con intensidad en la hoy conocida como Megaregión.
Aquí estuvieron el embajador de EEUU, Ken Salazar y la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, así como un nutrido contingente de comitivas de ambos países para darle continuidad a los trabajos que en materia de educación, salud, seguridad, recursos naturales, entre otras se discutieron intensamente en las respectivas mesas de trabajo.
De hecho, se destacó como grandes logros de este encuentro, en el que fungió como anfitrión en gobernador Alfonso Durazo fue la firma de dos memorándums para la internacionalización e integración de sistemas educativos, calidad del agua y medio ambiente entre ambos estados fronterizos.
El embajador Ken Salazar sostuvo que la gran apuesta de EEUU es esta Megaregión, donde por cierto se definió a Guaymas como “el puerto de Arizona”, lo que debe traer brincando en un pie a la alcaldesa Karla Córdova González por lo que se anticipa como una multiplicación de los volúmenes de entrada y salida de mercancías por el modernizado puerto, donde se vislumbran grandes cosas.
Obviamente otro de los temas centrales del encuentro fueron las vertientes del Plan Sonora de Energías Sostenibles que apuntala a Sonora como vanguardia mexicana en la transición energética, con todo lo que ello implica en cuanto a la detonación del desarrollo de la economía global, sobre todo en los temas de transporte, semiconductores, energías limpias y comercio.
En este último punto vale la pena destacar que se consolidó el Capítulo Noroeste de la American Chamber of Commerce of México, con lo que se fortalece, como se informó en un comunicado: “el compromiso de promover prácticas internacionales de negocios y crear un ecosistema colaborativo entre los sectores público y privado en la región, con sede en Hermosillo, Sonora”.
Épico, por cierto, el espaldarazo que le propinó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial mexicano, Pedro Cervantes cuando lo felicitó por el trabajo que está desarrollando y la proyección que le está dando a Sonora: “Debería haber más gobernadores como Alfonso Durazo”, dijo al asegurar que cuenta con el respaldo de la iniciativa privada.
Considerando que tuvo como sede la Megaregión, ese no fue un cebollazo, sino un Megacebollazo.
II
Hace poco más de tres años, Julio Arturo y su esposa Gabriela eran parte de esa legión de pequeños empresarios que en Hermosillo comienzan a sudar frío desde la primavera, que en esta capital suele ‘consentirnos’ con temperaturas de 40 grados a la sombra, anticipando cómo vendrá el verano.
Ellos tienen un negocio de ropa que pagaba recibos hasta de 20 mil pesos por consumo de electricidad, hasta que decidieron entrarle al programa Impulso Solar, con que el Ayuntamiento de Hermosillo financia paneles solares que, una vez instalados y funcionando reducen considerablemente los costos por consumo. En el caso de Julio Arturo y Gabriela, pasaron de pagar 20 mil pesos a solo 269 pesos.
La otra ventaja es que a la vuelta de tres años, los ahorros en consumo los aplicaron en el pago del préstamo, de manera que están a punto de liquidar el costo de los paneles y en adelante solo pagarán tarifas mínimas por un lapso de 21 años. Interesante, ¿no?
Ayer, este matrimonio recibió la visita del alcalde Antonio Astiazarán, quien informó que mediante este programa se ha apoyado ya a 31 negocios, con un monto de 41 millones de pesos, y todavía quedan 29 millones para financiar nuevos proyectos de apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa.
La instancia responsbale de este programa es la Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático, cuya titular es Carla Neudert, quien a su vez hizo una invitación a visitar sus oficinas ubicadas en bulevar Solidaridad y Avenida Las Flores (atrás de la comandancia norte) para conocer más sobre este programa que está cambiando las vidas de pequeños empresarios hermosillenses.
Así que ya sabe, luchona lectora, emprendedor lector, si usted es propietario de un abarrotes, una estética, un restaurante o cualquier otro changarro que entre en la categoría de micro, pequeña o mediana empresa, puede acceder a estos créditos que, como se dice coloquialmente, se pagan solos.
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