Descubre quiénes son los aliados de Los Chapitos en la guerra narco. Decomisos recientes revelan armas, pizzas y sombreros, símbolos clave en la lucha por el control territorial.
Luis Cisneros / Diario La Verdad
Los enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa, específicamente entre Los Chapitos y Los Rusos, han intensificado la violencia en la región noroeste de México. Armas largas, explosivos caseros, y símbolos tan inusuales como pizzas y sombreros, han aparecido en escenas de crímenes y decomisos recientes. Estos elementos, aunque sorprendentes, tienen un significado profundo en la cultura narco y representan la feroz lucha por el control territorial en Sonora y Sinaloa.
El arsenal decomisado en el Golfo de Santa Clara
Uno de los más recientes golpes contra Los Chapitos se dio en el Golfo de Santa Clara, Sonora, donde las fuerzas armadas decomisaron un impresionante arsenal que incluía 31 fusiles, más de 18 mil cartuchos útiles y explosivos caseros. Entre el material asegurado también se encontraron chalecos balísticos con la inscripción “plebada 74”, una referencia a un brazo armado de Los Chapitos conocido como La Chapizza.
Este grupo, según expertos en narcocorridos, defiende plazas estratégicas como Concordia, una zona crucial que conecta Mazatlán con Durango, bajo el mando de “El Gabito”. La importancia de estas rutas no es solo logística para el trasiego de drogas, sino también simbólica en la lucha interna por el control del Cártel de Sinaloa.
El poder de la música: Narcocorridos y claves
Los narcocorridos han narrado por años la historia del narco mexicano. En estos temas, La Chapizza y sus líderes como “El Gabito” y “El Panu” son mencionados con frecuencia. Claves como “74” y “81” se han vuelto representativas de su poderío. Estas canciones, que exaltan la violencia y las lealtades entre sicarios, son usadas como herramientas de propaganda y reclutamiento dentro del narco.
Por ejemplo, la canción “El 74” de Martín Castillo describe a uno de los pistoleros más leales de Los Chapitos. Mientras que otro corrido de César Zazueta menciona a Iván y Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes continúan liderando facciones del cártel a pesar de la captura de su padre.
Pizzas y sombreros: La nueva “tipografía” del narco
Desde que comenzó esta nueva oleada de violencia el 9 de septiembre, pizzas y sombreros se han convertido en símbolos recurrentes en las escenas del crimen. El 15 de septiembre, los cuerpos de cinco personas asesinadas aparecieron con sombreros sobre sus cabezas y colgados como collares. Aunque las autoridades afirman que las víctimas no estaban relacionadas con el narco, estos símbolos están comenzando a usarse como una firma macabra para enviar mensajes a grupos rivales.
La presencia de pizzas en decomisos de armas, como el ocurrido en Sonora, también ha generado curiosidad y miedo entre la población. Estos símbolos, aunque desconcertantes, tienen un propósito claro: diferenciación entre facciones y envío de mensajes codificados en videos que luego circulan en redes sociales.
La lucha por el control territorial: Los Chapitos vs. Los Rusos
La guerra entre Los Chapitos y Los Rusos no es nueva. Desde la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, las facciones del Cártel de Sinaloa han peleado por el control de plazas estratégicas como Mexicali y San Luis Río Colorado. Esta lucha ha provocado un aumento significativo en la violencia en la región.
Los Chapitos, bajo el liderazgo de los hijos de El Chapo, buscan consolidar su poder frente a Los Mayos y Los Rusos, quienes han resistido su expansión territorial. Esta disputa ha convertido el noroeste de México en una zona de conflicto constante, afectando a miles de civiles que quedan atrapados en medio de los enfrentamientos.