“Nos encaminamos hacia una crisis constitucional sin precedentes, una crisis que, de no ser detenida, dejará cicatrices profundas en nuestro tejido social”, advirtió Juana Fuentes Velázquez, presidenta de la JUFED.
Diana Lastiri / Proceso
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde las 00:00 horas de este miércoles, jueces y magistrados federales de todo el país se unieron al paro iniciado por los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) en contra de la reforma judicial planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los juzgadores en la Ciudad de México se dieron cita en el Palacio de Justicia federal de San Lázaro donde fueron recibidos por los trabajadores que permanecen en guardia como parte del paro.
La presidenta de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED), Juana Fuentes Velázquez señaló que la institución se encuentra en un punto de inflexión no sólo por la presentación de la propuesta de reforma, por parte del presidente López Obrador, sino porque la misma está en trámite por la mayoría parlamentaria de Morena y sus aliados.
La jueza de Distrito afirmó que dicha reforma “amenaza con socavar los pilares mismos sobre los cuales se asienta” el estado de Derecho.
“Este intento de concentración del poder en una sola persona no solo es una afrenta directa a la independencia judicial, sino también un golpe mortal a la democracia que tantos, antes que nosotros, lucharon por establecer y proteger.
“La historia nos ha enseñado que cuando el poder se concentra en manos de unos pocos, la justicia se convierte en un instrumento de opresión, y los derechos de los ciudadanos quedan relegados al capricho de quienes ostentan el poder. Esta reforma, que bajo el velo de una supuesta modernización del Poder Judicial busca centralizar el poder, pone en riesgo no solo la independencia de los jueces, sino también el bienestar de nuestra sociedad en su conjunto”, dijo.
Por ello, afirmó que los juzgadores, como custodios de la ley, tienen como responsabilidad la de levantarse contra cualquier intento de someter la justicia a los intereses políticos.
Esta reforma no solo amenaza la justicia; amenaza la estabilidad misma de nuestra nación. “Sin una justicia independiente, las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronará, y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria. Nos encaminamos hacia una crisis constitucional sin precedentes, una crisis que, de no ser detenida, dejará cicatrices profundas en nuestro tejido social”, advirtió.
“Por estas razones, hemos decidido, junto a cientos de personas juzgadoras comprometidas con la justicia, la suspensión de labores jurisdiccionales de manera indefinida en todo el país, a partir de este 21 de agosto, como un acto legítimo de resistencia contra esta reforma y hasta que ésta sea desechada, para dar paso a la construcción de una reforma integral del sistema de justicia, a la que sin duda alguna nos sumaríamos”.
Reconoció que el paro laboral es una medida extrema pero afirmó que es una respuesta a una amenaza extrema, por lo que hizo un llamado a todos los operadores de justicia, a la sociedad civil y a toda la ciudadanía a unirse en defensa de la democracia.
“La justicia no se vende, no se subyuga, y no se silencia. En nombre de la justicia, en nombre de la libertad, nos levantamos hoy y siempre”, concluyó.
Mientras la juez pronunció su discurso, los trabajadores y demás juzgadores que la acompañaron encendieron las linternas de sus celulares.
Al finalizar aplaudieron a la presidenta de la JUFED, vitorearon y entonaron el himno nacional.