Judith León / Conecta Arizona
Unámichi es una población perteneciente al municipio de Bacoachi, Sonora; está a 83.88 millas de Naco, Arizona, en la frontera con Estados Unidos. En esta región mexicana de la Sierra Madre Occidental, habitantes de estos sitios, así como también de Cananea y Arizpe, denuncian a Grupo México, la compañía propietaria de la mina Buenavista del Cobre, de hacer uso del agua de sus pozos, para usarla en su actividad productiva.
Buenavista del Cobre es la empresa que provocó el desastre ambiental más grande en la historia de México al derramar 40 mil litros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y los restos de otros metales y tóxicos a los ríos Bacanuchi y Sonora en agosto de 2014, afectando la salud, economía y actividad turística de, al menos, siete poblaciones y cerca de 22 mil personas.
Conecta Arizona recorrió Cananea, Bacoachi y Arizpe, en donde, algunos de los activistas en defensa del agua, expusieron su inconformidad por no tener agua para sus actividades domésticas y para la actividad agrícola y ganadera, de las que subsisten, por lo que llaman saqueo por parte de Grupo México.
Fernando Ramírez, uno de los activistas entrevistados, señaló que la empresa minera ha extraído agua del acuífero del Río Bacoachi, del que se han calculado 63 mil 320 metros cúbicos por día.
“Esto nos lo dio El Creador, es el líquido vital del mundo”: Francisco Vejar
En el patio de su casa, en Unámichi, Francisco Vejar Acedo recibió a Conecta Arizona para exponer la situación de desabasto de agua que vive, como otros pobladores de la región.
El terreno donde vive es grande, con piso de tierra; tiene una casa de ladrillo y techo de lámina de dos aguas. También tiene árboles muy altos, algunos con las raíces expuestas, plantas y cactus de varios tipos, y una mesa desvencijada de madera a la que el aromático café colado que nos ofreció no hace que se derrame ni una gota. Previamente sacó una botella de refresco llena de agua casi congelada y un vaso de vidrio, como de veladora, para que nos quitáramos un poco el calor de la tarde de verano.
La referencia para llegar a su casa, más que el nombre de una calle, fue buscar el busto dedicado a Diana Laura Riojas, la viuda del candidato priista, el sonorense originario de Magdalena de Kino, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien murió tras una agresión armada en el barrio de Lomas Taurinas en Tijuana, al terminar un mitin en busca de la Presidencia de México, el 23 de marzo de 1994.
Francisco Vejar Acedo es descendiente de ópatas, uno de los grupos originarios de Sonora; es tío de Pedro Omar Vejar Balderrama, otro de nuestros entrevistados, y de Camelia Vejar, a quien conoceremos en la siguiente entrega.
El desabasto de agua, ¿de qué manera le afecta?
Pues todo, ahorita aquí, en las 300 y pico hectáreas que tenemos de agricultura, no hay ni un chile, no hay ni un elote, no hay nada. Ahorita no se sembró nada porque no tenemos agua en la cortina para el río.
El levantamiento de agua que tenemos aquí es, se llama la cortina porque son unos tipos de compuertas automáticas y cuando el río sale, tumba el canal y cae la compuerta de afuera y cuando para la presión, cae la compuerta de afuera y entra la otra, el canal. Tenemos buen riego. Pero ahora con el problema de la mina, no tenemos ni una gota de agua.
¿En años anteriores no lo habían presentado?
No, nunca había faltado el agua aquí para regar, solamente ahora faltó.
¿Y cómo le están haciendo?
Ahorita, en realidad, estamos parados todos, está parado todo ahorita. Ni las tierras del ajo se han querido regar ahora, pues no tenemos agua. Y hay un pozo que supuestamente lo ponen para auxilio, pero tampoco el pozo tiene líquido. Se acabaron el líquido arriba.
En el Cañón de Evans, punto ubicado a diez kilómetros de Cananea (33.554 millas, respectivamente, de Naco, Arizona), por la carretera estatal 89, se instaló un paro en el que las personas afectadas por el desabasto de agua organizan guardias de 12 horas para evitar que pasen pipas con agua de Bacoachi a Cananea, rumbo a la mina Buenavista del Cobre.
¿Usted, de qué manera forma parte de esta manifestación o paro?
Pues directa, porque a nosotros nos afecta todo así, el problema del agua.
¿Cuál sería su llamado para Grupo México, para las autoridades municipales, estatales, federales?
Pues el grupo, yo en una ocasión quise hacer una negociación, pero había gente arriba de mí que no hubo chance de hacer una negociación con el grupo. Yo pensaba que, si no se podía más hacer algo, que trabajara 15 días la mina y 15 días que dejaran el agua para el río, para tener a todos modos aquí nosotros, que no se acabara esto. Pero en tres meses o en cuatro que estuvieron sacando agua, se acabó por completo el agua. Ahorita no hay agua en ninguna parte.
El problema del agua no sólo es para regar, también es para consumo humano, ¿de qué manera lo resuelve?
Pues imagínate, que nos quiten el agua, pues nos quitan la vida. Como le digo a la gente, esto no nos lo dio el gobierno, esto no nos lo dio un gobernador ni un diputado. Esto nos lo dio El Creador, que es el líquido vital del mundo. Y es donde estamos mal, que ellos… A ellos no les interesa que nosotros no tengamos, teniendo ellos.
