Sí, ojalá que se encuentre litio en Michoacán en volumen importante para su extracción y procesamiento. El Servicio Geológico Mexicano reconoce que hay litio en 18 estados, entre los que figura esta entidad. Hace un par de años el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla informó acerca de los estudios que realiza la Universidad Michoacana en la cuenca del lago de Cuitzeo, pero no se han dado a conocer los resultados.
El litio es un mineral estratégico para la industria mundial. Se le pondera como el nuevo oro blanco.
Sus propiedades radican en ser blando, de baja densidad o el más ligero de todos los metales, con alta reactividad, gran capacidad de almacenamiento del potencial térmico y su nombre proviene del griego lithos (piedra). También tiene inconvenientes por ser corrosivo e inflamable. Las aplicaciones industriales son múltiples, destacadamente las baterías para celulares, tablets, videojuegos y todo tipo de controles electrónicos.
Pero el encumbramiento del litio es que resulta indispensable para avanzar en la electromovilidad, para alcanzar la sustentabilidad. Los vehículos eléctricos requieren baterías de ion litio. Su diversidad es extensa: lubricante de uso general, aditivo en vidrios para agregar resistencia, fundente en la colada continua de acero, de recubrimiento en algunas jeringas para retardar la coagulación, refuerzo para prótesis dentales, en forma de carbonato para el tratamiento del desorden bipolar, entre otras tantas.
China pelea el litio de Sonora
A diferencia de los tres gobiernos que antecedieron a los de López Obrador y Claudia Sheinbaum, en la 4T dejó de ser mineral concesionable a empresas nacionales y extranjeras, al decretar su nacionalización y anular los 31 permisos de explotación concedidos hasta a 50 años, principalmente a empresas canadienses e inglesas. El grupo principal de concesiones fue en Sonora, adquirido posteriormente por la compañía China Ganfeng Limited cuya subsidiaria mantiene un litigio con el gobierno mexicano para mantener las nueve concesiones a través de la filial Bacanora Lithium.
Es evidente el gran interés del gobierno de China por el litio de Sonora, esa nación es el principal fabricante de baterías y automóviles eléctricos en el mundo. Manteniendo una asimetría contra los Estados Unidos, situación que en su gobierno el presidente Donald Trump quiso revertir, provocando la guerra comercial que prevalece todavía entre ambas naciones.
Y México se encuentra en una posición estratégica geográficamente, de gran interés, tanto para la nación asiática como para los Estados Unidos. Los chinos quieren estar en México para usarlo como trampolín para exportar vehículos al mercado norteamericano y el litio resulta indispensable para sus proyectos de electromovilidad. En los últimos años han arribado a México una veintena de marcas de vehículos de ese país.
A su vez el gobierno y la industria estadounidense han promovido el nearshoring (relocalización de plantas proveedoras de insumos) y en esa situación México resulta –como ya está ocurriendo- sumamente beneficiado por ser el bloque de contención para la expansión del gigante asiático y la alternativa más cercana para los industriales.
Un excelente ejemplo es que la corporación taiwanesa Exoconn anunció recientemente la construcción en México de una super planta, la más grande del mundo, para elaborar microprocesadores o chips de alta tecnología para la corporación norteamericana Nvidia. Significa producir cercano al mercado de consumo sin tener altos costos como en Estados Unidos o Canadá.
Los trabajos en Bacanora, aunque con retraso, fueron prácticamente los únicos que estaban desarrollando acciones para la extracción del metal, que realizó estudios geológicos y creó en Hermosillo una planta de beneficio para generar carbonato de litio, en una primera etapa de 17,500 para luego alcanzar las 35,000 toneladas anuales.
En el municipio de Bacadehuachi se localiza el mayor potencial del metal en México. La revista Mining Technology reveló que ese yacimiento era el más grande en el mundo, aunque las reservas en otras naciones son más cuantiosas.
En el llamado eufemísticamente Valle del Litio, en la región de Bacanora, al norte de la ciudad de Hermosillo, se salvaguardaron 234,855 hectáreas con el decreto de Nacionalización para ser explotadas exclusivamente por México.
Y digo eufemísticamente, pues realmente hasta ahora no ha ocurrido extracción del mineral. Se sabe que allí está, pero la explotación sigue pendiente.
Dimensión social del litio en México
Bajo la convicción de que el mineral debe beneficiar a México y los mexicanos, López Obrador marcó la pauta a seguir con tres acciones: a) la nacionalización del mineral; b) la creación de la empresa Litio MX; c) desarrollar estudios y tecnología para la extracción del mineral en el país, caracterizado por estar ligado con arcilla.
Desarrollar toda la cadena del litio (extracción, procesamiento, manufactura de baterías y ensamble de un auto eléctrico) constituye un ambicioso proyecto del gobierno de Claudia Sheinbaum, toda vez que producir autos requiere inversiones sumamente cuantiosas. Aunque se trate de un subcompacto, que sería con marca mexicana denominado Olinia, vocablo náhuatl que significa “moverse”.
Y ciertamente es posible pues hay técnicos y mano de obra altamente calificada para diseñarlos y ensamblarlos. De hecho, el próximo año, 2025, se cumple el centenario de inicio de la industria automotriz en México, cuando la Ford empezó en el entonces Distrito Federal el ensamble de los primeros autos. La intervención del estado mexicano para generar camiones de carga, autobuses y autos inició al principio de los cincuentas, con la fundación de Diesel Nacional en Ciudad Sahagún que armaba modelos de la italiana Fiat. Los camiones DINA si fueron una marca nacional, pero realmente se trataba de un híbrido con tren motriz, chasis y tecnología de marcas diversas. Hace 20 años dejaron de producirse en Ciudad Sahagún.
Pero una marca mexicana de autos creo que no ha existido en estos cien años y si la hubo, evidentemente no tuvo éxito.
El litio en el mundo
Las reservas conocidas de litio en el mundo ascienden a 98 millones de toneladas, la mayor parte en América y particularmente en el salar de Atacama, triángulo en el que confluyen Bolivia, Chile y Argentina, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, ese salar representa más del 50 por ciento de las reservas mundiales. El apetito de la industria por el litio ha generado que muchas naciones exploren posibles potenciales, como Kazajistan, Afganistan y de la región árabe, por lo que se prevén variaciones en las cifras. Por su carácter estratégico los Estados Unidos dejaron de proporcionar información sobre el litio.
México se ubica en la décima posición con 1.7 millones de toneladas.
El tonelaje manufacturado de litio en 2022 fue alrededor de las 130 mil toneladas. Para el 2030 la proyección de litio equivalente es de 1.5 millones de toneladas. Australia, Chile, China y Argentina son los principales productores. México aún no figura como procesador de litio.
Un estudio de mercados a futuro prevé que en la medida que se acelere la incorporación de vehículos eléctricos, la demanda crecerá entre 1.2 y 1.6 millones de toneladas para 2025 y hacia el 2030 oscilará entre 2.7 o 2.8 millones de toneladas.
El precio de carbonato de litio por tonelada tuvo una caída en 2022, pero se recuperó al grado de ser la materia prima con mayor incremento de su valor, cercano a los 70,000 dólares USA. La Agencia Internacional de Energía estima que para 2040 la demanda actual se multiplicará por 40 veces.
En una década el volumen de VE circulando pasó de 400 mil unidades a cerca de 30 millones. China es el principal fabricante, seguido de la Unión Europea y los Estados Unidos.
Promisorio es el futuro cercano para la producción y venta de litio en el mundo y México debe sumarse a la manufactura para que los beneficios del mineral generen desarrollo económico y sostenibilidad.