El equipo de campaña de la candidata demócrata aceptó el debate a través de una carta enviada a la cadena ABC News, con lo cual aparentemente se puso fin a la discusión en torno al tema de los micrófonos abiertos.
Agencia AP / Proceso
WASHINGTON (AP) — La vicepresidenta estadunidense Kamala Harris aceptó el miércoles las reglas presentadas para el debate de la próxima semana con el expresidente Donald Trump, aunque la candidata demócrata asegura que la decisión de no mantener abiertos los micrófonos de los dos aspirantes durante el evento le significará una desventaja.
El equipo de campaña de Harris aceptó el debate a través de una carta enviada a la cadena ABC News, con lo cual aparentemente se puso fin a la discusión en torno al tema de los micrófonos abiertos, el cual amenazó durante algún tiempo la realización del debate del 10 de septiembre en el National Constitution Center de Filadelfia.
El equipo de campaña del presidente Joe Biden había puesto la condición de mantener abierto sólo el micrófono del candidato que tenía la palabra a cambio de participar en cualquier debate este año. Algunos colaboradores afirman que ahora se arrepienten de esa decisión, asegurando que los votantes no pudieron escuchar los exabruptos de Trump durante el debate de junio pasado. El desastroso desempeño del demócrata favoreció su salida de la contienda.
Una vez que Harris ocupó el lugar de Biden y se convirtió en la candidata del partido a la presidencia del país, su equipo de campaña defendió la postura de mantener los micrófonos abiertos durante todo el debate, diciendo previamente que eso “permitiría por completo los intercambios sustanciales entre los candidatos”.
Pero en una carta a la que The Associated Press tuvo acceso, los asesores de Harris escribieron que “este formato será una desventaja fundamental” para la exfiscal, ya que “servirá para proteger a Donald Trump de las interacciones directas con la vicepresidenta”.
“Sospechamos que este es el motivo principal por el que su equipo de campaña insistió en los micrófonos cerrados”, añadió su equipo de campaña.
A pesar de estas preocupaciones, el equipo de campaña de Harris escribió: “entendemos que existía el riesgo de que Donald Trump se ausentara por completo del debate, como había amenazado con hacerlo en otras ocasiones, si no accedíamos a su formato predilecto”. Así que para no “poner en riesgo el debate”, escribió el equipo de campaña de Harris, “aceptamos todas las reglas propuestas por ABC, incluidos los micrófonos cerrados”.
Según un funcionario de la campaña de Harris, un grupo de periodistas tendrán acceso a lo que el candidato con el micrófono cerrado podría estar intentando decir durante la participación del otro aspirante a la presidencia. Este punto no se detalló en las reglas que ABC también dio a conocer el miércoles, las cuales son básicamente las mismas del debate entre Trump y Biden en junio pasado.
La cadena estableció parámetros que van desde el formato básico —90 minutos y dos pausas comerciales— hasta especificaciones de que los moderadores, David Muir y Linsey Davis, “serán las únicas personas que formulen preguntas”, tal vez con la esperanza de evitar una batalla campal entre los candidatos.
“Los moderadores tratarán de hacer respetar los acuerdos de tiempo y garantizar una discusión civilizada”, destacó la cadena.
El funcionario de la campaña de Harris, quien habló a condición de guardar el anonimato a fin de declarar sobre la planeación del evento, señaló que el candidato que interrumpa constantemente al otro recibirá una advertencia del moderador, y que si existe un intercambio prolongado entre los candidatos se abrirán ambos micrófonos para que la audiencia pueda entender lo que está sucediendo.
Después del lanzamiento virtual de moneda que ganó Trump el martes, el republicano decidió dar la declaración de cierre, mientras que Harris eligió el estrado ubicado a la derecha en las pantallas de los televidentes. No habrá público, ni se compartirán por adelantado a los equipos de campaña o candidatos notas por escrito, temas a debatir o preguntas, aseguró la cadena.