Hay personas que no participan en esta manifestación por temor, ¿qué les diría usted?
Uno no debe tener miedo, uno debe tener valor civil, cuando menos para pelear por algo muy importante que es el agua. Yo no tengo miedo. Yo tengo contacto con el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador).
¿De qué manera?
Pues de diferente, todo el tiempo he tenido contacto con él. Sin embargo, tengo una credencial que me dio el Presidente de la República, para que yo lo abordara donde él estuviera. Porque yo tengo una solicitud a la nación de 7 mil 611 hectáreas para un nuevo centro de población agrícola aquí en el municipio. Entonces yo tengo contacto con esa persona por el mismo problema que tengo.
¿Sí ha tenido contacto con el Presidente?
Sí, en dos ocasiones, bueno, en tres ocasiones. Estuvo aquí en esta casa, aquí abajo de este árbol. Estuvo en 2002 conmigo, aquí. De aquí, cuando ganó la Presidencia de la República, yo fui y lo recibí en Nogales, porque ahí vino la primera vez. El año pasado estuve en San Miguel de Bavispe. Ahí también me atendió perfectamente bien y le dio órdenes al señor gobernador del estado, Alfonso Durazo, que me atendiera. Pero nunca me atendió.
¿Lo ha buscado usted en otra ocasión, al Gobernador?
Sí, en algunas. Aquí hubo una presentación en el pozo del Agua de Potable de Bacoachi. Ahí metí otro oficio también para que me atendiera. Y no lo hizo.
Pero yo tengo una amiga que se llama Sandra Navarro, es diputada federal de Morena. Ella sí me está atendiendo directamente y es la que me consigue las audiencias en México. He estado en dos juntas en el Congreso, estuve ahora en enero; estuve en Resoluciones Presidenciales con Salvador Sánchez. Estuve en Terrenos Nacionales, estuve en el Archivo Federal, estuve en algunas partes, estuve gracias a que me atendieron.
¿Y este problema del desabasto de agua lo ha hecho saber usted?
Pues, sí. A ella, a la diputada es la que le he hecho saber este problema.
¿Y qué le ha dicho, qué respuesta le ha dado?
Pues la diputada ya me dijo en una ocasión que mandáramos algunos oficios que ella los podía meter a Resoluciones Presidenciales o directamente con el Presidente de la República.
¿Hasta dónde está usted dispuesto a llegar para que se solucione esto?
Pues yo tengo muchas ganas, yo en estos días, y no sé si en este mes o en septiembre, voy a tener una audiencia en México y en esos días voy a estar ahí, que quiero hablar directamente con el Presidente. Porque cuando yo hago un oficio, pongo la credencial que me dio el Presidente en el oficio, incluso está ahí, y he tenido una rápida respuesta en ocasiones, y muy favorable.
Por último, mientras hablaba y hacía girar el anillo que porta en el dedo anular de su mano izquierda o acomodaba su bigote cano, Francisco Vejar, quien acababa de llegar de la milpa y cubriría su guardia en el paro del Cañón de Evans al día siguiente, invitó a los pobladores a continuar, “y seguir en todo para luchar por un bienestar del Río Sonora”.
“No tenemos agua ni para los animales”: Jesús Valenzuela
El señor Jesús Valenzuela nos recibió en su milpa en Unámichi, casi frente a la casa de Francisco Vejar Acedo, su primera observación fue “No tenemos agua ni para los animales, miren los animales ahí”, señala para que veamos un par de vacas y un par de caballos a los que comienzan a notárseles las costillas bajo la piel.
¿Cómo le están haciendo?
Pues, lo estamos llevando para arriba. Allá para arribita, ahí, en la casa, para darles agua a los animales. Vacas no podemos tener porque no le podemos dar agua del pozo. No podemos hacer nada por estas.
Antes de iniciar la entrevista, Jesús nos mostró cómo está el pozo. Vimos “el espejo” del que se habla en las conversaciones que hemos tenido con personas que enfrentan la sequía y el desabasto de agua en esta región del noroeste de Sonora, cercana a la sierra, cercana a la frontera con Arizona en Estados Unidos.
¿Desde cuándo está el pozo así?
El pozo tendrá como unos seis meses que se bajó de plano, ya. Que se bajó ya completo. No tenía nada, y ahorita tiene el charquito que se le ve ahí nomás ya. Es todo lo que se le mira de agua. Las milpas, ya ven, todas las milpas tiradas. ¿Por qué? Porque no hay agua.
¿Qué es lo que está sembrado?
Ahorita puro zacate, puro yerba que nació de las lloviditas que cayeron. Es lo único que hay, puro yerbajo, porque no se puede sembrar porque no hay agua.
¿Usted forma parte de la manifestación y del plantón para no dejar pasar agua?
Sí. Sí estamos yendo también. Porque también nos está afectando. Nos afecta a todo el río, aquí todo el Río Sonora está afectado.
¿Cuál sería su mensaje para Grupo México, para el gobierno municipal, para el Gobernador, para el gobierno federal?
Pues a ver si podemos parar esto, para que haya agua para las siembras, para la alimentación, porque aquí se alimenta la gente de las milpas, de todo, chile, de todo lo que se siembra aquí hoy. Es lo único que se siembra aquí y ya ve que ahorita no se siembra nada.
Se van al ejido donde tenemos el ganado se está acabando el agua. Y nunca se había acabado. Ahora ya se está acabando también.