Rodrigo A. Rosales Contreras / El Economista
Durante el primer semestre del año, las ventas minoristas cayeron en entidades relevantes para la actividad económica del país, como Ciudad de México, Quintana Roo, Chihuahua, Coahuila, Sonora y Estado de México.
Durante el primer semestre del presente año, las entidades clave para la economía mexicana registraron descensos en sus ventas minoristas, principal indicador del consumo privado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los ingresos totales por suministro de bienes y servicios del comercio al por menor cayeron 0.05% anual a nivel nacional en la primera mitad del 2024.
Si bien solamente 11 de las 32 entidades del país mostraron contracciones en su comercio minorista, la disminución nacional –la primera desde el 2020– derivó de que estados clave para la economía mexicana tuvieron desplomes en este indicador.
Esta situación prende los focos rojos debido a que entidades relevantes para la actividad económica del país presentaron bajas en un fundamental macroeconómico del Producto Interno Bruto (PIB).
“El consumo representa 68.6% del PIB, siendo el componente de mayor importancia. Tiene como determinantes la confianza de los consumidores, el cambio en las expectativas económicas, la inflación, el ingreso personal disponible, el otorgamiento de crédito y la tasa de interés”, detalla Banco Base.
Para Ve por Más (BX+), el retroceso en la actividad comercial a junio vino acompañado por un marginal repunte en la tasa de desempleo (2.7%), aunque se mantuvo cerca de su mínimo histórico. Además, la inflación siguió deteriorando el poder adquisitivo de los hogares, al acelerarse a 4.98% anual, máximo de 12 meses.
Lo anterior, añade, opacó la mejora en la confianza de los consumidores (47.4 puntos, mayor nivel desde febrero del 2021), y el rebote en las remesas en pesos (19.0% anual).
Territorios importantes
Por estado, Guerrero obtuvo la caída anual más pronunciada en sus ventas al por menor en el primer semestre del año, de 14.47%; al igual que el resto de entidades, el gasto de los hogares en Guerrero está mermado por las aún elevadas tasas de inflación y de interés, añadiéndose los efectos del huracán Otis en el turismo, principal actividad económica estatal.
También las economías más grandes del territorio nacional redujeron su comercio minorista: Ciudad de México en 0.73% y Estado de México en 2.85%, en cuya dinámica comercial los elevados niveles inflacionarios y el mayor costo de financiamiento al consumo tienen un mayor efecto.
En tanto, la mayoría de los estados de la frontera note del país, región relevante por ser una economía binacional y que resiente directamente la volatilidad cambiaria, exhibió una baja en los ingresos de sus establecimientos minoristas, como Coahuila y Chihuahua.
Otro jugador trascendental de la economía mexicana, particularmente para el sector turístico, tuvo una caída en su comercio al por menor: Quintana Roo (0.55 por ciento).
Al otro extremo, Hidalgo fue el estado que registró el mayor crecimiento anual de las ventas en negocios al por menor, de 5.66%; el podio lo completaron Aguascalientes (4.58%) y Querétaro (3.99%), ubicados en el Bajío, zona en donde el dinamismo industrial ha favorecido al consumo privado.
Pocos catalizadores
En la segunda mitad del año, BX+ prevé que el consumo privado continuará presentando retos, lo cual, expone, supondría que el gasto de los hogares se torne más defensivo.
“La elevada inflación continuará restringiendo el poder adquisitivo de los hogares. Pese a bajar algo, las tasas de interés todavía limitarán el acceso al financiamiento. Por su parte, en un entorno de desaceleración económica, estimamos que se continúe moderando la generación de empleos y que ello a su vez también afecte a la confianza del consumidor”, anticipa el grupo financiero.
Asimismo, indica, el crecimiento en las remesas sería limitado ante el enfriamiento en el empleo en Estados Unidos, aunque su variación en pesos podría ser favorecida por la depreciación cambiaria.
Por su parte, ante los datos reportados, Monex señala que se intensifica la lectura de desaceleración y debilidad de la demanda en el corto plazo, pues se revierte el panorama general y deja mayores señales de un pronunciado enfriamiento del consumo.