El exactor, que fracasó en su intento de contender por la presidencia, busca incursionar nuevamente en la política, a través de una formación más allá del conservador PAN
Zedrik Raziel / El País
“¡Viva Cristo rey!”. “¡Viva la Virgen de Guadalupe!”. “¡Por la patria, la familia, la vida!”. Es el grito de guerra de una vigorizada ultraderecha que reclama espacios en la toma de decisiones para instaurar su agenda “por la libertad”. Decenas de líderes y activistas de extrema derecha se han reunido este sábado en Ciudad de México, en una nueva edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). El líder de la organización en México, el exactor de telenovelas y ahora político Eduardo Verástegui, ha anunciado la creación de una nueva formación a partir de 2025 con un programa centrado en la familia y la moral católica. Se trata del regreso de Verástegui a la arena política, luego de que en las pasadas elecciones fracasó en su intento de postularse como candidato presidencial independiente.
Sin referirse explícitamente al presidente, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, ni a la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, Verástegui ha afirmado que el socialismo, ese “pensamiento inmoral” que “ama tanto la pobreza que la multiplica”, ha “secuestrado por completo” al Gobierno mexicano. “En México no hay un partido de derecha real”, ha observado, apartándose del Partido Acción Nacional (PAN), la formación tradicional conservadora de México. “Hoy tenemos un gobierno de zurdos corruptos, y la llamada oposición, que más bien yo le llamo opo-ficción, es un fenómeno muy raro encabezado por zurdos, zurdos moderados, zurdos radicales, globalistas, wokistas, muchos tibios, o sea, la derechita cobarde. Así que no tenemos opciones, no hay alternativa en estos momentos”, ha añadido. “Y como no hay una verdadera oposición, no hay una verdadera democracia”, dijo. Productor de la película Sound of Freedom, el ultra ha precisado que su formación, de la que aún no se sabe el nombre, aunque sí su eslogan, “Verás que sí” (que rima con Verástegui), tendrá liderazgos en los 32 Estados del país. “Y es que solo así podremos ocupar espacios en la toma de decisiones”, ha resumido.
La de este sábado sido una maratónica jornada de discursos repletos de alabanzas a Dios y fustigación a los usuales enemigos del ultraderechismo: el socialismo, o comunismo, o marxismo, o progresismo (les resultan indistinguibles); el feminismo; las personas trans; los medios de comunicación; el aborto; George Soros; el Fondo Monetario Internacional; la ONU; los médicos y las vacunas; Google; Meta; el cambio climático; el Foro de São Paulo; la corrección política; la agenda woke. En la caja de resonancia se proyectaron videos generados con inteligencia artificial del conquistador Hernán Cortés y del expresidente estadounidense Ronald Reagan, fundador de la CPAC. Coronó el evento Verástegui, a quien los asistentes lanzaron vítores: “¡presidente!, ¡presidente!”. “Es un gran líder, un hombre tocado por Dios”, lo definió uno de los oradores.
La conferencia de este año ha sido más que un foro de reafirmación de ideas y teorías conspirativas. Los voceros de la ultraderecha mexicana han proclamado abiertamente su interés de actuar desde el gobierno con nuevos líderes, al margen de los partidos existentes, incluido el PAN. “Necesitamos construir una propuesta que conecte con las bases más populares; que en unos años esa gente vote por personas que agarren este tipo de plataformas como un trampolín político y que en unos años puedan ir por puestos de elección popular”, ha señalado el asesor político Alberto Rosas. El famoso ideólogo de la ultraderecha Agustín Laje ha señalado que crear una nueva formación es la única alternativa para vencer a Morena, el partido de López Obrador, a la luz de la experiencia de las pasadas elecciones, donde la oposición quedó reducida a mínimos históricos. “¿Por dónde puede pasar la futura libertad de México? Quizá mirando experiencias que han tenido éxito en otros países, que ha implicado crear una nueva derecha, un nuevo partido político”, ha comentado, mientras proyectaba en pantalla las fotos del español Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha Vox; del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y del mandatario de El Salvador, Nayib Bukele. El público comenzó a corear: “¡Sí se puede, sí se puede!”.
“Un gobierno conservador en México es posible. Si no somos capaces de verlo estando aquí todos reunidos, sería una pérdida de tiempo”, ha señalado el abogado y clérigo Ferdinand Recio. El orador ha fustigado a los dirigentes de los partidos y ha llamado “ratas” a los políticos. “Los partidos de oposición no existen en México. Tenemos que meternos al sistema con las reglas del sistema. Es la única forma en que muchos de ustedes podrán ser candidatos en 2027″, ha señalado. El activista René Bolio ha secundado: “La escoria que hoy tiene tomada nuestra política no merece nuestro voto. Necesitamos nuevos líderes formados, honestos y normales”. El exdiputado Carlos Leal ha afirmado que la clase política y los partidos existentes desprecian a la ciudadanía y buscan enriquecerse con dinero público. “Se supone que el PAN debería defender la vida, la familia, los valores tradicionales, pero está haciendo todo lo contrario”, ha acusado.
