La presidenta de México enfocará su estrategia de seguridad en una mayor cooperación entre fiscalías y agencias internacionales
Anayeli Tapia Sandoval / Infobae
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pondrá en marcha una estrategia ambiciosa para enfrentar el tráfico de fentanilo, una de las drogas más letales que también afecta a Estados Unidos. Se prevé que en sus primeros 100 días al frente del país, la mandataria dé prioridad a la lucha contra esta sustancia, responsable de la muerte de decenas de miles de personas en el vecino país del norte cada año.
De acuerdo con una presentación de la estrategia de seguridad a la que tuvo acceso el diario The Wall Street Journal, Sheinbaum Pardo está enfocada en aumentar la cooperación entre las fiscalías estatales y federales, y reforzar la colaboración con agencias internacionales para detener el contrabando de fentanilo.
Se espera que las fuerzas de seguridad mexicanas intensifiquen su atención en ciudades clave donde el tráfico de drogas es más activo, con el objetivo de reducir la producción y distribución de esta sustancia altamente adictiva.
El fentanilo, fabricado principalmente en laboratorios clandestinos de México, es una preocupación internacional, ya que es el principal responsable de las sobredosis fatales en el país del norte. Para enfrentar este problema, la administración de Sheinbaum ha decidido no sólo reforzar la seguridad en las zonas fronterizas, sino también atacar las redes criminales que controlan el transporte y distribución de la droga.
Sheinbaum confía en que su enfoque, similar al que implementó durante su gestión en Ciudad de México, donde redujo significativamente los homicidios, pueda tener un impacto positivo en la seguridad del país.
Inteligencia, coordinación y supervisión
El nuevo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, será fundamental en la implementación de las medidas, basadas en la recopilación de inteligencia y la mejora de la capacitación policial, se señala.
El plan de seguridad de Sheinbaum incluye un uso intensivo de inteligencia para evaluar la estructura de los grupos criminales y preparar casos judiciales sólidos.
Según WSJ, el plan de seguridad prevé un mayor papel del gobierno federal, con un gabinete de seguridad nacional que examinará a los jefes de seguridad estatales designados por los gobernadores. El gobierno federal también establecería normas a nivel nacional para las 32 fuerzas policiales estatales, los fiscales estatales y los sistemas penitenciarios de México.
Entre las ciudades a las que se dará atención prioritaria se encuentran Colima, el municipio más violento del país, y Acapulco, en el estado de Guerrero, que ha sido duramente golpeado por la violencia del crimen organizado.
También se prestará atención a Guanajuato, una entidad centro industrial con una alta tasa de asesinatos vinculados al crimen organizado, y a Chiapas, donde la violencia ha aumentado debido al control de rutas de tráfico de personas.
El plan también aborda la extorsión en la industria del limón en Michoacán, donde varias bandas criminales manipulan los precios y extorsionan a productores y distribuidores. En agosto pasado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prometió enviar elementos de la Guardia Nacional para restaurar el orden tras una huelga de las empacadoras.
La estrategia de Sheinbaum se presenta en un momento crítico, con enfrentamientos intensificados entre facciones rivales del Cártel de Sinaloa, responsables de gran parte del tráfico de fentanilo hacia EEUU. La presidenta busca aumentar la cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos, un aspecto que funcionarios estadounidenses esperan que se fortalezca durante su mandato.
Según la propia Claudia Sheinbaum Pardo, esta semana se dará a conocer el plan completo sobre cómo se abordará el tema de seguridad durante su gestión.