A 23 días de iniciada la temporada de captura de camarón en el Alto Golfo de California, comunidades pesqueras enfrentan una situación muy difícil, ya que el precio del producto “está por los suelos”.
Ernesto Méndez
A 23 días de iniciada la temporada de captura de camarón en el Alto Golfo de California, comunidades pesqueras enfrentan una situación muy difícil, ya que el precio del producto “está por los suelos”, debido al embargo comercial impuesto por Estados Unidos desde hace seis años, “por la falta de una estrategia efectiva para frenar la mortandad de vaquita marina”.
Fuentes del sector, consultadas por Excélsior, revelaron que el precio del kilogramo, del emblemático camarón azul de la región, no alcanza ni los 200 pesos, tras el cierre de su principal mercado en California.
“Vienen compradores de fuera, lo blanquean y lo revenden a Estados Unidos, como si lo hubieran capturado en otro lugar; los únicos perjudicados son los pescadores de San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco, Sonora”, indicaron.
Destacaron que la actividad continúa en las comunidades pesqueras “sólo porque no les queda de otra”, pero para cubrir únicamente los gastos del día, como el combustible, tienen que invertir mínimo, lo poco que ganan con 50 kilogramos de camarón.
“El camarón se va, se lava y se pasa para Estados Unidos; el único que sale ganando es el que lo compra aquí a bajo precio, se lo lleva en muchas ocasiones a Guaymas y de ahí lo vende en más de 20 dólares (400 pesos), a distribuidores de San Diego, California, por ejemplo”, revelaron.
Los expertos del sector consideraron que esta situación no beneficia en nada a los pescadores que día a día salen a buscar el sustento diario para sus familias, ni a la vaquita marina, los ambientalistas o la comunidad internacional, porque todo es una simulación, ya que a pesar de la prohibición de 2020 para el uso de redes de enmalle en el Alto Golfo de California, todo sigue igual.
Ante esta situación, señalaron que es necesario que los nuevos titulares de CONAPESCA y del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable antes INAPESCA, Alejandro Flores Nava y Víctor Manuel Vidal Martínez, respectivamente, rescaten a las comunidades del abandono y de manera conjunta establezcan una estrategia para sacar adelante a las cientos y cientos de familias que dependen de esta actividad económica.
Advirtieron que se requiere atender viejos pendientes como el diseño de redes alternativas, viables y sustentables, que no dañen a la vaquita marina, de la que sólo quedan entre 6 y 8 ejemplares.
Por su parte, cooperativas y permisionarios de San Felipe, Golfo de Santa Clara y Peñasco, hicieron un llamado a la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Alicia Bárcena y al almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, nuevo titular de la Secretaría de Marina (SEMAR), a retomar su propuesta de modificar los polígonos del Área de Refugio para la Protección de la Vaquita Marina, con el fin de poder utilizar las redes tradicionales, en sitios pactados donde no dañen a la especie, respetando la llamada Zona de Tolerancia Cero.
Representantes y dueños de alrededor de mil 400 embarcaciones menores con permisos vigentes, recordaron que siempre han estado en la mejor disposición de colocar rastreadores satelitales en sus equipos, para que las autoridades puedan monitorear en tiempo real su ubicación, así como respetar los puntos de embarque y desembarque oficiales.