1 de octubre de 2024.- Ante la desintegración de su sistema especulativo global, la élite imperial angloholandesa, en un movimiento desesperado, pretende atar las manos de la administración de Donald Trump desde el primer día, incendiando puntos estratégicos vitales del mundo antes de su toma de posesión.
Uno de estos puntos es la relación estratégica entre México y Estados Unidos, donde elementos corruptos de las agencias gubernamentales estadounidenses, en alianza con el poderoso grupo político-corporativo oligárquico mexicano bajo el liderazgo británico, están decididos a destruir las relaciones de trabajo entre los dos países.
El objetivo final es evitar la posibilidad de una nueva alianza soberana de principios entre México y Estados Unidos bajo las presidencias de Claudia Sheinbaum y Donald Trump, dirigida a enfrentar programáticamente la devastadora desintegración financiera global.
Esta operación divisiva libra una guerra cognitiva para presentar la imagen de un México sumido en el caos. En este contexto, busca enfrentar a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, con el expresidente Donald Trump y viceversa (Sheinbaum tomará posesión el 1 de octubre). Al mismo tiempo, el equipo de Claudia Sheinbaum está siendo presionado para enviar una señal de simpatía hacia la candidata presidencial demócrata Kamala Harris, a pesar de que Kamala es una portavoz del establishment que amenaza con ir a por el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Al mismo tiempo, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, intensifica sus ataques a la Reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente saliente AMLO, y aprobada recientemente por el Congreso, el Senado y una abrumadora mayoría de las legislaturas estatales. Con esta reforma al Poder Judicial, desaparece en México el sistema de justicia impuesto por el TLCAN al servicio de la globalización y los globalistas. Se restaura el sistema de justicia del Estado nacional republicano, cuya ley suprema es el Bienestar General. Ahora, los magistrados, jueces y los ministros de la Suprema Corte de Justicia Nacional, una vez certificada su competencia por un comité, serán elegidos por voto popular, y no por una élite al servicio del Sistema Financiero Global.
En México, ya no existe el sistema de justicia globalista que orquestó el golpe de Estado contra Dilma Rousseff en Brasil. Ese fue el sistema de justicia que impuso impedimentos legales para derrocar a Cristina Kirchner en Argentina, el mismo sistema de justicia globalista que ha perseguido sin descanso a Donald Trump en Estados Unidos.
Elementos corruptos de agencias del gobierno estadounidense, a través de periodistas a su servicio, amenazan con enviar a la cárcel al presidente AMLO por falsas acusaciones de narcotráfico. En esta campaña sucia destacan la periodista mexicana Anabel Hernández y el periodista estadounidense Tim Golden, ambos señalados por el presidente AMLO por sus vínculos con la DEA. Ninguno presentó pruebas de vínculos entre el presidente AMLO y el narcotráfico. Anabel Hernández ha escalado la campaña al afirmar que AMLO terminará en la cárcel. Por su parte, el conocido periodista Ricardo Alemán asegura que si Kamala Harris llega a la presidencia de Estados Unidos, irán por AMLO. Aunque es poco probable que esta amenaza tenga éxito, lo que sí es cierto y no se puede minimizar es que esto tiene como objetivo al presidente AMLO.
En este punto, conviene citar un pasaje del libro “Mis tiempos”, del fallecido expresidente José López Portillo, que trabajó con Lyndon LaRouche en pos de un nuevo sistema financiero internacional justo. López Portillo escribió: “[de] los líderes de mi época que se atrevieron a desafiar al sistema, algunos fueron asesinados, [y] a mí me llovió mierda”.
AMLO desafió al sector petrolero del Sistema Financiero Global e hizo que los mexicanos volvieran a pensar en grande con sus proyectos de infraestructura, ahora en venganza levantan esta amenazante mentira.
Al final de su mandato y revigorizado por el triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum, el presidente AMLO está decidido a desmantelar los órganos autónomos que le fueron impuestos a México con el TLCAN en la era Bush-Thatcher-Salinas. Entre ellos están el Banco de México, el Instituto Federal Electoral y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Siguiendo el modelo parlamentario-globalista, estos órganos autónomos fueron impuestos a México en contra de su soberanía, para vulnerar el poder republicano soberano del pueblo de México, reduciéndolo a la condición de súbditos, con el fin de proteger y privilegiar las actividades especulativas del sistema financiero global.