Esta es la segunda vez que la CPAC se reúne en México. El cartel del gran evento de la ultraderecha tuvo este año como personajes estelares a Antonio Kast, excandidato presidencial de Chile; al diputado brasileño Eduardo Bolsonario y al ideólogo Laje. Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de EE UU, envió un mensaje videograbado. Lo mismo hicieron la primera ministra de Italia, la ultra Giorgia Meloni; el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro y el líder de Vox, Abascal. Se tenía previsto que acudiera el presidente de Argentina, Javier Milei, pero finalmente canceló su visita. Meloni ha abogado por “modelos económicos que premien el mérito y la responsabilidad individual contra el parasitismo y el asistencialismo” y por el reforzamiento de las fronteras para controlar la migración y al crimen organizado.
Varios de los expositores hablaron a favor de la candidatura de Trump (algunos asistentes jóvenes llevaban puesta la clásica gorra roja que lee Make America Great Again). Los esposos Matt y Mercedes Schlapp, líderes de la CPAC en EE UU, han alertado que “el virus del marxismo” está en la sangre de su país y han señalado que desde la organización buscan convencer a la diáspora latina en su país para que vote por Trump. También lanzaron críticas a la candidata demócrata, Kamala Harris (hicieron un juego de palabras en español y la llamaron Qué-Mala). En su mensaje en video, Trump saludó a Verástegui y llamó a la unión de los conservadores. “Es un honor dirigirme a los patriotas reunidos en México para celebrar los principios de los conservadores unidos en todo el mundo, juntos luchando por preservar nuestra cultura y defender nuestro estilo de vida en los valores de libertad, familia y fe en Dios todopoderoso”, ha dicho. Trump ha señalado que, si gana la elección, trabajará por la seguridad de la frontera con México y por “el imperio de la ley en los dos países”.
La crisis en Venezuela también acaparó la atención de la conferencia. Abascal, en su mensaje en video, urgió a los gobiernos del mundo a reconocer al triunfo del opositor Edmundo González sobre Nicolás Maduro, el mandatario presentado a la reelección. “El criminal Maduro está asesinando, torturando y secuestrando al pueblo venezolano en venganza por haber sido ganado y humillado en las urnas”, ha dicho. El líder de Vox pedido a los gobiernos rechazar las propuestas de mediación de “los cómplices del dictador”, y ha mencionado directamente al mexicano López Obrador, al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y “al guerrillero” Gustavo Petro, de Colombia. Otro expositor, Daniel Quirós, de Costa Rica, hizo una broma sobre la muerte del presidente venezolano. “Tenemos una ilusión, unas ganas de ver a Maduro en una bolsa plástica”, ha declarado. Abascal también ha extendido su respaldo a Israel en su guerra contra Palestina, que ha matado a más de 40.000 personas en la Franja de Gaza. “Luchan por su existencia, cuestionada por el islamismo y la izquierda más repugnante y extremista. Compartimos con Israel enemigos mortales”, ha dicho. El público rompió en aplausos.
La cumbre de CPAC duró casi 12 horas ininterrumpidas. Los expositores, algunos de países latinoamericanos y europeos, iban de un tema a otro dentro el espectro que caracteriza el discurso ultraderechista. El académico argentino Pablo Muñoz se lanzó contra la presidenta electa de México, Sheinbaum, y criticó su programa de gobierno, que, ha dicho, “no es muy diferente del nazismo”, en referencia a la despenalización del aborto. “La plataforma de Morena es criminal”, ha afirmado entre los vítores del público. La senadora colombiana María Fernanda Cabal ha criticado que en la “cátedra de género” se enseña a los niños a “odiar a Dios” y ha dicho que la suya es una cruzada del bien contra el “eje del mal”. El mexicano Rodrigo Cortés, líder del Frente Nacional por la Familia, ha cargado contra “la mentira” de que se puede “querer ser hombre o mujer o ambos a voluntad”. Georges Simion, líder del partido rumano ultra AUR, ha pedido a los asistentes “luchar por la normalidad en un mundo que quiere imponer la anormalidad”. La activista Lianna Rebolledo ha compartido a la audiencia la historia de cómo quedó embarazada luego de ser violada; pese a ello, ha dicho, decidió tener a su hija. “El aborto tiene que ser impensable incluso en historias como la mía por violación”, ha afirmado.
Verástegui ha inaugurado y clausurado el evento. En un giro de involuntaria comicidad, el ultra habló con la imagen de Reagan generada artificialmente. “Gracias por su legado”, le dijo Verástegui. El exmandatario republicano lo miró y le contestó: “Te pido un último favor: nunca dejes de luchar por la vida de los no nacidos, por la familia”. Por los altavoces comenzó a sonar el nuevo eslogan de campaña: “Verás que sí”.