Las reformas financieras y judiciales, la autonomía del Banco de México, así como todo el universo de organismos autónomos que surgieron con el TLCAN, fueron creados para proteger, alimentar y privilegiar la especulación financiera que está en el centro del tratado.
Más del 95% del total de las operaciones que realiza el sistema bancario que domina la economía mexicana son especulativas, por lo que el TLCAN no ha traído el crecimiento económico real prometido.
En el altar de la especulación financiera del TLCAN se ofrecieron como sacrificios a las grandes y estratégicas empresas del Estado. Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fueron parcialmente desmanteladas y privatizadas o pirateadas, debilitando la rectoría del Estado sobre ellas. Mientras tanto, millones de trabajadores mexicanos fueron consumidos en el trabajo esclavo de las maquiladoras de la frontera.
En 2016, en Europa y el continente americano, estalló una revuelta contra el sistema que impulsó la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y, luego, en 2018, la de AMLO en México. Para esa misma fecha estaba prevista una revisión del TLCAN. Cuando se reanudó la negociación siendo AMLO todavía presidente electo, puso sobre la mesa la determinación de su gobierno de recuperar la soberanía de México sobre su petróleo. Su propuesta fue apoyada por el presidente Donald Trump, lo que enfureció a los amos del sistema especulativo global.
Gracias a la recuperación del petróleo, el presidente AMLO pudo reconstruir la infraestructura de la propia petrolera PEMEX, así como la de la CFE. También pudo invertir importantes recursos en infraestructura portuaria, ferroviaria, industrial y petroquímica en el estratégico sureste del país.
Las posibilidades que se liberan al recuperar el petróleo tienen un límite, y ese límite tiene que ver con la madre de todas las autonomías impuestas a México: la autonomía del Banco de México, encargado de proteger la actividad especulativa del sistema financiero global, que como un agujero negro sigue devorando soles en el centro de la galaxia del T-MEC (el nuevo nombre del TLCAN).
El desafío de abolir la autonomía del Banco de México sólo puede abordarse desde la perspectiva de la creación de un nuevo sistema monetario y financiero internacional.
Donald Trump y el nuevo Bretton Woods
El expresidente Donald Trump se encuentra en este punto de la carrera presidencial en el umbral de la presidencia, y exhibe una personalidad sólida forjada en una batalla cara a cara con la élite imperial anglo-holandesa: los verdaderos dueños del Estado profundo. Al mismo tiempo, manifiesta una viva comprensión del sistema estadounidense de economía y está respaldado por un vigoroso movimiento recientemente reforzado por la incorporación de Robert F. Kennedy Jr. y Tulsi Gabbard.
La plataforma programática que sustenta su movimiento lo llevará necesariamente a repensar el actual sistema financiero global en bancarrota.
La Presidencia de Estados Unidos, con el liderazgo adecuado, tiene el poder de convocar a las naciones soberanas del mundo a una nueva conferencia monetaria y financiera inspirada en Bretton Woods para formular y crear el nuevo sistema financiero que posibilitará la paz y la prosperidad en el mundo.
Está comprobado que la personalidad de Donald Trump reacciona a desafíos que están inscritos en la historia de la relación soberana entre México y Estados Unidos, como pudo comprobarse en el decidido apoyo que brindó al presidente AMLO cuando anunció su decisión de recuperar el petróleo de México para su soberanía.
En Bretton Woods, México fue un aliado importante de Franklin Roosevelt en la creación del Nuevo Sistema Monetario y Financiero Internacional.
La presidenta entrante de México, Claudia Sheinbaum, y el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tienen ante sí la gran oportunidad histórica de construir una nueva alianza soberana de principios entre México y Estados Unidos, encaminada a un Nuevo Bretton Woods. El continente americano debe estar unido en el encuentro de las grandes potencias: Estados Unidos, China, Rusia e India. Sólo una alianza así tiene el poder de doblegar al imperio anglo-holandés y sólo así será posible crear el Nuevo Sistema Financiero Internacional.
Originalmente publicado en Promethean Action https://www.prometheanaction.com/towards-a-new-sovereign-relationship-of-principles-between-mexico-and-the-u-s-for-a-new-bretton-woods-monetary-system/
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